Adrián
— Y eso es lo que representa Afrodita en la mitología griega - Amelia finalizó nuestra exposición con aquella sonrisa.
— Buen trabajo a los dos.
Observé de reojo a Amelia quién agrandó su sonrisa, con cuidado tomé la escultura en mis manos. Los dos empezamos a caminar pero entonces no pude evitar reclamarle.
— Se supone que esa parte era mía - farfullé entre dientes con disimulo.
— Era, tú lo dijiste.
— ¿Tanto me odias? - susurré.
— No te odio, te detesto con todo mi ser.
Sonreí con diversión al escuchar sus palabras. Esta chica lograba sacarme de quicio muy rápido, y eso me gustaba. Amelia me iba a volver loco.
— Yo también te odio, Harper - dije de manera engreída, ella rodó los ojos.
Ella se sentó en uno de los escritorios, sonreí con diversión y me senté junto a ella dejando de lado la escultura, me gustaba irritarla.
— Nuestra escultura es la mejor - la escuché susurrar, inconscientemente volví a sonreír.
— Es la mejor porque la hicimos los dos - le dije.
— Aunque yo fui de la idea, y yo la pinté.
— Presumida.
Ella negó de un lado a otro, mi sonrisa al lado de Amelia era más que boba.
Ella era muy bonita, su cabello rubio hacía un juego perfecto con sus ojos verdes, aquellas esmeraldas que transmitían muchas cosas pero sobretodo tristeza, demasiada para ser sincero.Los ojos de Amelia solían estar siempre apagados, y su mirada siempre estaba perdida en la nada.
Uno ojos tan bonitos cómo los de ella tenían que brillar, sus ojos eran dos preciosas esmeraldas perdidas que tenían que ser encontradas para brillar.
Y yo lo iba hacer.
Pero lo más precioso de Amelia era el sonido de su risa. Aquel sonido era cómo música, aunque lo había escuchado solo una vez ya me moría por volver a escuchar su risa.
Su dulce risa.
Sus labios eran de un color durazno precioso ¿Cómo es qué ella era tan bonita?
Qué estás diciendo Adrián.
Negué de un lado a otro de manera distraída, al parecer pasar mucho tiempo con ella me estaba afectando.
Hechizo Harper.
Y yo tenía miedo de estar cayendo bajo su encanto sin darme cuenta.
📚
— Odio a las chicas - Jacob mencionó con molestia.
— ¿Ahora quién no cayó bajo tu hechizo? - Kyle cuestionó con diversión.
Jacon rodó los ojos ante el comentario de Kyle, no podía creer que los tres fuéramos amigos si nuestras personalidades no coincidían en absolutamente nada.
— Mia Clark, más bien dicho, molestosa y engreída Mia.
— ¿Por qué lo dices?
— Porque no le gusta que las cosas sean diferente a cómo ella quiere, es una caprichosa.
Eso me hace recordar a alguien.
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Rompiendo Las Reglas© ✓
Fiksi RemajaDicen que solo hay un paso del odio al amor. Y bueno Amelia y Adrián son la prueba de eso, pero cuidado no todo es tan fácil. Aunque los dos tengan cosas que los hagan ver iguales son completamente diferentes. Ella es "perfección" Él es todo lo cont...