Amelia
No había dormido nada, de hecho ni siquiera había cerrado los ojos.
Esto era grave.
— Parece que no dormiste - Mia exclamó mientras le daba una mordida a su tostada.
Es que no lo hice.
— ¿Cómo crees? Solo me desvelé leyendo.
— Con razón.
Asentí.
Estaba mintiendo eso era obvio, pero mis amigas no se daban cuenta de mis mentiras lo cuál era un punto a mi favor que agradecía.
— Es una lástima que Hill no esté aquí - exclamé con mi mirada fija en mi vaso de café.
— Bueno, sus padres la vinieron a recoger y seguro que ahora debe estar dormida, la conoces.
— Si...
Levanté la mirada hacia la entrada del comedor cómo si esperara a alguien, la verdad en ese entonces no me entendía ¿A quién esperaba? ¿A Adrián? Apostaba a que seguro en ese momento él se encontraba en su casa después de haber salido con Helen.
Pero ¿Por qué me importaba?
— ¡Amelia! - desperté al escuchar la voz de Mia.
— ¿Qu - qué pasó?
— Hoy si que estás muy distraída.
— Lo siento.
¿Qué me estaba pasando?
Tal vez estaba enferma, o simplemente estaba perdiendo la cabeza. Y Adrián era el único culpable, lo detestaba más con cada segundo.
¿Cómo es qué a mi hermana podía gustarle alguien tan desagradable cómo él?
Tenías que estar ciega para eso.
Y mi hermana lo estaba.
ෆෆෆ
— ¿Por qué estás tan extraña? - Mia me preguntó mientras cruzaba los brazos, la observé fijamente y me encogí de hombros.
— ¿De qué hablas? Estoy perfectamente bien.
No lo estaba.
— Ajá, entonces no te molesta el que Adrián no esté aquí.
— ¿Qué tiene qué ver Adrián aquí?
— ¿Te gusta?
Y cerré el libro de golpe, me quedé en silencio por un par de minutos.
Ouch.
¿Adrián me gustaba? No lo iba a negar, él era atractivo y lindo. Pero no me gustaba en lo absoluto, muestras personalidades eran completamente opuestas, él no me gustaba y nunca lo haría.
Además a Helen le gustaba Adrián, y yo no podía ser una mala hermana con ella. Yo no tenía derecho a que me gustara Adrián.
— Es insoportable, Mia. Él no puedo gustarme.
— Ajá.
— Además no es mi tipo - mencioné mientras cruzaba los brazos.
— Haré que te creo - Mia dijo con una sonrisa ladina, solté un suspiro.
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Rompiendo Las Reglas© ✓
Roman pour AdolescentsDicen que solo hay un paso del odio al amor. Y bueno Amelia y Adrián son la prueba de eso, pero cuidado no todo es tan fácil. Aunque los dos tengan cosas que los hagan ver iguales son completamente diferentes. Ella es "perfección" Él es todo lo cont...