Amelia
— ¿Cómo me veo? - pregunté con curiosidad mientras me colocaba mis pendientes en forma de estrellas.
— Hermosa - Hillary dijo a través de la pantalla.
— Diosa - Mia mencionó con una sonrisa.
— No puedo creer qué tengas una cita - solté una risa y negué de un lado a otro.
— No es una cita - mencioné.
— Claro, según tú es una salida de amigos - Hillary mencionó con diversión recalcando esa última palabra.
Rodé los ojos y negué de un lado a otro.
— Es que no puedo creerlo, vas a salir con Adrián Wilson, a quién le juraste odio eterno.
Yo tampoco me lo creo.
— Increíble ¿Verdad? - tomé mi teléfono y observé a mis amigas a través de la pantalla.
— Pues si, las cosas pueden cambiar en un par de segundos - Mia dijo.
— ¿Ya saben qué hacer?
— Si tu padre nos llama, le diremos que estás con nosotras - asentí con emoción arreglando mi cabello.
— Espero que salga bien - dije con una sonrisa débil.
— Todo va a salir perfecto, cariño. No te preocupes - Mia mencionó con una sonrisa.
Estaría mintiendo si dijera que no tenía miedo porque si lo tenía, yo nunca antes había estado en una cita ¿Qué se supone qué se hacía?
— Bien, debo irme - dije.
— Suerte - Hillary exclamó con emoción.
— Nos cuentas todo - asentí y colgué la videollamada.
Levanté la mirada y me observé en el espejo. No era buena con el maquillaje de hecho ni siquiera lo utilizaba, pero esta vez había hecho una excepción y le había pedido ayuda a Helen.
Ella casi se muere de la emoción cuándo le dije que me ayudara a maquilarme.
Volví a jugar con mi cabello de manera nerviosa, observé mi cartera por última vez.
Labial, ligas para el cabello, perfume, dinero, chicles ¿Olvidaba algo?
Solté un suspiro y negué de un lado a otro, estaba temblando.
Salí de mi habitación con cuidado. Mi padre no sabía nada a cerca de lo que tenía con Adrián y la verdad lo prefería así.
Pero aún así no estaba bien que me escapara de casa, pero en si eso no era la cuestión, le había hecho creer a mi papá que iba a salir con mis amigas.
Bajé las escaleras, pero me detuve de golpe al ver a Luciana.
Ella me miró con odio, y pasó por mi lado empujándome.
Bruja.
📚💚
Revisé mi teléfono por tercera vez, estaba nerviosa, mis labios temblaban al igual que mis piernas ¿Cómo es qué Adrián podía causarme esto? Y ni hablar del cómo estaba mi corazón.
Seguro que iba a explotar de tanta emoción si es que no me tranquilizaba.
Solo respira, Amelia.
— Disculpe, señorita Harper - una sonrisa tonta se instaló en mi rostro al escuchar esa voz.
Volteé a verlo.
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Rompiendo Las Reglas© ✓
Teen FictionDicen que solo hay un paso del odio al amor. Y bueno Amelia y Adrián son la prueba de eso, pero cuidado no todo es tan fácil. Aunque los dos tengan cosas que los hagan ver iguales son completamente diferentes. Ella es "perfección" Él es todo lo cont...