Capítulo 14

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Amelia

Todo estaba mal, completamente mal.

— ¿Cuál es la manía de romper las reglas? - susurré con molestia.

— Las reglas están hechas para romperlas,. Harper - escuché decir a Adrián, lo miré de reojo y empecé a negar de un lado a otro.

— De hecho no, las reglas están para protegernos, Wilson - mencioné con seguridad.

Bien, tal vez estaba intentando llevarme bien con Adrián para no hacer un escándalo, y por qué mentir. Me había sentado a su lado solo para irritarlo.

Aunque estaba siendo al revés.

¿Y qué pasaría si rompemos las reglas? - Adrián me miró fijamente.

— Se produciría un gran desastre - respondí.

Me había quedado en la biblioteca a ver la supuesta película después de todo, mis amigas me habían logrado convencer, y estaba empezando a odiarlas por eso.

— Prefiero el caos antes que el orden - Adrián dijo de manera divertida.

— Bueno yo soy más del orden - dije.

La película que se estaba proyectando era de terror o eso al menos decían, la verdad yo no le entendía nada, era sobre un payaso.

Irónico.

— No entiendo nada - mencioné bajito.

— ¿Nunca has visto el IT? - negué de un lado a otro.

— Las películas de terror no son lo mío, aparte de que mi papá me tiene estrictamente prohibido que vea películas así.

Confesé.

Adrián sonrió de manera divertida, lo observé fijamente, su sonrisa era preciosa. Sobretodo sus hoyuelos aquellos hoyuelos que lo hacían ver más atractivo al igual que sus pecas.

La iluminación de la biblioteca no era mucha, lo único que iluminaba el lugar era el proyector, pero aún así no podía dejar de detallar a Adrián.

Los dos éramos los últimos de toda la fila, mientras los demás disfrutaban la película nosotros nos la habíamos pasado hablando.

— Eres extraña, Harper - me encogí de hombros y regresé la mirada hacia la película.

Bien me había arrepentido, no sé cuánto tiempo llevaba viendo la película pero ya quería irme.

Volví a dar un sobresalto cuando ví cómo el payaso apareció así de la nada.

— ¿Puedes dejar de aferrarte a mi brazo? - Adrián preguntó.

— No.

Respondí.

Había perdido la cuenta de las veces en las que me había asustado, y Adrián era la víctima de mis sustos. Me aferraba a su brazo o me ocultaba detrás de él cada vez que algo me daba miedo.

Me hacía sentir bien de alguna manera.

— Ay no, será mejor que cierres los ojos, Harper - Adrián advirtió con diversión mientras negaba de un lado a otro.

— ¿Por qué? - cuestioné con mi mirada fija en la película.

— Se acerca la parte en la que matan al protagonista.

Rompiendo Las Reglas© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora