Capítulo 6

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Amelia

— ¿Qué planes tienen para el fin de semana?

— Dormir - Hillary respondió.

— Me voy a quedar en el internado estudiando para el próximo examen - mencioné mientras pasaba de página en el libro.

— Falta mucho para eso, Amelia - Mia dijo con una sonrisa, la miré y negué de un lado a otro.

— Lo sé, pero aún así quiero aprobar con la mejor nota y eso no se consigue si no estudias - dije con algo de seriedad.

Mi promedio no puede bajar.

Tal vez solía preocuparme un poco por mis notas.

¿Poco?

Bueno, diría un poco mucho. Tenía que ser la mejor en todo, siempre había sido así.

— Pero yo ya tenía planes para las tres - Mia dijo con algo de decepción.

— ¿En serio? - Hillary cuestionó con ilusión.

— Pues si, pensaba en hacer una pijamada y también una maratón de películas de Barbie.

— Estoy dentro- Hillary mencionó con emoción.

— Yo... Lo siento, pero no.


(...)


Se suponía que los fines de semana tenían que ser los días favoritos de todo el año, pero para mí son días comunes. Observo como algunos padres recogen a sus hijas e hijos, incluyendo a mis amigas y mi hermana.

— ¿Segura que no quieres salir? - Helen me dio una mirada con algo de ilusión, rápidamente negué de un lado a otro.

— No, está bien, diviértete - dije con una sonrisa.

— Bueno, nos vemos mañana en la noche - asentí.

Helen se alejó de mí mientras cargaba una pequeña maleta, solté un suspiro al ver como mi padre la abrazaba, él me dio una mirada seria, me limité a bajar la cabeza hasta que sentí la presencia de mis amigas.

— Bien, ya que no quieres venir a nuestra pijamada, te vamos a enviar las fotos - sonreí levemente.

— Los celulares están prohibid...

— Tonterías, vamos Amelia relájate un poco - rodé los ojos al escuchar a Mia.

— No puedo.

Mencioné.

— Ya llegaron por mí - Hillary exclamó con emoción mientras sostenía su maleta.

— Creo que esa es nuestra señal para desaparecer - Mia dijo a su lado.

— Diviértanse - dije con una sonrisa.

— Te vemos mañana - las dos dijeron al mismo tiempo.

Las ví irse con una sonrisa pero de pronto mi sonrisa se desvaneció, hubiera ido con ellas pero tenía que sacar notas perfectas. Mi papá consideraba que las salidas y relaciones con otras personas era una pérdida de tiempo, y tal vez tenía razón, pero de alguna manera esas distracciones hacían que yo no me sintiera tan sola.

Desaparecí entre los pasillos, entré a mí habitación y dejé de lado el libro que sostenía en mis manos, me senté en mi escritorio para iniciar con los ejercicios de matemática que iba a resolver.

Rompiendo Las Reglas© ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora