Cap 37 ~Enemigo de las sombras~

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~(T/N)~

Han pasado algunos días desde que la manada se separó. La investigación de la policía se detuvo, Rafael y los chicos sembraron evidencias para que pareciera que todo fue obra de las pandillas de la ciudad, aunque las personas crean sus propios rumores.

La luna se tornó roja dos noches seguidas, algo que nadie comprende, pero el gobierno ha dicho que fue un fenómeno astronómico único y que Japón tuvo la dicha de observarlo, claramente quieren evitar las teorías de conspiración y el pánico colectivo. Atem sospecha que Marik encontró alguna forma de teñir la luna durante su pelea, la luna de sangre que observamos durante el ataque habría sido una ilusión.

Los cazadores raros dejaron de causar problemas, se fueron de Domino y ahora ya no quedan más de ellos aquí, durante un tiempo la ciudad será cautelosa con los extraños, pero estoy segura de que regresará a la normalidad.

Los días junto a Atem son fantásticos, siempre encuentra la forma de sorprenderme, ya sea con una cita casual o con una noche de películas. Nos hemos contado todo lo posible del otro, nuestros gustos y las cosas que nos desagradan. Sigue herido por la muerte de Mahado, aún no sabe cómo se lo dirá a su esposa. Me gustaría acompañarlo a Egipto, pero sé que no es posible.

Mientras esté aquí aprovecharé al máximo nuestro tiempo juntos, y cuando se vaya, lo esperaré pacientemente, y estaré junto a él el resto de mi vida.

(...)

Era de noche, Atem y yo estábamos sentados en la sala viendo una película de acción y romance, una manta nos cubría del frío y había dulces en la mesita de centro, el invierno comenzó hace poco, mañana decoraremos la casa, se quedará conmigo para navidad pero pasaré sola año nuevo.

—Fue valiente recibir una bala por ella. —susurré llevando palomitas a mi boca.

—Yo haría más que eso por ti. —respondió copiando mi acción, ninguno separaba su vista de la televisión.

—Yo me sacrificaría por ti. —reí, pero Atem me miró con seriedad.

—No te dejaré hacerlo. —me abrazo contra su cuerpo y ambos nos recostamos sobre el sofá—. Prefiero morir. —son cosas que nosotros no podemos decir a la ligera como las parejas "normales", así que entiendo que haga una rabieta por lo que dije.

—Espero que eso no pase jamás, tienes una larga vida por vivir aún. —besé su mejilla.

No dijo nada más, seguimos viendo la película, su respiración era lenta, supongo que ahora está más tranquilo. Cuando el final llegaba comencé a sentir un poco de sueño.

—¿Quieres ir a la cama? —preguntó, yo solo asentí.

Atem apagó la televisión, me tomó en sus brazos y me llevó hasta la habitación, a veces creo que me consiente demás, pero no me quejó. Ambos nos recostamos al lado del otro, la suavidad de la cama y el calor de las mantas aumentaron el cansancio que sentía.

—Descansa. —besó mi mejilla, no respondí, mis ojos se cerraron y mi cuerpo se sentía pesado, pero le sonreí.

¿Así es dormir con tu ser amado? Y no habló de tener relaciones, solo recostarse a su lado, sentir su tibio aliento rosar la piel, escuchar sus latidos mientras estas en sus brazos, y saber que no hay porque temer ya que él cuida tus sueños, y yo cuido los suyos.

La Última De Los Van Helsing (AtemxTú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora