La Última De Los Van Helsing (AtemxTú)

Cap 39 ~Amargos recuerdos: parte 2~

Mihai

Años atrás...

-Amor volveré más tarde. Iré a ver a mi padre. -avise a mi esposa antes de salir de casa.

-Ten cuidado, parece que habrá una tormenta. -Ilian observó el cielo desde la ventana, era oscuro y nubes de tormenta comenzaban a formarse en la fría noche.

-No te preocupes, solo quiero saber como sigue. -sonreí.

Mi padre llevaba algunos días enfermo, a pesar de haberle insistido varias veces él se negó a vivir una temporada en nuestra casa. Aquel año la ciudad fue invidida por las tormentas que seguían a un huracán que se había formado en el Atlántico, la señal telefonica fallaba constantemente, así que decidí ir a casa de a mi padre para saber como se encontraba.

-¡Adiós papi! -exclamó con una radiante sonrisa mi pequeña hija de cinco años.

-Adiós mi cielo. -le respondí y cerré la puerta de la casa.

Ilian y (T/N) fueron a la cocina a preparar galletas.

Yo subí a mi auto y emprendí el viaje a casa de mi padre, vivía al otro extremo de la ciudad, la mansión en que vivía de niño fue vendida y con el dinero compró una nueva propiedad; más pequeña, sin lujos o cosas extravagantes. Papá dijo que eso borraría el rastro de nuestra familia por si algún peligro llegará a aparecer.

Después de algunos minutos finalmente llegué, todo se veía tranquilo, me quedaría con él un tiempo y luego volvería a casa, el sonido de los rayos comenzaba a escucharse en el cielo.

-Papá estoy en casa. -abrí la puerta con mi llave y entré, coloqué mi abrigo en el perchero y fui a buscarlo a la sala, seguramente estaría viendo televisión-. Vine a ver como te encuentras... -el alma escapó de mi cuerpo al ver a mi padre tirado en el suelo sobre un enorme charco de sangre, y la marca de garras en su espalda- ¡Papá!

Con las cortinas de las ventanas traté de hacer un vendaje que detuviera el sangrado, por suerte no era una herida profunda, pero no era la única que tenía. Subimos al auto y manejé hasta el hospital, la lluvia comenzó a caer durante el trayecto.

-Mihai... Mihai... -murmuraba apenas consiente.

-Tranquilo Papá, ya casi llegamos. -dije, la adrenalina corría por todo mi cuerpo, revisaba el retrovisor de vez en cuando para asegurarme de que nadie nos siguiera.

-¿Qué? -mi padre murmuró algo, pero no logré escucharlo, finalmente llegamos al hospital, lo ayude a bajar del auto y los paramedicos lo atendieron de inmediato-. Tranquilo Papá, ya estas en el hospital, te pondrás bien. -dije mientras lo subían a la camilla.

-Mihai... -Papá me tomo del brazo antes de que pudiera alejarme, y me miró con una expresión gélida como el hielo, no había visto esa mirada en muchos años-. Deben huir... él viene por nosotros...

-Señor debemos ingresarlo al quirófano. -los médicos se lo llevaron rápidamente.

¿Él viene? ¿Quién? ¿La persona que le hizo esto? Entonces todo tuvo sentido, esas heridas las provocó un lobo.