Cap 41 ~Frío invierno~

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Atem.

¿Nunca han hecho algo de lo que se arrepienten? Y por más que pasa el tiempo, con solo recordarlo hace que se avergüencen y que el arrepentimiento crezca.

Aquella fría noche de invierno me levanté de entre los escombros del viejo edificio, no quedaba nada en el lugar, mi cuerpo estaba completamente adolorido y cubierto de heridas, pero ninguna tan fuerte como la que afligía a mi corazón en ese momento.

Con ella en mis brazos salí de entre las ruinas que quedaban y caminé por el bosque rumbo a la ciudad, la luna se había ocultado tras nubes de tormenta, el aire gélido de invierno golpeaba mi rostro, podía sentirlo en mis mejillas por dónde corrían lágrimas.

Tras un par de pasos caí al suelo, vencido por las heridas en mis piernas, me sentí tan frustrado, ni siquiera era capaz de sacarla de aquel maldito sitio.

—Lo siento... Lo siento... —susurré¡Lo siento tanto! —repetí mientras me aferraba a su cuerpo, más lágrimas brotaron de mis ojos, no podía contenerlas.

 —susurré—¡Lo siento tanto! —repetí mientras me aferraba a su cuerpo, más lágrimas brotaron de mis ojos, no podía contenerlas

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Mi veneno no surtió efecto, su corazón no volvió a latir, anhelaba tanto ver el brillo en sus ojos, escuchar su risa. Si la hubiera transformado en el momento en que me lo pidió seguramente ahora estaría viva.

Un grito desgarrador salió de mi garganta, (T/N) era la persona más valiente y generosa que conocí, había tantas cosas que quería hacer y yo... Yo deseaba cumplir todos sus sueños, estar con ella en cada momento, verla crecer y convertirse en la gran mujer que estaba destinada a ser. Humana o loba no importaba, estaba enamorado de su esencia, de su alma, de su corazón bondadoso.

En una ocasión me dijo sonriente que ser atacada por un Alfa aquella noche en Tokio marcó su vida para siempre, pero que de no haber ocurrido seguramente jamás me abría conocido. Mi amor, estoy seguro de que eso hubiera sido lo mejor, mis sentimientos eran honestos, nunca mentí cuando dije que te amaba, por ti era capaz de darlo todo, mi error fue no contarte la verdad, temí que jamás quisieras verme otra vez, pero que idiota, ahora me doy cuenta de que eso no era lo peor que podía pasar.


Jamás cumpliremos todo aquello que prometimos, el cielo ganó una hermosa estrella, pero el mundo perdió una luz brillante, ningún humano sabrá la verdad de la última descendiente de los Van Helsing, pero yo no olvidaré tu nombre, ni tu sonrisa, aquella que me regalaste y que ahora he perdido para siempre.

(...)

De pie en este solitario lugar, con lágrimas en los ojos me despido de tí, debo volver a Egipto y arreglar las cosas, pero mi corazón se queda contigo. Sé que no estarás sola pues descansas junto a tu amado abuelo, cambié su lápida, ahora todos los que pasen por aquí sabrán sus nombres, pero pocos entenderán lo que significan. Tal vez a Razvan le habría gustado que su hijo estuviera aquí también, espero que me perdone, pero no era un hombre que mereciera estar en el mismo sitio que tú.

La Última De Los Van Helsing (AtemxTú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora