CAPÍTULO 13

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Al salir de aquellos baños sabía que algo no andaba bien cuando note unas colillas de cigarro en el suelo no era extraño fumar en un lugar así, el problema era el aroma espeso que estaba en el aire era completamente familiar.
A la mañana siguiente nos presentamos al trabajo todo se sentía mal desde los trabajadores que se nos quedaban viendo, hasta una reunión improvisada con el jefe.
Resulta que Kenta nos hizo el favor de correr el rumor de nuestro tipo de relación y a nuestro jefe no le hizo mucha gracia, a pesar de estar informado de todo no nos hizo ninguna pregunta pero tampoco lo dejo pasar.
Para empezar a mí me quito las responsabilidades que tenía me regreso a mis viejas tareas como lidiar con los clientes problemáticos en las zonas no VIP del club, fue como una destitución del nivel que ya tenía en la organización retrocedí aproximadamente cuatro años de nuevo y a Daewhi le triplicaron el trabajo en zonas mucho más peligrosas que eran originalmente para los novatos.
Mi idea al principio fue que nos quería tener más ocupados pero me equivoque, resulta que cada cliente nuevo que atendía era más violento que el anterior destruían las habitaciones y golpeaban a las chicas. Teníamos que controlar la situación pero si era una persona importante no se podía golpear aunque se lo mereciera tenía que aguantar las humillaciones de nuevo. Cada noche por su parte Daewhi llegaba con un golpe más en su cuerpo sus compañeros nunca aparecían a la hora de pelear cuando enfrentaban a varios o les doblaban la cantidad.
Fue entonces cuando encontró un nuevo juguete que lo hizo su firma principal, compro un hacha vieja y dijo que prefería un pedazo de metal leal que inútiles que lo traicionaran por la espalda, aguantamos así por varios meses a pesar que no nos veíamos tan seguido por esta situación cuando nos reencontrábamos recuperábamos el tiempo perdido.
Una noche Daewhi llegó muy agotado dijo que tenía días de no dormir porque no paraban de mandarlo a diferentes lugares, empezó a sangrar de la nariz por el cansancio para limpiarse levanto su playera vi su torso cubierto de más moretones que la última vez, la rabia me consumía ya no podíamos seguir más en esa situación. No teníamos meses de estar en la organización toda nuestra vida estaba ahí, no podía permitir que nos siguieran explotando de esa manera como si no hubiéramos sacrificado nada, fueron años llenos de trabajo duro y disciplina siguiendo las reglas de personas que nos obligaron a pertenecer ahí.
Toda esa noche mientras lo cuidaba me pregunte que sería mejor si nos desechaban o tomábamos nosotros la ventaja, espere pacientemente a que despertara Daewhi le pregunte si tenía algo en mente para su futuro solamente respondió que le bastaba con estar a mi lado, su respuesta me hizo sentir más tranquilo de lo que pensé. Le conté lo que estaba pensando, con el nuevo puesto que me asignaron escuchaba cosas nuevas aún más interesantes habían comenzado a buscar socios para expandirse en el lavado de dinero del circulo político y empezarían con el juego ilegal.
Así fue como propuse regresar a Corea teníamos que tomar una decisión o nos comerían vivos, sabíamos que la policía siempre estaba detrás de nuestra gente pero no tenían el suficiente poder para vencerlos así que la mejor opción era traicionarlos de una organización a otra.
En la parte que estábamos de Japón la rivalidad entre las pandillas era muy grande ya que luchaban por tener mayor territorio para sus negocios, decidimos vender la información que sabíamos con la excusa de ser parte de ellos, pero en dos días ya teníamos listo nuestro transporte para largarnos del país.

Límite CorrompidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora