Antes de entrar al templo para la ceremonia Daewhi ya me había advertido que tuviéramos cuidado con esa obsesión de Pilwon pero solamente le grite, estaba tan confiado asegurando que todo sería un éxito sin saber lo que se avecinaba.
Cuando entramos el bastardo me golpeo y gritó que no era un sitio para nosotros, nos llamó unos perros malagradecidos que solo comíamos las migajas que dejaba mientras seguía pateándome.
Cuando se iba Daewhi lo detuvo en la puerta pudo haberle dado su merecido pero lo detuve golpeándolo, estábamos en el momento crucial de tener todo y no iba a correr riesgos.
Nosotros empezamos a discutir por lo que se tenía o no que hacer sabía que cada palabra que me decía era cierta no era para eso que habíamos salido de Japón, le había dado el derecho de protegerme toda mi vida pero de un momento a otro se lo arrebaté.
Me desquite con el cuándo me dijo que le daría su merecido al infeliz, recuerdo exactamente lo que le dije en la coladera nos pudrimos juntos o te pudres solo. Salí de ahí con prisa necesitaba ver que iba a suceder para que todo continuara como lo habíamos planeado así que seguí al bastardo, pero Daewhi tenía razón solamente me faltaba ladrar porque ya me había convertido en su perro que no razonaba por mí mismo.
Lo esperé afuera tenía que ceder con disculpas y obediencia no había más opciones, era lo más barato para ambos pero el maldito para su diversión me cortó dos dedos de la mano, me di cuenta que la ambición de toda mi vida era solo un espejismo nunca íbamos encajar en un lugar así. Como pude me dirigí al departamento fue cuando me topé con Daewhi con enojo y frustración en su rostro me trato las heridas por otro lado Shota desde hace un rato estaba envuelto en llanto, después de unas palabras quise fingir que todo estaba bien pero como era de esperar el solo quería vengarse le pedí que no hiciera un escándalo que había pasado por cosas peores antes, pero el solo grito con rabia que no era cualquier cosa. Le dije que no hiciera que mis esfuerzos valieran nada ya había trabajado mucho para tener Gangnam, pero el solo se enfureció más diciendo que él no me había pedido nada de eso y que ya estaba harto de esa maldita palabra.
Tenía razón nunca me pidió nada, yo también estaba harto de fingir que todo estaba bien cuando nuestros objetivos no eran lo mismo. Después de un rato en silencio me puso a elegir entre él o Pilwon con un rostro lleno de lágrimas y dolor, mirándonos podía ver mi reflejo en sus pupilas era demasiado insoportable me sentía completamente patético. Le conteste que ya habíamos estado mucho tiempo juntos, camine dejándolo atrás junto a Shota que siguió mis pasos pero nunca supe que esa noche era mi última oportunidad de poner él freno a todo esto.
Le di su espacio pensando en que reflexionaría necesitaba estar más centrado en el objetivo, pero cuando encendí el celular después de unos días cientos de mensajes y llamadas aparecieron en él. Supe de inmediato que estaba en peligro, corrí a ver que estuviera bien pero no estaba por ningún lado temía lo peor me urgía ayuda y el único que venía a mi mente era el bastardo que nos había usado.
Ideo un plan con pasos específicos que tenía que seguir, como idiota lo hice para después ver cómo me convertiría en la carnada de Pilwon y pagaría mis errores combinados con malas decisiones de la peor manera. Recuerdo la cara golpeada de Daewhi junto con todo su cuerpo lastimado, los gritos de dolor y desesperación que daba para que pararan cuando me estaban violando, lo más gracioso de todo esto era que de lo que me había salvado de niño me sucedió años más tarde con creces.
Entre mis gritos, nuestras lágrimas, las carcajadas de esos bastardos y los penes que entraban en mi como les complacían mi cuerpo no aguanto por mucho tiempo me estaba desgarrando del dolor, me mantuve despierto lo más que pude pero de un momento a otro me desmaye siendo esa la triste última vez en que pude ver a Daewhi.
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Límite Corrompido
FanficAlgunos crecen sin oportunidades, otros nacen teniéndolo todo. Esta historia te llevara a un lado opuesto de lo que se conoce, dando una razón sin justificar a una locura que nace de la necesidad y la supervivencia de cada día. Si solamente te qued...