CAPÍTULO 26

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Era media tarde cuando comenzó a gritar mi nombre fui corriendo por que pensé que necesitaba algo pero no era eso, me comenzó a decir una cantidad de estupideces que se quería regresar y quedarse ahí si era el precio por protegerme.
Mientras me decía sus preocupaciones solo me senté en silencio a observarlo, le pregunté que si tenía hambre de inmediato me contesto que no, me desesperaba la idea de que no quisiera estar conmigo pero sabía cómo actuar esta vez.
Me desnude lentamente frente a él su mirada no la podía apartar de mí, con toda la tranquilidad me fui a tomar un baño, al poco rato salí en bata estaba haciendo un forcejeo lo cual lastimaba sus muñecas, me monté en él, le cubrí su boca con mi mano y le dije: Daewhi dime todo lo que desees porque te lo daré, que quieres de mi porque voy hacer completamente tuyo pero jamás vuelvas a pensar en abandonarme. Si no vas a estar a mi lado prefiero matarte y morir en tus brazos que verte junto a alguien más, solo confía en mí te aseguro que vamos a estar bien sigue amándome como yo te amo es lo único que necesito, esa va hacer tu forma de recompensarme.
Asintió con la cabeza, comenzó a lamer mis dedos y dijo: prometo que siempre te seguiré a donde vayas pero mira como la tengo estoy a punto de reventar, deberías de hacerte responsable.
Lo desencadene, se sentó y después de juntar nuestras frentes unos segundos nos besamos, me abrazo de la cintura mis brazos los puse alrededor de su cuello, me quitó la bata y como un animal que no había comido en mucho tiempo comenzó a devorarme los pezones mientras yo le lamía su oreja, saco su pene y dijo: esta vez no te voy a dejar descansar, metí mis dedos en su boca con su saliva moje la punta de su pene introduciéndolo en mí, se recostó gimiendo mientras que le rasguñaba sus piernas subí y baje a mi ritmo aunque al principio iba un poco lento fue paciente, comenzó a mover su cadera era completamente delicioso mi interior se sentía lleno y con cada embestida que daba se sentía mejor, le grite ¡hazlo más duro! Apretó su mandíbula y dijo que se sentía jodidamente bien.
Me recostó en la cama y arrastrándome de los tobillos me abrió las piernas después con su lengua empezó a chupar mi agujero, le alce su cabeza y le dije: no pierdas el tiempo solo penétrame de nuevo, me embistió sin parar era tan bueno que la cordura ya no existía en nosotros.
Entre gemidos le pregunté:
-Kwang: Dime que deseas Daewhi.
-Daewhi: Lo que deseo ya lo estoy haciendo en este preciso momento.
-Kwang: Yo si tengo algo que deseo.
-Daewhi: Dime ¿Qué es?
-Kwang: No lo saques, quédate dentro de mí toda la noche.
-Daewhi: ¡Me estoy volviendo loco! No sé quién complace a quién.
Cuando abrí los ojos ya era de mañana teníamos un par de días de margen para irnos a nuestro  nuevo inicio, todo mi cuerpo me dolía pero era algo de lo que me enorgullecía gire lentamente y ahí estaba mi Daewhi dormido. La luz que le cubría la cara lo hacía ver aún más radiante abrió sus ojos y me pregunto que si me sentía mal, le bese la frente, me recosté en su pecho mientras él me envolvió en sus brazos y con ese cálido instante se detuvo el tiempo.
Durante la tarde tomados de la mano fuimos a caminar, estábamos en un lugar demasiado tranquilo no había mucho movimiento lo que nos permitía hacernos muestras de cariño a fuera.
Llegó el momento de partir, se me hacía todo tan irreal porque era algo con lo que siempre había soñado el día en que fuéramos felices juntos, tomamos nuestras maletas y con Shota a nuestro lado era hora de empezar a plantar una nueva semilla para nuestro futuro.
Hay momentos que me pierdo en su mirada y me pregunto si todo lo que tuvimos que sufrir fue para llegar a este momento, luego pienso qué habría pasado si yo no hubiera despertado o si Daewhi estuviera muerto. Lo que si se es que este amor que sentimos va más allá de lo permitido pero aun así corrimos el riesgo y fue la mejor decisión que pudimos hacer, por las buenas o por las malas espero estar muchos años más a su lado, sin dudarlo en esta vida o en la siguiente me volvería aferrar a él para toda la eternidad.

FIN.

Límite CorrompidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora