Capítulo 18. Siempre serás tú .

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***
Dos días después.

Carlos

Me despierto como a las seis de la mañana tocando a mi lado para tocar a la mujer que es la única capaz de hacerme perder la cordura, pero mi mano solo toca la almohada, me levanto de un golpe mirando a mi alrededor y no hay señal de ella .

«¿Se habrá ido?»

Me pongo un bóxer y un chor, agarro un pulover y con él en la mano salgo de la habitación pero cuando voy a mitad de camino un ruido en la cocina hace que me detenga . Con curiosidad me dirijo en dirección a la cocina y ahí está, tiene una de mis playeras puestas, su pelo está suelto, le cae a los hombros. Me recuesto en la columna absorto en la mujer que tengo a pocos metros.

Observo su redondo trasero con malicia y se me hace la boca agua con solo imaginar mi miembro dentro de él, me relamo los labios y sonrío recordando nuestro rico maratón de sexo en la madrugada, me gusta tanto como folla, de repente se voltea para coger algo en el refrigerador y al verme sonríe.

-¿Hace mucho tiempo que estás ahí?- me pregunta y yo la miro de arriba a abajo embobado.

- No hace mucho, pero lo suficiente para ver lo guapa que eres y lo rica que estás- le respondo mientras me le acerco y ella sonríe.

Cuando estoy frente a ella, me mira de arriba a abajo sin disimulo .

- ¿A dónde vas?- me pregunta .

- Pensé que te habías ido .

- No me voy a volver a ir al menos que tú quieras que yo me vaya .

- ¿De verdad?

- Sí - me responde .

- Ya te dije que si te vas te busco, si te escondes te encuentro de cualquier manera, eres mía, mi diosa .- Nuestras miradas se quedan fijas, permanecemos así por un momento hasta que me quita el pulóver de la mano poniéndolo sobre la mesa .

- No uses pulover cuando tú y yo estemos solos - me dice .

-¿Porqué no?.- le pregunto confundido, ella toca mis pectorales prendiéndome más de lo que ya estoy, continúa por mi abdomen admirando mis músculos bien definidos mordiéndose el labio inferior.

- Estás tan bueno - murmura mientras pasa las manos por la V que se me define muy bien - no me canso de admirarte, eres tan jodidamente sexy, pareces ser esculpido por el mismísimo Dios .

- ¿Tan bueno estoy?

- Uff buenísimo - besa mi pecho, pasa la lengua como si estuviera ante un delicioso helado y siento como la punta de mi miembro se humedece por lo caliente que estoy.

- Susan ...

- ¿Qué?- dice mientras me besa .

- No hagas eso .

- ¿Por qué no?- continúa y yo estoy como un volcán a punto de estallar, me pone y lo sabe, eso parece prenderla aun más .

- Porque me pone - llevo su mano a mi polla .

- Duro como una roca - susurra sonriendo pasando su mano de arriba a abajo tocándome por encima de la tela .

- Sí mi diosa - me besa y accedo a la invasión de su lengua con ganas . Me vuelve loco el morbo que emana, con ella cerca estoy duro todo el tiempo, las necesidades de querer follarla me avasallan y por ello no paro ni me canso de estar dentro de ella .

- Mi hombre de ojos hermosos, mío solo mío - murmura.

Deja de besarme, me abraza fuerte y tomo su barbilla dándole un beso largo, salvaje con lengua y mordidas .

Entre El Amor Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora