— Ya me perdiste Carlos. — él niega con la cabeza.
— No Susan no .
— Sigue con tu vida, olvídame — digo llorando.
— Para seguir adelante te necesito a ti mi amor .
— Carlos no ...
— ¿Tanto daño te hice para que me rechaces así?, estoy completamente roto Susan ¿acaso no te das cuenta que estoy hecho polvo?— niego — te aseguro que sigues así... vas a acabar conmigo . — dice con los ojos llorosos y una voz débil, quebrantada, desesperada.
— Cada vez que te veo recuerdo tu cara llena de ira y tus hirientes palabras no salen de mi cabeza .
— Lo siento princesa — dice acercándose a mí — Me muero por besarte, por tocarte, por amarte, me muero por ti pero no quiero obligarte a nada.
— ¿Por qué eres tan insistente?.
— Porque estoy loco por ti .
— Eso no es cierto sinó no hubieras hecho lo que hiciste— digo empujándolo pero él me pega más contra su cuerpo agarrándome por la cintura . Pega su frente a la mía con los ojos cerrados y me dice:
— ¿Qué has hecho conmigo?... ¿Por qué no puedo olvidarme de ti? ¿por qué no puedo sacarte de mi cabeza?— estampa sus labios contra los míos, casi nos devoramos a besos y cuando nos separamos nuestras respiraciones estaban aceleradas. Trato de alejarme pero me toma del brazo pegándome contra él y ya no pude evitar volver a besarlo. Lo amaba demasiado. Llevo mi mano a su pelo y él lleva sus manos a mi espalda profundizando el beso, es de esos besos que te llevan al mismísimo cielo, de esos que llevan deliciosas mordidas, succiones dónde las lenguas se rozan creando una sinfonía deliciosa.
— ¿Este beso significa que aceptas volver conmigo ?. — pregunta sobre mi boca.
— No lo sé, no sé que estoy haciendo ahora mismo. — digo casi derretida por sus besos.
— Yo te voy a decir que estamos haciendo de otra manera.
Entonces tomó mi mano y me llevó para adentro de la casa de Anna y Ismael, subimos unas escaleras y entramos a una habitación. Carlos le pone seguro y enseguida se lanza hacia mí a besarme, el deseo era mutuo, nos necesitábamos demasiado, comenzamos a desnudarnos mientras sentía como sus manos me tocaban por todas partes volviéndome loca, una vez desnudos vamos hacia la cama y Carlos vuelve a atrapar mi boca con posesión, con demanda, cuando deja de besarme va hacia mi cuello depositando besos húmedos por toda su extensión y yo jadeo, me abre las piernas y se coloca entre ellas, de repente comenzó a penetrarme lentamente y yo cierro los ojos recibiéndolo completamente. Cuando me tiene completamente penetrada no se mueve, solo me besa .
— Te amo tanto — dice sobre mi boca, entonces comenzó a moverse, a moverse de verdad dejando salir ese instinto salvaje, lo aprieto más contra mí pidiéndole más profundidad y él me la da, comienza a moverse más rápido, más fuerte y yo arqueo mi espalda de puro placer.
La sensación de volver a sentirlo dentro de mí después de tantos días era fantástica, nos besamos mientras sus movimientos eran más duros más intensos, la fricción era tan deliciosa que no pudimos seguir besándonos, nuestros gemidos, gruñidos y jadeos resonaban por toda la habitación mientras el olor a sexo impregnaba el ambiente .
—¡Oh Dios mío!— digo cerca del éxtasis . Carlos aumenta el ritmo jadeando y yo grito, sale de adentro de mí, entra de nuevo con más potencia, jadea mirándome directamente a los ojos y tras varias estocada más se corre y yo lo hago junto con él .
Cuando nos recuperamos volvemos a besarnos y yo me subo sobre él, descanso mi cabeza en su pecho y siento como besa mi frente soltando un respiro de alivio y paz. Levanto mi cabeza y lo beso como por tantos días deseaba hacerlo, sus manos empezaron a acariciar mi espalda y terminaron en mi nalgas apretándolas como tanto le gusta.
Al cabo de un rato continúo sobre mi amor, nos besamos y él vuele a penetrarme y me toma de la cintura insitando a moverme . Él abre la boca dejando salir un jadeo por el placer que mis movimientos le provocan, de momento me toma de la cintura y comienza a darme fuertes estocadas haciéndome gritar y tomar aire entre dientes.
Empiezo a moverme más duro y él jadea, succiono su miembro desde adentro gustosa mientras continúo moviéndome y Carlos grita cerrando los ojos. Vuelve a moverse debajo de mí y ahora la que gritaba era yo, seguimos moviéndonos juntos hasta que yo me corro y luego se corre él . Agotada pongo mi cabeza en su pecho y él me abraza .
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Entre El Amor Y Yo
RomanceTodos tenemos a esa persona que nos ha roto en mil pedazos ,esa persona que hizo que nuestra vida cambiara haciéndonos creer que él amor no existe. Susan Abbey es una joven de 21 años que se pasó dos años enamorada de su crush Isidro el cual amaba p...