Capítulo 20 . Cuando se trata de ti pierdo la razón

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Cinco días después:

Susan

Llega el esperado día en que me voy a vivir junto con Carlos . Es lunes y estoy jodidamente feliz, el fin de semana me fue de maravilla al lado de Carlos, pasamos las horas amándonos como como dos salvajes teniendo corridas mañaneras y nocturnas y disfrutando de los lujos que al él le gustan. El domingo en la noche regreso a mi casa para preparar las cosas de la mudanza . Exactamente hoy tengo mi última prueba, es la del segundo semestre y también la más importante pero estoy más lista que nunca porque Carlos me ayudó a estudiar, Dios le mandó todo lo que cualquier persona puede desear : inteligencia, belleza, dinero y poder .

Llego a la universidad más alegre que nunca, a los 21 años voy a independizarme de mis padres . Rápidamente localizo a mi amigo y nos paramos en el pasillo para hablar sobre las cosas que estudiamos para la prueba, repasamos una y otra vez hasta que ya nos dimos cuenta de que estamos bien preparados. Meto los libros en mi mochila y empezamos a conversar sobre mi mudanza hasta que una voz nos interrumpe .

- Ya se me arruinó el día- escucho, pongo los ojos en blanco y Rubio sonríe con ironía.

- ¿Qué quieres Amanda?- le digo de mala gana mirándola con el ceño fruncido .

- Que te quites de mi camino.— se cruza de brazos y me doy cuenta de que está buscando problemas ya que el pasillo es grande y ella puede pasar por otro lado sin ningún problema.

- Pasa por otro lado, lo que más hay es espacio para tú pasar, si pretendes que me aparte pierdes tu tiempo ya que no lo haré — me cruzo de brazos y Rubio que me conoce muy bien sonríe.

- Sabes que trabajaré con Carlos en su empresa - el comentario me molesta pero no se lo doy a demostrar.

- Sí, lo sé y quiero que sepas que no me agrada para nada la idea — se ríe.

- Te guste o no trabajaremos juntos y quiero que sepas que voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para recuperarlo — suelto una carcajada.

- ¿Sí? ¿de verdad crees que lo vas a recuperar?— hago un puchero en forma de burla — que pena me das, pero bueno ya que estás tan segura de que vas a reconquistarlo adelante, solo te advierto que va a ser en vano — se enoja .

- Perra, voy a acabar contigo ...

— Mide tus palabras, que más perra eres tú que vives de arrastrada mendingándole amor a un hombre que sí te quiere ... pero a millas de él...

— ¡Tú no sabes nada, Carlos y yo vivimos muchas cosas juntos y no vas a venir tú a quitarme lo que es mío!— me grita .

— ¡A mí no me grites!.

— ¡Y a mí no me tientes porque ...!

— ¿Qué? ¿qué harás?— la reto .

— Vas a llorar maldita, cuando me veas con Carlos nuevamente yo soy la que me voy a reír de ti zorra — me amenaza y me le río en la cara .

— Sigue soñando imbécil — le respondo - Es una pena que tú sigas delirando con algo imposible, porque Carlos me quiere a mí .

- Eso es lo que tú crees Susan, ¿no has oído el dicho que donde hubo fuego cenizas quedan? .

- Sí, la he escuchado muchísimas veces, solo que no puede quedar cenizas de algo donde nunca hubo  fuego .

- Estás buscando un bofetón mío - me dice acercándose a mí .

- Inténtalo y verás como tendrás que ir al protesista a ponerte dientes postizos - le digo poniéndome frente a ella, hay determinación por ambas partes, se ríe.

Entre El Amor Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora