Capítulo 22 . Te pertenezco.

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Horas después de lo sucedido en la habitación me levanto de la cama dejando a Carlos acostado boca arriba sonriendo por lo ocurrido y cojo las cosas para terminar de curarle la herida, él por su parte empezó a quejarse diciendo que solo era un rasguño. Decidida me siento a horcajadas sobre él y cojo su mano. Ambos seguimos desnudos. Comienzo a cubrir la herida con una gasa para mantenerla limpia y protegida de agentes externos .

— Primera doctora que veo que cura a su paciente desnuda — bromea Carlos soltando una risita pícara y yo sonrío .

— Si en verdad fuera doctora ahora mismo te pegaría una inyección para que dejes de pensar en perversiones.

— ¿Vas a pincharme más de lo que yo te acabo de pichar?— enseguida siento mis mejillas arder. Aprieto su herida y Carlos jadea por el dolor .

— ¿Porqué hiciste eso?— me pregunta llevándose el dedo a la boca y yo sonrío .

— Para ver si te concentras y así me dejas concentrarme en curarte .— me da un azote y sonríe.

— Ambos estamos desnudos, ¿cómo quieres que me concentre?— no puedo evitar reír.

— ¿Sabes que una pequeña herida como esta puede infectarse y llegar a complicaciones?, déjame curarte y si te portas bien quién sabe y repitamos — le digo con sensualidad, veo el brillo en su mirada y tras sonreír con malicia me deja terminar de vendarlo.

— Bueno ya está — digo intentando bajarme de encima de él pero me lo impide.

— ¿No sé te olvida que me debes algo?

— Que yo sepa no .— Carlos aprieta mis nalgas y sin despegar sus ojos de mis pechos murmura:

— ¿No íbamos a repetir?.

— No, nada de repetir pervertido — digo soltándome de su agarre y saliendo de la cama, Carlos se sienta con una sonrisa torcida, al parecer todo esto le divierte .

— ¿Me porté bien, te dejé curarme y ahora no vas a cumplir con tu palabra?.

— Dije que quien sabe, no era algo seguro. — de repente Carlos y yo empezamos a correr por toda la habitación, él tras de mi y yo huyendo, hasta que cojo una almohada, él coge otra y empezamos a caernos a almohadazos mientras reímos a carcajadas, caemos sobre la cama y nos besamos, era un beso brusco, apasionado, Carlos comienza a tocarme por todas partes volviéndome loca mientras un jadeo sale de mi garganta.

Repetimos y no una sinó dos veces.

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Horas después de habernos saciado decidimos visitar a mis padres. Cuando llegamos a casa mis padres nos reciben con mucho amor .

— ¡Hola mis amores!, pensé que se habían olvidado de mi, ya los extrañaba.— dice mi mamá abrazándonos.

— Jamás nos olvidaremos de usted suegra — le dice Carlos .

—¿Y papá?— pregunto.

— Aquí estoy — dice él apareciendo por la escaleras y cuando llega a nosotros me abraza y luego le da la mano a Carlos saludándolo .

Estuvimos hablando un buen rato, luego Carlos y mi padre se van al patio a conversar dejándonos a mi mamá y a mi solas .

— Y bueno hija , ¿cómo les va?.

— De momento bien .— le digo bajando la cabeza, ella que me conoce muy bien enseguida pregunta :

— ¿Segura que todo está bien?, no lo parece del todo . —Suspiro y luego le digo :

— Es que estoy algo preocupada con este asunto de Carlos y la empresa .

—¿Pero porqué hija?, si es bueno que el avance y que haga realidad sus sueños .

Entre El Amor Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora