Capítulo 30. El juego

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Susan

Nos sentamos en el sofá de la sala para empezar con el juego que le propuse a Carlos y el cuál él aceptó de mala gana .

— Empiezo yo — le digo y él asiente sin importancia — ¿verdad o reto?.

—  En serio no entiendo cómo accedo a tus caprichos de nenaza — responde sin ganas de contestar a mi pregunta .

— No son juegos de nenaza, es un juego pero también es como una conversación.

— Verdad — responde serio .

— ¿Qué hablaron Nataly y tú cuando me fui a mi oficina?— al escuchar mi pregunta sonríe. «Genial acabo de quedar frente a mi novio como una cotilla!»

— Cosas que te pondrán celosa — ahora con más vera quiero saber .

— Dímelo...

— Ya te respondí ahora es mi turno — me dice el muy descarado dejándome con ganas de saber.

— Oye eso no es una respuesta — me quejo y se ríe .

— Sí lo es .

— Pero a medias y eso no es justo.

— Nunca he sido justo — frunzo el ceño molesta.

— Ya se me quitaron las ganas de jugar — me levanto, aveces odio que sea tan patán . Intento irme me toma de la muñeca plantándome sobre sus piernas.

— Te quedas aquí sin pataletas ni berrinches porque no creo en eso y lo sabes— me dice .

— Eres insoportable — me cruzo de brazos ya que sé que forcejear es en vano .

— Ahora me toca a mí...

— No diré nada — le contesto y se ríe enojándome más .

— Tú quisiste jugar y ahora soy yo el que tiene ganas de seguir.

— Pero yo no — se ríe divertido, le encanta molestarme .

— No seas malcriada, te estoy consintiendo como nunca he hecho, así que no me hagas que me arrepienta ...

— Hazlo, no me importa, lo ocultas porque a lo mejor te gustó oír lo que esa zorra te dijo — le reclamo y me besa, sonríe contra mi boca mientras juega con la tela de mi cachetero .

— No seas mala jugadora .

— Quiero saber .

— No te he dicho nada y ya estás celosa — vuelve a besarme .

— Eso no es cierto.

— Sí claro — me dice con sarcasmo — Nataly me dijo que todavía me amaba, que se arrepentía mucho de haberme dejado, que me extrañaba, me deseaba, que tenía varias propiedades que heredó de su padre y quería llevarme lejos con ella — al oír eso levanto las cejas.

— ¿Y qué le dijiste?.

— Es mi turno ahora ¿no?.

— ¡Quiero saber!— me exaspera y se ríe en mi cara .

— Le dije que ya no la amaba, que te amo a ti, que eres mi razón para vivir y no puedo estar sin ti — sonrío con el ego por los cielos .

—Que romántico me has salido — lo abrazo comiéndomelo a besos, me gustó esa respuesta — ¿Y que te respondió?— insisto .

«El juego se fue a la mierda»

— Me dijo que me esperaría el tiempo que fuera necesario, me deseó lo mejor y luego se fue, eso fue todo ¿contenta?

Entre El Amor Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora