| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

|3| Vuelve

Ingresó a su departamento cansado y molesto, no podía aceptar el hecho de haber perdido una pelea. 

Buscó a Kim Dan por todos lados, pero no lo encontró. Quería descargar su ira con alguien, pero no estaba él.

Resignado, simplemente se tiro en la piscina, buscando relajar su cuerpo.

No había almorzado y no pensaba hacerlo, se quedaría entre esas aguas hasta que su cuerpo se arrugue completamente o su ira pase. 

Y lo estaba logrando, relajando su cuerpo en esas aguas tan frías y limpias. 

Pasó una hora, cosa que volvió a molestar a Jaekyung. 

¿Por qué Dan no regresaba? 

¿Acaso había huido? 

No, eso sería imposible, el pelicastaño no tenía a dónde ir. 

Por si acaso, salió de la piscina y revisó la habitación dónde dormía Dan. Ni siquiera se tomó el tiempo de secarse  el cuerpo o cambiarse de ropa.

La habitación estaba abierta, un poco revuelta, con algunas prendas esparcidas por la cama y el ropero abierto.

Se preocupó.

Podía ser cierto que el pelicastaño había desaparecido. 

Timbró a su celular, una, dos, cinco, diez veces. No respondía. 

¿Qué podría hacer? 

¿Cómo podía ser tan caprichoso? 

Ingreso a su propia habitación, se cambió de ropa y salió en busca de los lugares que frecuentaba Dan

Empezó por dicho maloliente lugar que antes había sido su casa. 

Odiaba el hecho de tener que volver a esa putrefacto lugar. Todo estaba demolido, no había nada que buscar, pero esperaba ver al pelicastaño rondando por ahí.

Luego, fue al hospital, suponiendo que estaría ahí. 

No lo encontró.

Preguntó a cada una de las enfermeras y ellas solo le dijeron que recogió las cenizas de su abuela y se fue. 

Incluso había pensado en la casa de Heesung, a quién preguntó inmediatamente. 

—¿Qué? ¿Se te perdió Dan? —preguntó riendo el pelirrosa. 

Jaekyung gruño mientras fruncía el seño. ¿Por qué no podía ser serio? 

—No está conmigo si lo preguntas. —mencionó él. —Quizás quiere su espacio, solo espéralo. No lo asustes. 

¿Quién se creía para aconsejar? 

Solo cortó la llamada y suspiro, intentando pensar un lugar nuevo. 

Recorrió incluso por las tiendas que solía pasar Dan, hasta el gimnasio dónde trabajaba. 

Nada. 

No habían noticias de él. 

Jaekyung volvió a su departamento y tomó un fuerte trago de vino, aquella situación lo estaba desesperando. Había pasado tanto tiempo que el sol se había ocultado y la luna se encontraba en su máximo esplendor, haciendo dar cuenta que era la medianoche. 

"¿Dónde te has metido?" pensó Jaekyung al ver el paso de las horas. 

Dan se encontraba paseando por las calles solitarias. 

Había recogido las cenizas de su abuela y no tenía deseos de volver con Jaekyung. 

Se había enterado por el entrenador que él había perdido la pelea con un novato, por lo que no deseaba cargar con su ira. 

Planeaba simplemente salir, por ahí, almorzar en cualquier lado y volver en la tarde. 

Pero el destino nunca fue tan bueno con él. 

Había pasado por una cafetería, pues era más accesible que un almuerzo normal. 

Tomó dicha bebida con gusto, estaba amarga, como su vida. 

Suspiró mientras sentía el líquido caliente caer por su garganta.

Tenía la sensación de estar observado, pero no dijo nada. 

Había algo que lo incomodaba de las personas sentadas detrás de él. 

Se acerco a los que atendían, en busca de huir de esas miradas. 

—Umm, hola. —susurro buscando no incomodar. —¿Cree que pueda sentarme cerca de aquí? 

La otra persona lo miró. 

—Claro que si. —sonrió mientras servía café. —Soy Oh – Chanwoo. ¿Y tú? 

El ojirosa se mostraba amable, aquel joven le hacía recordar a Dong Gyun. 

—Me llamo Kim Dan. —contestó él. —Un gusto conocerte. 

Después de pasar un tiempo en el café, Dan decidió volver a casa, no era de su preferencia pero debía hacerlo. 

Al verlo incómodo Chanwoo se acercó a él y ambos decidieron pasar la tarde juntos. 

Incluso le propuso trabajar con él, si sentía que necesitaba dinero. 

Dan se vio plenamente agradecido por las acciones del menor. Y aceptó la propuesta. 

Necesitaba dinero, mientras más rápido pagara la deuda que tenía con Jaekyung más fácil sería acabar con toda esa humillación. 

El tiempo corría sin precedentes, la noche llegó, la oscuridad vino. 

—Ya es hora de cerrar. —mencionó Chanwoo. —Nos vemos pronto. 

Intercambiaron números y Dan recibió la paga de la tarde, completamente feliz. Eran aproximadamente las 10 de la noche. 

Conocer a dicha persona había sido un alivio para su corazón tan dolido. 

Aunque podía volver en taxi, decidió ir caminando al departamento, intentando retrasar lo máximo el tiempo de llegada. 

Luego, se arrepentiría de su decisión al verse rodeado por hombres que no conocía, tembló ligeramente sintiéndose amenazado. Debía huir lo más rápido que podía, pero su cuerpo se encontraba paralizado. 

—Vamos a divertirnos contigo. —sonrió de manera perversa el más alto. 

Intento correr pero fue derribado de un puñetazo al suelo. 

El golpe le dolía, siempre sucedía algo así con él. 

Pero esta vez se sintió culpable. Ni siquiera debía estar fuera de casa. 
Era su culpa por quedarse en la calle a tal hora de la noche. 

¿Por qué lo molestaban tanto? Si nunca había hecho algo en contra de alguien.

Siempre había una persona que podía hacer su vida más miserable. Incluso cuando intentara luchar, todo el mundo se encontraba en su contra. 

Fugazmente, pensó en aquel pelinegro que había logrado salvarlo en una situación parecida. 

Sería improbable, pero realmente deseaba verlo. 

No. 

No debía hacerse falsas ilusiones, Jaekyung no iría por él. Probablemente se encontraba furioso y lo golpearía cuando lo encuentre. 

Kim Dan, nunca pudo pensar que el pelinegro estuvo esperando toda la noche y este no volvió.

Solo cerró sus ojos, esperando lo peor. 

Continuará... 

Disculpen el retraso, acabo de dar un examen importante. 

A partir de esta semana publicaré solo 1 cap por semana (si tengo tiempo quizás le sorprenda con otro cap)