| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

|40| Reclamo

¿Cómo se atrevía a preguntar algo así? 

Dan suspiro un poco, ¿cómo es que con una simple pregunta su enojo anterior se fuera disipando? 

"¿Estás bien?" era una pregunta con una respuesta demasiado extensa para saber qué debía responder exactamente, algo que limitaría a "mal" "bien" o "como siempre"

—-Ni siquiera yo mismo sé como me siento —- fue lo que respondió el pelicastaño —- ¿Qué esperas que te diga? 

El menor se acercó lentamente, sin decir ninguna palabra más. Él tampoco sabía que esperaba de esa conversación, las cosas se habían vuelto demasiado tensas e incómodas para poder procesarlo. 

—-¿Me odias? —- preguntó repentinamente el menor —-Quiero que seas sincero conmigo, así podré... —- no pudo completar la frase, no quería alejarse del pelicastaño. Además, fue interrumpido por este. 

—- No te odio —- contestó inmediatamente el mayor, diciendo completamente la verdad. Ni siquiera si le hubiera preguntado eso hace unas cuantas semanas, hubiera cambiado de opinión —-Nunca te odie. 

Ese fue un alivio completo para el corazón del pelinegro quién había empezado a pensar que un alma tan buena como la de Dan, poseía albergar sentimientos tan negativos en su mente por su culpa.

—-Eres una persona abusiva, nunca tomas en cuenta los sentimientos de los demás —-continuó el mayor —- Agresivo, impulsivo, controlador, perfeccionista y... Extraño. 

El menor fruncio un poco el ceño, ¿por qué le decía todo eso? Aunque no podía refutar nada de lo dicho, era casi su descripción. 

—-Crees que los demás te harán caso y estarán bajo tus órdenes solo por tu presencia, ni siquiera tienes el más mínimo respeto por los que te rodean —-susurro el pelicastaño, su objetivo inicial no había sido reclamarle, pero le servía de desahogo —- Muchas personas te valoran, incluso ante tu complicado carácter... Pero, a veces ni siquiera te pones a pensar en lo afortunado que eres. 

El menor se quedó en silencio, apreciaba el hecho de qué Dan poco a poco iba explicando sus verdaderos sentimientos. Y sabía que este podía hablar por mucho tiempo más. 

—-Eres un gran campeón, tu disciplina es demasiado sorprendente y estás bajo mucha presión, porque sientes que nadie te apreciaría si no fueras campeón, aunque es mentira... La admiración de los demás no es solo por tu título—- susurro el mayor —- Ser tan insoportable con los demás por estrés, hace que todos quieran alejarse. Incluso el respeto que te tienen, se pierde. Y en mi caso... No soporto estar cerca de alguien así. 

Jaekyung ya no sabía que decir o qué hacer, no iba a negar que sus palabras lo enojaban, pero tampoco podía reclamarle, después de todo, Dan no estaba mintiendo con lo que decía. 

—-Di todo de mí para hacer un buen trabajo, estaba todo el día pendiente de tu salud —- susurro el pelicastaño —- Incluso hacía cosas que no me competen, no ponía ningún límite y... Deje que hicieras uso de mí como te plazca.

Era algo obvio que en su momento, Jaekyung no se había dado cuenta. Creyendo que el mayor estaría a su lado para siempre, sin oportunidad de irse. 

—- No te odio, porque... Fue mi propia decisión el mantenerme en esas condiciones a tu lado —- admitió el mayor —- Pude haberme ido muchisimo antes. No debí esperar a que las cosas se pusieran complicadas... 

Incluso en esa situación, Dan solo podía echarse la culpa de lo sucedido. Sentía que no había sido lo suficientemente valiente para poner sus propios límites, para salir tan pronto pudiera. 

Se molestaba consigo mismo por haber sido tan dependiente, haber querido mantenerse siempre al lado del menor, quería sentir calidez y protección. Le daba miedo estar solo en la vida, sin ninguna motivación ni apoyo. 

Se cegó, sus sentimientos lo bloquearon, haciéndole sentir que debería estar siempre cerca del pelinegro porque este sería el único que podía ayudarlo y a pesar de su carácter, podría ser su salvación. Y no había estado del todo equivocado, hubo un buen tiempo en el qué Jaekyung fue su sostén, tanto económico como emocional... Pero, no le valía recordar esos momentos, porque los malos ratos superaban en mucho lo bueno que pudo haber hecho. 

—-Lo siento, Dan —- susurro Jaekyung, no era común en él, pero debía admitir que había cometido errores muy graves. 

Ambos se sumieron en un silencio un poco tenso, momento en el que el pelinegro se puso a pensar. Aunque quería con desesperación volver a ver al pelicastaño, que este vuelva a trabajar para él, notar su mirada llena de melancolía y tristeza le hacía dudar. 

¿Por qué hacerle más daño? Recién en ese momento, pudo entender que debía dejarlo ir. Ya no debería insistir más, no quería hostigarlo de esa manera. 

—- Lamento todos los malos momentos que viviste a mi lado —- comentó el menor —- No volveré a molestarte y si es posible, trataré de alejarme lo máximo posible. 

El pelicastaño suspiro un poco, no creía lo que escuchaba, nunca pensó que Jaekyung se rendiría de esa manera cuando hace unos días estaba haciendo un drama en la casa de Jiwon. Pero, se alivió al escucharlo. 

—- Aunque, tienes que saber —- susurro el menor sin intentar sonar desesperado —- Que siempre estaré disponible para cualquier cosa que me pidas.

Dan fruncio ligeramente el ceño, él sería la última persona que pediría un favor, así que solo lo escuchó y negó. 

—- No voy a cobrarte ni pedirte nada por los favores que te puedo brindar —- aclaró este —- Siempre será como una manera de disculparme por todo el daño que te causé. 

El pelicastaño no sabía que responder, no quería agradecer así que se quedó callado, esperaba que el menor terminara de hablar para poder irse y descansar. 

—- Otra cosa —- dijo el pelinegro con una bondad no propia de él, quizás estaba siendo afectado por toda la situación y la culpa que tenía —- No me pagues la deuda. 

Dan abrió fuertemente los ojos ante esa declaración, ¿había escuchado bien? ¿Se refería a absolutamente toda su deuda? ¿Aquella que ascendía a más de 150 000 dólares? 

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚... 

¿Qué les pareció el cap? 

¿Jaekyung y Dan están más tranquilos entre ellos? El pelinegro reflexionando y el pelicastaño siendo más valiente y poniendo sus límites mientras analiza todo racionalmente.