| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

|34| Favores

𝘒𝘪𝘮 𝘋𝘢𝘯

Un día nuevo, Dan se encontraba más recuperado que antes, aunque su mirada no volvía a ser la misma, sus moretones habían desaparecido. Y toda marca física de aquel día, se había borrado de su piel. 

Había pasado un mes desde que dejó el Penthouse, y se sentía más tranquilo que antes, aunque no podía afirmar si en algún momento volvería a tener una vida normal. 

Quería salir a trabajar o cualquier cosa, pero Dong Gyun se había negado profundamente, pues sabía que cada día que pasaba, Jaekyung lo buscaba con más desesperación. 

—- Quiero salir, ya estoy mejor —- mencionó el pelicastaño mirando al suelo. 

El peli marrón suspiro un poco resignado, no tenía nada en contra de que saliera pero cierto temor rondaba su mente. 

¿Y si... Jaekyung lo encontraba? 

—- Solo un poco más, por favor —- susurro el peli marrón —- Siento, que... Aún no puedes encontrarte con él, ¿verdad? 

Dan lo miro fijamente, ¿se refería al pelinegro? 

-— Yo... —- dijo Dong Gyun —- En algún momento tendras que enfrentarlo, pero por el momento... Sería bueno que descanses. No te presiones mucho. 

—- No puedo depender siempre de tu amabilidad —- mencionó el mayor —- En algún momento, tendré que volver a trabajar. 

El menor, tomó sus manos, indicando que se encontraba preocupado por la situación y que al mismo tiempo no lo dejaría solo. 

—- Solo llevas dos semanas aquí —- dijo firmemente este —- Puedes quedarte hasta un año con nosotros, no tenemos ningún problema. 

El mayor asintió, tranquilo por la amabilidad del menor. No quería abusar de su confianza, pero verdaderamente sentía que necesitaba más descanso. 

Y estar en ese lugar era bueno para él, su corazón se sentía menos vacío cuando escuchaba sonreír al pelimarrón.

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𝘑𝘰𝘰 𝘑𝘢𝘦𝘬𝘺𝘶𝘯𝘨

Si antes se encontraba desesperado, ahora era más que enfadado. Pues pasó lo impensable en su vida... Había perdido. 

Completamente perdido, su título como campeón invencible, se había desvanecido. Su racha de victorias perfectas, invicto... Ya no estaba. 

Sus sueños, su meta, para lo que existía... Su único propósito de vida, se había esfumado. 

Bueno, no había perdido el combate en sí, ¿pero un empate no es lo mismo que una pérdida? 

Antes él solo denotaba perfección, pero... Ahora, era un simple campeón más, con la posibilidad de ser derrotado.

Y eso, no era lo que más le enfureció. 

Lo que más le chocó, fue que nadie estaba ahí para él. Ni siquiera para darle un mínimo ánimo, una palabra de aliento o simplemente una frase de "La próxima lo harás mejor, hiciste un gran trabajo"

Sabía que la única persona que podría comprender lo que verdaderamente quería, era Dan. 

Incluso si lo hubiera alejado, el pequeño pelicastaño mostraría su rostro impresionado e intentaría dar lo mejor de él para subirle el ánimo. 

Pero ninguno de sus compañeros hizo, ni dijo nada. Todos, últimamente se habían alejado de de su lado. Y sabía que era su culpa, ignorar a todos e insultarlos, pero verdaderamente estaba estresado. 

No podía creer que había pasado un mes de la huida del mayor y eso... ¿Cómo el tiempo había pasado tan rápido? 

Sus ojeras se volvían cada vez más pronunciadas pues no podía dormir, al recordar el rostro del mayor, indicándole una y otra vez "Lo odio" "Joo Jaekyung, te odio", como si estuviera destinado a ser castigado de esa manera y afectado por sus acciones. 

—- ¿Qué crees que haces aquí? —- preguntó agotada una persona que normalmente no visitaría. 

—- Tio —- mencionó con desagrado el menor —- Vine a hacer un trato con el abuelo. 

Bueno... Se había prometido nunca pedir un favor a su estúpida " familia", pero ahí se veía, delante del edificio Joo, con la mirada algo baja, sintiéndose estúpido por haber incumplido su propia promesa. Pero sabía, que tarde o temprano, ellos le ayudarían más de lo que cualquier persona podría hacer. Pues, dicha gente tenía mucho poder. 

—- Adelante —- dijo a regañadientes el mayor, que era un peli marrón con los ojos de color negro. Ambos caminaron hasta llegar a la oficina del anciano mayor, que era el abuelo de Jaekyung. Y a su costado, estaban otros familiares ejecutivos.

—- Buenos días, gran jefe Joo —- reverenció el menor poniéndose de rodillas, sintiéndose algo afectado, pues odiaba mostrar excesivo respeto a una persona. 

—- Jaekyung, es una sorpresa verte por aquí —- habló el pelinegro mayor, a pesar de su edad, no mostraba ninguna cana y sus ojos observaban todo de manera profunda —- El mes pasado dijiste que nunca vendrías por este edificio. 

El menor desvió la mirada, asintiendo y apretando los puños. 

Realmente no quería estar ahí, sus pies estaban deseos de salir corriendo. Le incomodaba ese ambiente pesado entre sus familiares y las miradas llenas de odio que le mostraban.

—- Incluso dijiste que preferirías morir antes que involucrarte con nosotros —- mencionó el mayor parándose de su asiento y acercándose con su bastón hacia su nieto. 

No, no era que el anciano caminaba mal o estaba lastimado del pie. Aquel bastón podría ser usado como un arma y golpear a quién le moleste. 

—- Vine a pedirle un favor —- dijo Jaekyung —- Le prometo que trabajaré dos semanas para usted si lo cumple. 

Todos los presentes abriendo los ojos fuertemente, sorprendidos ante lo dicho por el menor. No creían haber escuchado bien.

El siempre libre, siempre rebelde, Joo Jaekyung, ¿había decidido trabajar con ellos por cuenta propia?

—- Un mes —- habló el anciano —- Y olvídate de tus absurdos campeonatos, solo te dedicarás a la empresa. 

Jaekyung fruncio el ceño, eso era mucho pedir... Realmente se estaba arrepintiendo de esa decisión, pero... ¿De qué le servía seguir entrenando si su mente no podía concentrarse en nada desde que Dan lo dejó? 

—-Solo si haces lo que te digo hoy mismo —- dijo el menor como última condición —- Si lo encuentras hoy, cumpliré tu solicitud sin quejarme. 

El anciano sonrió, oh, definitivamente eso sería divertido. 

—- ¿Qué tengo que hacer? —- preguntó el mayor

Continuará...

¿Creen que su familia pueda encontrar a Dan?

Poco a poco veremos el lado del pelicastaño, pero iré poniendo pequeños adelantos de dónde está.