| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

|28| Aléjate de mi

Habían pasado semanas, Jaekyung se comportaba extrañamente bien con él. 

Hacía el desayuno todos los días, preguntaba si se encontraba bien, le sonreía en ocasiones y escuchaba cada cosa que el mayor tenía que decir. 

Eso le hizo bajar la guardia por un momento, a la segunda semana comenzó a sonreír nuevamente y a la cuarta semana había "olvidado" todo lo que había pasado. 

Ya para la sexta semana, incluso llegaba a sonrojarse cuando el pelinegro se acercaba demasiado.

Y para la octava semana, todas sus ideas de huir habían desaparecido. 

Concluyendo de esa manera dos meses desde el incidente. 

—- Hoy voy a salir —- mencionó el menor —- Llegaré un poco tarde, así que descansa bien y come algo.

Acarició con delicadeza, revoloteando sus cabellos y se retiró del lugar. Dejando a un Dan tranquilo pero un poco triste, no recordaba la última vez que había quedado solo en tan grande Penthouse. 

Salió a comprar algo para cocinar y comer, cuando vio a un pequeño niño siendo llevado por sus padres completamente sonriente y contento. 

Su corazón latió con fiereza ante esa imagen, anhelando ese mismo cariño.

Volvió al departamento, que estaba tan silencioso que podía escuchar su respiración. Fue a cocinar un poco, para luego comer. 

El lugar tan vació solo hacía que su mente de vueltas.

Suspiro, sintiéndose algo extraño, pues la cantidad de pensamientos que rondaban en su mente le hacía doler el pecho.

Quizás en ese momento no lo sintió por el enojo constante que tuvo al conocer a sus padres y los demás altercados que sucedieron después.

Pero, ahora, en la soledad de su habitación, con casi nada de luz rodeándolo. Pudo sentir, la decepción de haberse esperanzado en ellos, el anhelo de querer tener una familia bien formada y que lo quisiera mucho.

Las lágrimas salían sin que él pudiera controlarlas.

Su corazón se sentía comprimido y aprisionado por el desprecio de sus progenitores, por el abandono de su abuelita.

Era algo extraño, solo un breve momento de tristeza, que se alargó por horas recordando toda su infancia y las muchas cosas que hubiera deseado pero se negaba admitir.

Dio un largo suspiro intentando calmarse y enumerar las cosas buenas que tenía en la vida.

Un trabajo, relativamente estable, buenos amigos.

¿Un jefe que estaba mejorando su carácter?

¡¿A quién engañaba?!

Si Jaekyung lo trataba mejor que antes, es por la mínima decencia humana que debería existir.

Ni siquiera lo podía considerar un buen trato.

Paso de estar enojado y triste a frustrado.
No con Jaekyung, si no, consigo mismo.

¿Por qué a pesar de toda la desgracia que vivía al lado del pelinegro, quería aferrarse a él?

Sabía el daño que le hizo, sus acciones no podrían borrarse fácilmente.

¿Por qué lo perdonaba?

¿Qué es lo que le atraía de él?

Nuevamente, se puso a pensar en lo idiota que era al enamorarse. Pero, debía ver algo positivo en Jaekyung, ¿verdad?