| Nada que perder | Jinx [Jaekyung x Dan]

| Especial 10k | 🔥

| 𝘈𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘊𝘰𝘮𝘱𝘦𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 | 

Los días de sexo antes de una competencia eran especialmente intensos y feroces. 

Pero ese día, Dan fue el que inició todo eso y pidió más en continuación. 

Desde la muerte de su abuelita quería la sensación de no tener que pensar en nada más, y el sexo le daba eso. 

Envolverse con Jaekyung, le hacía perder la mente por completo, dejando su mente nublada sin ninguna preocupación, más que el pene del pelinegro entrando y saliendo de su interior.

Cuando llegó a su orgasmo tan deseado, sintió como todo su cuerpo temblaba con fiereza, soltando un suspiro lleno de liberación. 

Jaekyung, no lo iba a dejar descansar. 

Oh, claro que no. 

Especialmente porque el pelicastaño lo había provocado constantemente con sus dulces y eróticas palabras. 

Repitiendo una y otra vez —- Más... AGh más... Quiero que me cojas más fuerte.

Volviendo a introducirse dentro del mayor, recibiendo un jadeo profundo de este.

—- Agua —- susurro el fisioterapeuta —- Tengo sed.

El pelinegro rió ante esa petición, no tendría ningún problema en cumplir esa petición.

Cargó con cuidado al mayor, aún teniendo su miembro en dicho interior tan exquisito, haciendo que el más pequeño se aferre a sus hombros.

Dan sintió como el miembro del pelinegro se enterraba cada vez más profundo en su interior, haciéndole gemir por cada paso que este daba. 

—- AGh... Umm-... Ngh... —- jadeaba el pelicastaño, arañando la espalda del menor repetidas veces, gimiendo a su oído.  

Jaekyung sonrió, definitivamente disfrutaba escuchar esos dulces sonidos salir de la boca del mayor. 

Sonidos que se detuvieron un poco cuando por fin había llegado a la cocina, tomando una botella de agua del refrigerador.

Bebió un sorbo de esta, para luego besar lentamente al mayor, dejando que todo ese líquido pase y refresque toda su garganta. 

Volvió a hacer el mismo acto, hasta que fue el mismo Dan quién exigió que continuara.

—- Ya basta Jae —- susurro el pelicastaño —- Sigue moviéndote. 

El pelinegro sonrió ante tal respuesta, adoraba cada vez que Dan se volvía demandante. 

Lo empujó tan rápido, dejándolo contra la pared, con una mano agarrando su cintura y con otra elevando sus brazos.

Volvió a los movimientos fuertes que estaba haciendo antes en el piso de arriba.

Sacando y metiendo su miembro, empujando firmemente en el punto G del mayor, para luego saborear con energía los labios del pelicastaño, chupando y lamiéndolos, dejándolo al otro sin aire y con dificultades para respirar.

 Dan arqueó su espalda cuando llegó al orgasmo, sintiendo nuevamente todo su cuerpo temblar y su corazón latir rápidamente.

Sintiendo lo apretado que se ponía el mayor, Jaekyung gruño sintiendo como también se encontraba cerca de su liberación, dando una estocada final, llenando por completo de semen al pequeño, un líquido tan espeso, blanquecino y salado recorría por su interior.

—- Ugh, es un poco incómodo —- susurro el pelinegro refiriéndose a cargar a Dan mientras lo embestía. 

Buscaría una nueva posición, no se le ocurrió algo mejor que llevarlo y dejarlo en la mesa, con Dan de espaldas.