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La tarde es soleada y brillante. Danna le roba a Francisco un dulce y corre lejos de él. Él sonríe y se levanta para perseguirla. Ambos corretean en los jardines del Santuario como si fueran dos niños, alegres y sin preocupaciones.
-Si vienes conmigo te daré dos dulces.
-¿Solo dos?- ella le hace un puchero que a él le derrite.
-Bueno, tres- sonríe pícaramente mientras se los da. Ella los toma y abre el envoltorio de uno con suma concentración.
-Eres un organista muy tacaño, ¿Sabés?
-Seré un gran tacaño, excepto a lo que a mi novia refiere- responde.- Ahora, si me disculpas...- le arrebata uno y corre hacia la fuente, con ella riendo y pisándole los talones, su vestido largo ondeando al viento como una bandera.

A lo lejos, Manuel y el padre Ricardo observan la escena desde un vitral abatible. Su hermana no sabe que él está ahí, y al ver la escena, no puede dejar de pensar de que en un parqueo de un centro médico capitalino, él hacia exactamente lo mismo con...
-Parecen tal para cual- musita para sí, mas su hermano le escucha.- Parecen de esas personas que ya estaban destinadas a conocerse.
-Como la gran mayoría de parejas.- murmura Manuel.
-Como Isabela y vos.
-Justamente.
-Sus vidas parecen como sacadas de un cuento de hadas. Ustedes desde la cuna, pero ellos... Liberados de las ataduras de los villanos...
-¿Te atrevés a decir liberados? Cargarán ese trauma por el resto de sus vidas, especialmente nuestra hermanita.
-Como si nosotros no cargaramos algún trauma. No me refiero a Isa, sino a nosotros como hermanos. Nuestros padres, la negación de madre, el saber que Nacho es medio hermano... Pero Francisco y Danuchka pueden por lo menos tratar de sanarse entre ellos. Y de todos nosotros, vos sos el menos afectado.
-Es complicado tratar de asimilarlo... ¿Y vos qué se supone andás haciendo aquí?
-Es mi día libre, y además...- baja la voz, aunque la sacristía está desierta- tengo cita médica. Ya sabes... He tenido cierta mejoría, pero la última recaída casi mato al padre Eddy del susto. Y psicológicamente sigo preocupado por Danna, y ya Gregorio no tiene nada que ver.
-Adivino...
-Ese tipo está loco, Manuel.
-No lo conozco, el que lo conoce es Ignacio.
-¿Llegar a Colonial a amenazarme o algo así? ¿Quién, en su sano juicio, va hasta Colonial a decir tonterías? Gracias a él, Eddy tuvo que romper la puerta del baño para encontrarme medio muerto, menos mal había otra en el salón parroquial.
-Solo espero que no le haga más daño a Danna ni a tío...

De vuelta en el jardín, se han comido ambos los chocolates en un rincón junto a la casetilla de la guardia, escondidos de los fieles y peregrinos.
-Ya casi me tengo que ir, voy para la universidad.
-Un último empujón- comenta ella. Él asiente, suspirando aliviado y con un ligero remordimiento pues le ha mentido. Realmente, va a acompañar a Gregorio a la Merced. No quiere decirle la verdad, especialmente por si algo malo pasa.
-¿Nos vemos el miércoles? Hugo anda enfadado que no he vuelto a la casa. Tuvo la delicadeza de dejarme un papel con insultos en el órgano- se queja.
-Ya sabes cómo es... Y claro, vente desde temprano si quieres. Café y pan no faltan.
El pitido del tren suena a lo lejos.
-Debo irme ya- murmura Francisco, con cierto apuro.
Ella se levanta y le da un beso en la mejilla.
-¿Te acompaño a la estación?
-No, no hace falta- ella ladea la cabeza y él mira sobre su hombro- Tu hermano nos está viendo.
-Manuel es un metiche- se ríe ella.
-Manuel no, Ricardo.
Efectivamente, Ricardo ha cambiado de opinión y ha bajado a los jardines. Al divisarlo, Danna vuelve a besar a Francisco y sale veloz al encuentro de su hermano, fundiéndose con él en un abrazo sumamente emotivo. Saluda al sacerdote con un movimiento de cabeza y se aleja por detrás del Santuario, saltándose el muro y corre a las bodegas, donde acordó verse con el Corista.

Tal y como imaginaba, el Corista le está esperando, tumbado sobre unas piedras mientras fuma un cigarrillo. Le saluda con un choque de puños.
-¿Y bien, ahora qué?- le pregunta.
-Iremos en tren, aunque me den claustrofobia son el medio más rápido. ¿Qué le dijiste?
Está claro que se refiere a Danna.
-Que iba a la Universidad. Es creíble, teniendo en cuenta que pronto acaba el semestre.
-Es lo mejor, al menos hoy- el Corista tira al suelo la colilla y la aplasta con el tacón de su botín.

DELIRIUM ✨ (Todos Merecemos Amor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora