Never Trust A Snake (Traducción).

Capítulo Trece

'Verdades'

Mientras Hadrian lentamente recuperaba la conciencia, escuchó la suave voz de Lucius Malfoy combinada con una carcajada que solo podía pertenecer a Bellatrix Lestrange.

Sus ojos se abrieron lentamente, permitiéndole registrar su entorno. Un gran salón, probablemente todavía dentro de la mansión, solo con él, Lucius y Bellatrix adentro. Hadrian descubrió rápidamente que estaba atado a una silla con cuerdas mágicas.

"Ah, parece que nuestro invitado está despierto" Dijo el señor Malfoy arrastrando las palabras. Sus ojos grises se dirigieron hacia Hadrian, quien tenía una expresión poco divertida en su rostro.

"La mayoría tardaría al menos un día entero en recuperarse de esa cantidad de sangre perdida, pero a ti solo te tomó una hora" Continuó él rubio.

Hadrian gruñó en respuesta mientras se giraba, intentando mirar más a su alrededor.

En algún momento le habían quitado la chaqueta y estaba arrugada en el suelo. Esto dejó abierta a la vista la nueva marca que trazaba su antebrazo. La calavera negra y la serpiente bailando sobre la piel, como burlándose de Hadrian.

Dejó escapar un suspiro, no era un castigo tan malo, sin embargo, sin duda haría su vida más difícil. Especialmente si los Potter estuvieran allí.

"¡Ahora! Está claro que la luz te envió como espía para descubrir quién tomó la marca. Mi señor desea respuestas" Afirmó Lucius, atrayendo la atención de Hadrian hacia los dos Mortífagos.

Rápidamente notó el cruce de ojos entre los dos, luego el frasco de líquido en la mano de Bellatrix. La mujer de cabello oscuro rápidamente se acercó a él, agarrando su rostro con rudeza.

Hadrian lanzó un estallido de magia, empujando a Bellatrix hacia Lucius y enviándolos a ambos al suelo. Una sonrisa se formó en su rostro mientras los veía ponerse de pie, empujándose y tirando uno del otro. Muy poco profesional.

"Bebe el Veritaserum" Una voz oscura y escalofriante resonó en la habitación. La voz de Lord Voldemort vino desde detrás de la puerta, su magia invadió la habitación. Se sintió asfixiante mientras parecía envolver a Hadrian, manteniéndolo quieto.

Hadrian se estremeció involuntariamente al sentir la magia envolviendo sus extremidades y su cuerpo. Incapaz de moverse mientras Bellatrix forzaba la poción embotellada a bajar por su garganta, obligándolo a tragar tapándole la nariz y la boca con una mano.

"¿Por qué te haces llamar Hadrian Black? Según la evidencia que encontramos, eres Harry Potter, quien pareció desaparecer después de unos años" Continuó el Sr. Malfoy, mirando inquieto hacia la puerta mientras la magia de Voldemort se retiraba lentamente.

"Elegí el nombre Black porque era su heredero y mi padrino siempre había sido amable conmigo. Renuncié al nombre Potter para nunca estar asociado con ellos" Escupió Hadrian con voz monótona, un efecto del Veritaserum que demostró que estaba funcionando.

"¿Cómo una pequeña familia perfecta de luz crió a un Slytherin?" Bellatrix se burló acercándose para burlarse de Hadrian. La respuesta resonó por la habitación, generando confusión para algunos, pero comprensión para otros.

"No lo hicieron"

El señor Malfoy, aunque era considerado oscuro y, por tanto, malvado, siempre había sido un hombre de familia. Constantemente priorizaba a su familia: su bella esposa, Narcissa, y su hijo, Draco.

Debido a las costumbres de sangre pura que mantenía James Potter y muchas familias de magos, incluidos los Malfoy, fueron invitados a algunas grandes fiestas de cumpleaños. Lucius siempre había notado al niño más pequeño y delgado que pasaba desapercibido para la mayoría, incluidos James y Lily.

Su profundo amor por su propio hijo había llevado a Lucius a investigar cuando no había visto al pequeño niño en un gran evento mágico. Harry Potter parecía desvanecerse, hasta la noticia de su muerte durante una aparente visita a sus familiares.

Cuando Lucius escuchó que estaba vivo y que era muy poderoso, quedó extremadamente sorprendido.

"¿Qué pasó?" El hombre gruñó. Para los magos, especialmente los de sangre pura, la familia lo era todo. Los niños mágicos debían ser apreciados y amados.

"Después de que Evan se convirtió en el niño-que-vivió, James y Lily no tuvieron tiempo para mí. Pensaron que yo era un squib y me enviaron a vivir con los parientes muggles de Lily. Me quedé allí hasta que los maté y escapé" Hadrian respondió con la misma voz misteriosa y monótona, enviando escalofríos a la gente que escuchaba.

El rostro de Bellatrix se había transformado en una sonrisa malvada combinada con ojos vidriosos de locura. Este sentimiento obviamente se extendió hacia el Señor Oscuro, mientras una risa siniestra resonó detrás de la puerta.

"No eres exactamente ligero, ¿verdad, Potter?" Preguntó Voldemort después de que el crujido de la puerta terminó.

Con el paso del tiempo, Voldemort pudo recibir una forma física. Desafortunadamente, debido a que aún no tenía la sangre de quien lo derrotó, fue una forma temporal. Usando rituales oscuros, la piedra filosofal y la sangre de serpiente, como sustituto, le habían dejado un cuerpo pálido y parecido a una serpiente.

"No." Respondió la voz monótona, aún bajo los efectos del Veritaserum. Otra risita se escapó de los pálidos labios.

"Parece que tenemos un nuevo Mortífago entre nuestro círculo íntimo" Siseó Voldemort, girándose hacia los dos interrogadores.

"Necesitaré tanta gente dentro de Hogwarts como sea posible, si queremos llegar al 'niño dorado' de la luz. Oh, cómo disfrutaré viendo el miedo en sus horribles ojos" Admitió el Señor Oscuro, con una mano huesuda en forma de garra. descansando sobre su barbilla.

"¿Sus ojos?" Bellatrix cuestionó, su rostro se arrugó por la confusión mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Lucius, para su molestia.

"Lo último que recuerdo. Esos ojos verdes que coincidían con la maldición que usé" Afirmó Voldemort. Vagando por la tierra como un espíritu, sin cuerpo, siempre había visto esos ojos cuando cerraba los suyos. El color era embriagador, intrépido, mortal. Le recordó a la maldición que usaba con tanta frecuencia y que al final tanto temía.

Siguió la respuesta a su pregunta no formulada. El Veritaserum efectuó la voz, enviando tanto miedo como emoción recorriendo su columna vertebral.

Una sonrisa malvada pronto se extendió por sus rasgos reptilianos cuando las palabras asimilaron. Sin embargo, su propia sospecha dejó en el distrito un rastro de incredulidad.

"Evan no tiene ojos verdes"

***

"Llorame un río hasta que te ahogues en el lago"