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Días después, era jueves y ya estaban en horario de recreo, todos estaban jugando, hablando o paseando a excepción del trio dorado, ellos estaban ocultos en la vuelta de un pasillo vacío mientras planeaban alguna cosa.

—Mione tu sabes que no me gusta juzgarte, pero dudo que esto funcione— susurró agachado al lado de su amiga.

—yo sigo sin entender por qué estoy aquí, ni siquiera sé que estamos haciendo— dijo Ron confundido y con el ceño levemente fruncido asomándose por sobre el hombro de su amigo.

—estamos esperando a Malfoy.

—¡¿Malfoy?! ¡yo no quiero ver a ese!— gritó sorprendido ante la respuesta de su amiga.

—Ron haz silencio porfavor — pidió Harry.

—¡Pero Harry!

—Ronald o haces silencio o al que encerraremos con Malfoy será a tí— lo hizo callar Hermione.

—¿me encerraras con Malfoy?— preguntó Harry confundido mirando directamente a su amiga.

—eh...— musitó sintiéndose atrapada y miró hacia el pasillo viendo como se asomaba Draco —¡viene Malfoy! ¡Apresúrate y entra a esa aula!— le dió un pequeño empujón a Harry en forma de indicarle que entrara.

Harry hizo caso y se levantó del piso y comenzó a caminar hacia el pasillo saliendo de donde estaba oculto con sus amigos. Hizo como si no estuviera viendo a Draco y caminó hacía adentro del aula que su amiga le había indicado mientras que Draco por su parte, llevó automáticamente su mirada hacia Harry y una sonrisa maliciosa se asomó en sus labios al momento que lo vio entrar a aquél salón el cual sabía que estaba vacío.

Al adentrarse unos pasos en el aula, se quedó mirando, era bastante acogedor a pesar de ser un aula, las pocas mesas y sillas que habían estaban apartadas a las paredes del lugar, dejando espacio al medio, habían tres grandes ventanas con algunos vidrios de colores en la parte inferior de estas las cuales dejaban entrar el sol iluminando por completo el vacío lugar. Se quedó tan embobado mirando que cuando Draco entró y cerró la puerta por detrás de ellos haciendo que Harry diera un respingo y se girara automáticamente hacia atrás.

—¿que era lo que veía San Potter?— preguntó con burla hacía el chico de lentes acercándose con lentitud.

—solo quería estar solo un rato— dijo sonando seco y desconfiado. A Draco se le hacía extremadamente atractivo e interesante que Harry no le hiciera caso, a pesar de desesperarlo a veces, realmente provocaba ganas de acercarse aún más a el y tenerlo a su lado lo más rápido posible, aunque tampoco le molestaría que fuera cariñoso y pegajoso.

—Mmhh...— murmuró ahora estando frente a aquel chico más bajo que el mismo —¿no prefieres de mi compañía?

—no— se alejó unos cuantos pasos con el ceño fruncido en señal de disgusto. —y en todo caso, ¿tu que haces aquí?

—nada realmente— respondió con una sonrisa y siguió acercándose a él hasta que lo llevó contra una de las paredes acorralandolo. —solo que al contrario de tí, yo si quiero verte.

—¿para qué? No tiene sentido seguir molestando— le dijo sintiéndose nervioso, pero feliz al mismo tiempo ya que el plan de su amiga iba a la perfección.

—eres lindo— dijo sin mucho rodeo haciendo que Harry se sorprendiera, pero decidió simplemente ignorarlo.

—y tu molesto— respondió mirando directamente a los ojos de Draco logrando callarlo con tan solo esa mirada.

Harry aprovechó para poner sus manos en los hombros de Draco tal y como Hermione le había indicado logrando sorprenderlo para luego pasar lentamente por sus brazos como si los estuviera contorneando, y a pesar de que su mirada al principio era de concentración, poco a poco se fue relajando y llevó su mirada a la de Draco. De un momento para otro, ya tenía sus manos colocadas de forma delicada y natural en los hombros de Draco nuevamente.

Malfoy totalmente embobado e hipnotizado por los movimientos de su "enemigo", puso sus manos en la cintura de Harry comenzando a atraerlo poco a poco hacia él sintiendo sus brazos alrededor de su cuello en un abrazo. Su mirada se fue directo a aquellos rosados labios que tanto había estado deseando y se inclinó hasta poder alcanzarlos con la ayuda de Harry, quien colaboró poniéndose de puntillas para alcanzarlo mientras se abrazaba a Draco en modo de afirmarse.

Malfoy pegó su cuerpo al de Potter mientras disfrutaba de la sensación de sus suaves y dulces labios y de poder afirmar esa delgada cintura y ese cuerpo igual de delgado que tanto había estado deseando y lo hacían querer cada vez más y no volver a soltarlo.

Debido a la falta de oxígeno, tuvieron que separarse de aquel beso, sin embargo, sus cuerpos aún seguían juntos abrazándose. Harry respiraba algo agitado y sus mejillas estaban muy rojas y desviaba su mirada de la Draco con vergüenza.

—ah... ¿que fue eso?— musitó a forma de pregunta.

—¿no sabes lo que es?— respondió con una burlona sonrisa y agarró su mentón con suavidad para elevarlo obligandolo a mirarlo y dió un corto beso en sus labios —¿necesito volver a hacerlo para que sepas?

—deja de hacer eso y sueltame, quiero irme.

—claro, quieres irte...— se movió con el chico de lentes hasta una mesa cercana y lo sentó sobre esta para ponerse entre sus piernas y volver a rodear su cintura.

—quieres irte, pero me permites moverte y aún me estás abrazando— sonrió apegándose un poco más al cuerpo contrario. —y a pesar de que quieres que te suelte, no me has alejado como lo haces siempre.

Harry sintió sus mejillas arder de vergüenza pero simplemente decidió dejarse y abrazó a Draco con debilidad ocultando su rostro en el hombro de este, y a pesar de ser un gesto tan simple, hizo el corazón de Draco dar un vuelco y corresponder su abrazo.

—entonces, ¿si quieres irte?

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el comportamiento de MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora