Capítulo 1 ♤ Cara de ángel

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Estoy hambriento cariño
Déjame poner mis labios en algo
Déjame envolver mis dientes alrededor del mundo

-Hozier
Eat your young

~ ♤ ~

—¿Cuántos años tenía?

—Tenía ocho

Exhalo sorprendido mientras se llevaba la mano al pecho. —¿Qué no le da vergüenza?— dijo indignado —Córtale el pito

Hagamos una pausa, antes de llegar aquí remontemonos al inicio del día, o mejor aún, el inicio de la semana. Anthony J. Crowley, porqué sí, su segundo nombre es J, o al menos eso dice, es hijo de los dueños de la mejor cadena de cacinos en todo Estados Unidos y Europa; obvio como cada negocio tiene su lado oscuro, rumores más, rumores menos, el caso es que los rumores son ciertos. Lucifer Hell o mejor conocido en el bajo mundo como Hades, no amaso su dinero invirtiendo en casinos donde deudores y retirados van a invertir pocos cientos de dólares, pero la historia de cómo Luke llegó hasta dónde está es para más adelante, ahora centrémonos en su hijo: Crowley, duque del maldito infierno.

Crowley ahora se hace cargo de los negocios de su padre, lleva el apellido en alto no sólo para la sociedad moralmente cuestionable, sino para los "delincuentes" que prácticamente lo respetaban, en este mundo de drogas, sexo y muerte a Crowley se le conocía por su poca cordura, su nula compasión y su extraña fascinación por la sangre, lo que nos lleva a este momento.

Crowley tenia un aroma de perro entrenado para las cosas raras o al menos eso presumía tener y quizás después de todo no estaba tan equivocado, afortunadamente para él, siempre tenia a los mejores de su lado. 

-Aquí tiene su espresso doble Mr. C – dijo el mesero que siempre atendía a Crowley, ya lo conocían a la perfección así que le tenía lista su orden en cuanto entraba.

-Gracias Josh – Crowley le guiño el ojo antes de verlo de manera coqueta.

Ed solo rio mientras negaba con la cabeza al ver a su amigo y socio coqueteando sin medida como siempre. 

-Dios, Crowley. Eres un desgraciado, ese tipo casi casi te abre las piernas siempre y tú te diviertes provocándolo, ¿por qué nunca te lo has tirado? Uno mas o uno menos a tu lista, da igual. 

Crowley lo volteo a ver divertido – Me conoces Eddie, lo mío son los rubios, no pelinegros ni castaños, rubios.

El pelirrojo tomó de un solo sorbo su cafeína y posteriormente movió su cabeza tronando su cuello buscando relajar sus músculos.

-Pero ajá – Crowley tomó su carta de poker de la suerte la cual era la carta del bufón y mientras le daba vueltas entre sus dedos siguió hablando – Como te decía, siento que hay algún puto traidor, no me preguntes como sé porque ni yo se, pero lo siento, lo presiento. 

Ed se quedó pensando antes de hablar – Yo digo que comencemos a ponerles pequeñas trampas y en cuanto se repita un patrón vayamos directo contra ese pendejo soplón y le quitemos la piel mientras está vivo y así agonice el maldito, eso es lo mío. 

Crowley se sintió complacido al escuchar eso, un despellejamiento seria perfecto para dar una lección.

-E incluso sabes que Eddie, cuando sea así lo haremos frente a todos para que así si hay algún otro maldito bastardo aprendan lo que va a pasar. 

Ambos amigos se sonrieron mientras seguían hablando del tema y pensando en las probabilidades. 

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Obsesión y Lujuria {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora