Capítulo 13 ♤ Morir

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Nadie te prepara para las consecuencias que conlleva arrebatar una vida.

—Gabriel, déjame entrar

Ni siquiera lo pensó, fue un instinto. Este hombre ni siquiera lo vio a él, lo tenía de frente y aún así fue completamente invisible, pero eso no significó que estuvieran fuera de peligro, al contrario, iba detrás de Aziraphale, y advertirle sería delatar su posición.

Desde que tiene memoria siempre ha querido proteger a sus hermanos de toda la porquería que envuelve a la familia, ese era su momento de demostrarlo.

—¡Gabriel!

No supo de dónde sacó el valor, pero en menos de lo que lo esperaba ya tenía una gran roca en la mano, lo suficientemente grande como para golpearlo y dejarlo inconsciente, pero cuando dio el primer golpe, el resto de ellos vinieron desprevenidos, y es que sentía tanto coraje e impotencia que solo se dejó dominar, fueron una ola de sentimientos los que lo arrastraron mar adentro, cayó en cuenta cuando sintió las manos de su hermano sobre él, ahí miró hacia abajo y se encontró con sangre, piel y cerebro por todos lados, incluso en sus manos.

—Gabriel, por favor— y desde la noche no se atreve a salir de la habitación. Llegó la mañana y él no es capaz de poner un pie fuera por la vergüenza de haberle arrebatado a alguien la vida aún cuando juró no hacerlo nunca. —Amor— pero su esposa era insistente y perseverante.

—Por favor, solo dame un momento— respondió él en un hilo de voz débil y cansado.

—Te di toda la noche, por favor, necesito saber qué pasó, déjame acompañarte

Y aun con las súplicas de su mujer él decidió quedarse dentro.

La sombra más obscura nace de la luz más brillante, y el demonio más cruel nace del ángel más bondadoso… ahora lo sabe.

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Y aunque quería quedarse con Gabriel, sus deberes le exigían su presencia.

Había llegado a la oficina muy temprano, con el ajetreo de la noche no pudo conciliar el sueño, pero aún así aquí estaba, fingiendo, pretendiendo que la estabilidad de su familia no se venía abajo por la inestabilidad de su hermano. Para las nueve de la mañana los miembros de la mesa directiva comenzaban a llegar para la junta mensual, Loki fue el primero en llegar, conversaba con el nuevo asociado, un hombre de Turquía, piel morena, barba corta y bien estilizada, un rostro perfilado, cabello chino y ojos del color del café, su altura era impresionante y cargaba un porte imponente, callado, serio y misterioso, había captado la atención de Archangel al pisar la oficina, se escondía detrás del dispensador de agua observando todo a su alrededor, ¿acaso ya sabrá que lo están mirando?

—¿Y Gabriel?

—No vendrá— respondió Aziraphale a la pregunta de Ed.

Charlie y su abuelo acababan de llegar, la santa trinidad ya estaba ahí.

Padre: Archangel.
Hijo: Sionis.
Espíritu santo: Hell.

En cuanto Donald puso un pie en el piso todos corrieron dentro de la sala de conferencias.

—¿Le pasó algo?

—Fue a cazar, mató a un siervo y de ahí asesinó a alguien— Azira hizo el intento de entrar a la sala cuando Ed lo detuvo para sacarse a sí mismo de dudas.

—¿Qué?

—Es complicado, te contaré más tarde, hay que entrar porque no iniciarán sin nosotros, lo sabes

—Bien, pero ¿Gabe está bien?

—Sí— respondió con suspiro —Lo estará

—Mándale todo mi apoyo a Beelz, seguro no la está pasando bien

Obsesión y Lujuria {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora