Capítulo 16 ♤ Huye de mi

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Siempre lo he dicho y siempre lo diré: la ignorancia muchas veces es felicidad. Pero para un padre esa jamás será una opción.

A la mitad de la ciudad, en un café de alto prestigio, estaba el señor Hell. Revolvía la azúcar en su café mientras el señor Demir frente a él lo observaba con una sonrisa curiosa.

—Creo que lo subestima señor Hell

—Creo que sabes más de lo que yo sé, René, y por eso acudo a ti. Sólo estoy cuidando a mi hijo. ¿De cuánto estamos hablando?

—Se equivoca conmigo. Nací en una familia con dinero, ninguna cantidad que me ofrezca va a tentarme

Luke sonrió, bajó la mirada y bebió de su café pensando en una manera, creyó conocerlo, pero este hombre era tan misterioso como serio.

—Ayúdame a ayudarme. Dime, ¿qué es lo que quieres?

—Lo que yo quiero usted no puede dármelo

René se inclinó hacia enfrente tomando su copa de vino.

No iba a ceder.

Por el reflejo del cristal del restaurante logró ver dos hombres en motocicleta, venían lento. El sonido del motor se amplifico al punto en el que lo único que escuchaba era eso.

Todo pasó tan rápido.

El hombre en la moto sacó un arma con toda la intención de dispararle a Luke, su reacción fue inclinarse y tomar a René del saco para empujarlo hacia abajo de la mesa; justo a tiempo. La bala impactó el cristal fraccionandolo en miles de pedacitos que caían como gotas de lluvia sobre su piel; eran tan finos y casi imperceptibles que el corte en la carne era limpio, pero lo suficientemente escandaloso como para hacerlo sangrar.

Tomó segundos para caer en cuenta, el aroma del plomo y el sonido de los gritos lo aturdidan tanto que no podía pensar claro.

Se incorporó sobre sus rodillas volteando sobre su hombro para ver al hombre del arma bajar de la motocicleta y dirigirse directo hacia él. No le dio tiempo de reaccionar cuando lo tomó del cuello del saco y lo jaló sobre el suelo y los vidrios rotos. Luke trataba de tomar al hombre del brazo para hacer que lo soltara, pero había aplicado la suficiente presión como para asfixiarlo con su propia camisa.

Estiraba las manos tratando de alcanzar algo que lo liberará, hasta que sintió un cristal, lo tomó y con todas sus fuerzas se lo clavó al hombre en la mano, el dolor fue tal que lo soltó de inmediato dándole unos segundos para respirar y actuar. No iba a matarlo, iba a sacarle información, pero René se le adelantó y mientras él tomaba aire, el otro se encargaba de romperle el cuello a quien los había atacado.

—¿Estás bien?— preguntó René sin dificultad para respirar.

Luke solo pudo asentir, cada bocanada de aire era una tortura para él, sentía que entre más esfuerzo hacía más estaba al borde del desmayo.

—¿Era para ti o para mi?

—Venían dos, creo que era para ambos— respondió Luke al ver al otro alejándose en la motocicleta. —Y sí vinieron por ti y por mi entonces no sólo nos cazan a los dos

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Tic-tac señor Archangel.

Salvas a uno y matas al otro, o salvas al otro y matas a uno. Decide ya.

La casa de los Hell siempre le había parecido muy fría, como los cuentos sobre el castillo de transylvania, un lugar enorme con vibras pesadas y sombras en cada rincón, pero ahora veía que la única sombra era él, porque las paredes de esta casa contaban las historias de la familia en la que él hubiera querido nacer.

Obsesión y Lujuria {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora