Capítulo 15 ♤ Huye conmigo

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—Huye conmigo

Un alma en pena divaga entre el limbo de la agonía y la culpa en busca de paz y descanso para su dolor, mientras tanto es un remolino de sentimientos y emociones confusas en las que predominan la culpa y el enojo, y al final esos sentimientos convierten a la persona en un agujero negro que absorbe todo a su paso para hacerlo añicos y reducirlo a polvo, y Aziraphale no quería que ese mismo agujero negro alcanzará a Beelz.

—¿Qué haces aquí? ¿No estabas con Gabriel en Balmoral?

—Las cosas no salieron como esperaba. Tengo que hablar con Beelz

No esperó al día siguiente para volver a la ciudad, ninguno de los dos lo hizo, y mientras Charlie llevaba a Gabriel a su casa, Aziraphale iba a la residencia de Roman para ver lo que pasaría de ahora en adelante.

La nueva versión de su hermano era una bomba de tiempo, una pequeña sacudida y entonces todo explotaría, por eso debía mantener a todo el que pudiera lejos de él.

Roman se dio cuenta de la urgencia de esta situación y no iba a negarse, después de todo, esto también le importaba.

—Pasa

Se hizo a un lado y le dio paso a Aziraphale para cerrar la puerta por detrás de él y escoltarlo hasta la habitación donde la tenía.

—¿Qué ocurrió con Gabriel?

—Ese ya no es Gabriel, es una versión distorsionada de él

—Hable con precisión señor Archangel

Aziraphale no estaba de humor para las bromas y comentarios imprudentes de Sionis, se detuvo a medio pasillo y se dio vuelta para encararlo con una actitud molesta.

—Mi hermano, señor Sionis, está indispuesto en todos los sentidos, parece que se le zafó un tornillo

—¿Cuál es el pronóstico?

—La verdad es que el panorama se ve muy oscuro

—¿Aziraphale?— la voz de Beelz en la habitación al fondo del pasillo se alzó sobre la de ellos.

Ambos miraron hacia la puerta entreabierta y suspiraron sabiendo que esto sería más difícil para ella de lo que es para ellos.

Al entrar a la habitación Aziraphale se dio cuenta de que Beelz estaba ansiosa por recibir noticias positivas de su esposo, tal vez no una recuperación al 100% porqué después de todo era un trauma, pero sí al menos un avance. Y qué feo ser quién tenga que apagar esa luz en sus ojos.

—¿Cómo está Gabriel? ¿Por qué volviste tan pronto?

Aziraphale se tomó un par de segundos para poder responder a su pregunta, pensó mucho lo que le diría. No iba a suavizar la caída, merecía saber la verdad.

—Lo mejor será que tanto tu como el bebé se mantengan lejos de él— la sonrisa en su rostro se disipó —Gabriel no está bien, y necesita más de dos semanas para recuperarse, si es que eso es posible

—¿Qué haremos de mientras?

—No podemos mantenerla aquí por siempre, pero tampoco puede pisar nuestras residencias, nadie debe de enterarse de ese bebé

Y mientras el par de caballeros discutían sobre su futuro, ella trataba de asimilar la dura realidad de la situación, y la verdad era que su futuro y el de su bebé pendía de un hilo.

—Quiero hablar con él— habló ella muy firme y decidida.

—No es posible, no

—Es mi esposo Aziraphale, tengo derecho a tomar la decisión por mi misma

Obsesión y Lujuria {AziraCrow}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora