Obsesión y Lujuria {AziraCrow}

Capítulo 7 ♤ Comprado

Emitiendo una chispa
Al otro lado de la habitación tus ojos brillan en la oscuridad
Y aquí vamos de nuevo
Conocemos el principio
Conocemos el final
"Amos de la escena"
Ya lo hemos hecho todo
Y ahora volvemos por más

-Abba
Voulez-Vous

~♤~

Salvarle la vida a alguien muchas veces tiene un costo significativo muy alto, la vida es un precio que no se puede pagar, aunque la misma palabra de Dios dice: ojo por ojo, vida por vida...

—El gran Aziraphale Archangel. ¿Tratas de usurpar mi puesto como el mayor mentiroso?

—Oh, jamás lo haría, tú me superas en eso

—Ahora comienzo a dudarlo

—¿Sí? ¿Por qué?— cuestionó Aziraphale dándose la vuelta para mirar a quien le hablaba mientras bebía de su copa y sonreía picaramente, sabiendo que lo que hacía no era nada más que divertirse, pero ¿cuánto peligro puedes correr por divertirte?

—Anthony está loco Aziraphale, cuando se entere dios sabe qué hará

—Soy intocable— bufó con soberbia —Que intente ponerme una mano encima y le corto los dedos. Para su mala suerte se topó con un loco peor que él

—Verdaderamente siento compasión por él, no sabe qué sacrilegio le espera contigo

Aziraphale soltó una risita burlona, volteó a ver a sus niñas jugando con el par de gemelos de cabello negro, niños preciosos que tanto él como el resto de los que estaban en esta fiesta debían cuidar.

—Se parecen mucho a ti

—Pues gracias, los hice yo— bromeó Loki levantando su copa a modo de brindis por su par de gemelos. Balder y  Tyr.

—¿Y a Sky? ¿No la hiciste tu?

Sylvie, esposa de Loki y Mobius, un matrimonio de tres, bastante modernos, pero le quedaba a la situación. Se integró a la plática con una pequeña de un año y medio en sus brazos, ella, a diferencia de sus hermanos tenía el pelo rubio y sus ojos eran más claros, como los de Sylvie o Mobius, pero en realidad no importaba, los tres niños eran de los tres y no había poder en esta tierra que los hiciera cambiar de opinión.

Loki era un gran padre, amaba a sus niños más que a nada en este mundo. Le hizo mimos a la pequeña en los brazos de su madre provocando las rogizijantes carcajadas de la chiquilla.

—Claro que es mi hija— se inclinó y tomó la mano de la niña —¿verdad que sí? ¿De quién más sacaste ese encanto?

—¿De mi?— habló Mobius. Apareció comiendo palomitas.

—De ninguno de los dos, el encanto es 100% mío, y si nos permiten Skadi y yo nos retiramos, dejemos a tus papás hablar de sangre y muerte— dijo haciendo la voz más chillona.

—Oí lo que hiciste con la cabeza— mencionó Mobius —me gustó el detalle de la lengua.

—¿Lo viste?— preguntó Aziraphale con emoción —No creí que nadie lo notará

—Si me preguntas es un poco exagerado, pero estuvo bien

—Gracias, me esforcé

Muriel iba pasando cuando los escuchó hablar de sus fechorías, abrió los ojos de la sorpresa, así que decidió interferir.

—Oigan, muchachos, les agradecería que no hablaran de eso aquí, hay muchos niños y muchos papás, evitenme la pena de sacarlos de la oreja

Los tres se quedaron callados observando y sonriendo, Sylvie se había sentado en el césped bajo una sombra para jugar con Sky, la niña reía y corría de un lado a otro pero siempre volvía a los brazos de su madre.