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Caminé durante unos minutos después de eso, esta nueva mordida en mi pierna, sin duda, estaba doliendo un poco más que las veces anteriores y no entendía porqué. 

Solo podía caminar y caminar, no sabía hacia donde habían ido los chicos, pero sin duda, no debía estar lejos de ellos y ahora lo estaba y mucho.

-¡Chicos!.- en un momento de desesperación grité, había pasado ya media hora y no los podía encontrar, eso me estaba asustando.- 

-¿Sam?.- una voz detrás de un auto llamó mi atención, me acerqué y mi rostro de preocupación cambio a una emocionado al ver a las tres personas detrás de el.-

-¡Jotos!.- exclamé tirándome contra ellos, los escuché reír.- ¿A ti que te paso?.- pregunté confundida al ver a Vicky con una mano en la cintura.- 

-Me apuñalaron.- contestó con una mueca, mi sonrisa se borró ante eso.- 

-¿Qué? ¿Quién fue el imbécil?.- 

-Un idiota que nos robó provisiones, se fue por allí, no pude alcanzarlo.- Valdo contestó.- 

-¿Por qué estás sola? ¿Los demás? ¿Qué acaso quieres que te coman?.- Nuvia comenzó a preguntar y solo pude mirarla. No tenía idea de donde estaban los demás.- 

-No sé dónde están, nos separamos hace un rato, yo... No, no quiero que lo hagan.- aunque ya lo hicieron y por eso estoy aquí.- ¿Te ayudo? Lo mejor será movernos rápido.- le extendí una mano a Vicky, ella la tomó con dificultad, mi molestia creció más cuando vi donde antes había estado sentada, había un charco de sangre.- 

-Tenemos que conseguir algo para vendarla rápido, va a desmayarse en cualquier momento.- Valdo habló mientras pasaba su brazo por la espalda de mi amiga, yo pase su brazo libre por mis hombros y entre los tres comenzamos a caminar.- 

Íbamos bien, creo. Por alguna extraña razón, mi "instinto" me decía que vaya a cierto lugar, aunque no estaba segura de eso, confié, pues después de todo, es lo único que queda, ya que no tenía otra opción.

En un momento Valdo se cansó y Vicky ya no podía caminar, solo pude levantarla en brazos y seguir caminando, Nuvia y Mariana me miraron sorprendidos, Vicky hubiera hecho lo mismo si tuviera los ojos abiertos.

-¿Qué chingados wey? ¿De acá a cuando eres tan fuerte?.- Nuvia preguntó mientras se ponía frente a mí.-

-No vamos a llegar y ella en serio no va a despertar, les explicó todo más tarde.- el pecho de Vicky ahora subía de manera casi imperceptible, podía escuchar su corazón, pero no estaba segura de por cuanto.- 

Al casi no escucharlo, corrí, en serio tenía que llegar rápido a donde este nuevo instinto me estaba llevando, los chicos corrieron detrás de mí, llegamos a una pequeña tienda, confundida la miré, antes de ver por un espacio no cubierto, una cabellera conocida, golpeé la puerta y llamé su atención. 

-Soy Sam chicos, ¡Abran!.- 

-¡Wey, hasta que llegas! ¡No sabía cómo verga controlarlos!.- Guada fue la que abrió la puerta, sus ojos se abrieron al ver a mi amiga entre mis brazos.- Pasen, pasen.- se hizo a un lado y cuando los cuatro estuvimos dentro, volvió a cerrar la puerta.- 

-¡Nuvia!.- escuché a Abril gritar, ella corrió a abrazar a la recién llegada, con miedo, dejé a Vicky en el suelo, su corazón ya era casi imposible de oír, sus latidos iban lento y con una gran diferencia entre ellos, como si estuvieran cortándose.- 

-¿Sabes que ella no va a sobrevivir verdad?.- la voz de Guada llamó mi atención mientras los demás se saludaban.- Les dije que mejor se queden alejados, ¿Qué tal si la llevamos más lejos?.- señaló con la cabeza una puerta y asentí.- 

-Resiste Vicky, por favor... Ya voy a salvarte.- le dije mientras entrabamos en lo que parecía ser una oficina.- No puedes dejarnos, no ahora, debemos permanecer juntos.-

-¡Sam!.- un gritó me hizo voltear, Ama estaba parada en la puerta.- ¡Osvaldo esta golpeando a Miguel!.- solo la miré, ¿Y a mí qué?.- 

-¿Y? ¿Qué quieres que haga? Estoy ocupada.- señalé a Vicky, quien ya casi no respiraba, las lágrimas comenzaron a caer por mis ojos.- Ve con ella Guada, sepáralos o déjalo que lo mate, pero sal.- asintió y se alejó, sabía que Ama iba a decir algo, pero Guada la empujó.- 

Me senté junto a Vicky y tomé su mano, solo podía ver como su pecho ya no subía. Una estúpida idea paso por mi cabeza, su corazón se escuchaba, podía aguantar unos minutos más.

-Perdóname por esto, Vicky... Pero es la única forma.- murmuré mientras acercaba mi rostro a su brazo. Mordí y arranqué un pequeño pedazo. Esperé por un rato, podía escuchar a los demás discutir, podía oír los lentos latidos de su corazón, creí que había sido en vano, pero su corazón comenzó a latir rápidamente, su pecho subía y bajaba, sus ojos se abrieron y asustada quedó sentada en su lugar.- Chingado.- murmuré, no creía que funcionaría... No creía que en serio Vicky me estaría mirando, mientras su cuello se ponía verde por las venas notables y la sangre en su herida ahora se ponía oscura y no de forma normal.- 

-¿Qué carajos hiciste?.- sonaba asustada, solo pude mirarla.- 

-Te convertí en algo que iba a salvarte... Lo siento, Vicky... Ahora solo queda esperar.- contesté.- Queda esperar si seguiremos así o nos volveremos uno de ellos.- señalé con mi índice una pequeña ventana en la cual se podía ver el costado de un rostro deforme.- Lo siento.- murmuré por última vez antes de que ella cayera desmayada, espero que esto haya valido la pena.- 

Streamers In The ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora