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Llegué a una casa, podía sentir el aroma de los chicos mezclados, supongo que estaban todos en una misma habitación. 

Me acerqué y toqué la puerta, después de asegurarme de que estaba cerrada.

-¿Sam?.- una voz al otro lado de la puerta preguntó. Sonreí al reconocerla como la de Ari.- 

-Si, ¿Puedes abrirme?.- contesté, la puerta se abrió enseguida y antes de darme cuenta, estaba contra el piso con ella encima mío abrazándome.- Oye, relájate, ¿Qué pasa?.- mi brazo desocupado paso por su espalda.- Reaccionas como si no me hubieras visto por meses.-

-¡¿Eres pendeja o qué, wey?! ¡Ha pasado una semana!.- mis ojos se abrieron ante eso, ¿Una semana?.- 

-¿Una semana? Pero, pero si, es imposible que haya estado desmayada por una semana.- 

-¡¿Estuviste desmayada?!.- si, su voz ahora sonaba como una octava más aguda de lo normal, negué.- ¡Imbécil!.- ahora estaba sentada sobre mi estomago mientras recibía golpes en el pecho de su parte.- ¿Cómo mierda te desmayaste?.- preguntó, dejo de verme para ver hacia arriba.- ¿Y dónde chingados esta Vicky?.- mi mirada decayó ante la pregunta.- ¿Sam?.-

-Ella... Ella.- me costaba más de lo que creí decir que la había dejado ir.- 

-Dime por favor que ella no... No se transformó en eso.- ¿Te enojarías si te digo que yo soy como ellos? ¿Te enojarías si te digo que por mi culpa ella ahora es... eso?.- 

-No, ella... ¿Podemos entrar?.- no contesté y solo me incorporé para quedar sentada, con ella todavía encima mío.- ¿Por favor?.- hablé una vez más, cayendo en cuenta de lo que pasaba, ella en serio estaba arriba mío y yo todavía la abrazaba por la espalda.-

-No sabía que eras exhibicionista wey.- una voz me hizo ver detrás de Ari, Guada estaba apoyada contra el marco de la puerta con una sonrisa.- Si quieren les consigo un cuarto en el motel de aquí cerca.- bromeó, Ari salió de arriba mío y me extendió una mano para ayudarme a pararme.-

-Ay cállate, ¿Quieres?.- habló Abril pasando a un lado de mi amiga.- 

-¿Y tú amiga la caníbal?.- preguntó poniendo una mano en mi pecho antes de que entrará.- Pasaron cinco días, Samantha, ¿Qué chingadera paso en esos cinco días?.- 

-¿Podemos hablarlo adentro?.- 

-Si, claro, pero primero ve a saludar a los niños, no han dejado de llorar.- eso hizo que me diera una puntada en mi corazón.- 

Entré y los busqué con la mirada, ambos se abrazaban sobre un sofá en cuestionables condiciones. Me acerqué lentamente, con miedo a asustarlos y con un leve dolor aun en las costillas.

-No deben llorar por pendejos, menos si la pendeja soy yo.- hablé junto a ellos. Me miraron antes de tirarse contra mí, una mueca se posó en mi cara ante el dolor que me provocó el impacto.- Hola.- saludé con una sonrisa.-

-¡Sí volviste! ¡Inés dijo que no lo harías!.- miré a la ex de mi amiga con molestia, ella solo me sonrió de forma burlona, la voy a matar.-

-Wey, neta tú si eres una pendeja, ¿Te das cuenta, no?.- le hablé enojada.- ¿Cómo chingados se te ocurre decirle eso a los niños?.- pregunté a punto de acercarme a ella.- 

-Nadie va a morir hoy, ¿De acuerdo?.- Guada me detuvo y susurró eso a en mi oído, solo tensé la mandíbula antes de tirarme en el sofá de cuestionable condición.- 

-¿Te duele?.- Sofia señaló mi cuello, la miré confundida antes de caer en cuenta de la herida, la tapé rápidamente.- Ya lo saben, no tienes porqué taparlo.- 

-¿Qué? ¿A qué te refieres con que lo saben?.-

-Les dije que has estado pasando por... Una extraña enfermedad.- Guada habló.-

-¿Y saben de Vicky?.- 

-Oh, eso... Nuvia está allá atrás esperándola.- señaló un largo pasillo, tragué grueso ante eso.- Ve a hablar con ella.- negué, no estaba lista para eso.-

-Todavía no hablé mucho con los niños, ya sabes... Podría hablar un rato más con ellos.- 

-Ve Sam, nosotros podemos esperar.- Alba habló con una sonrisa.- ¿Verdad, Manu?.- el niño asintió, los miré mal.- 

-Ya hablaron, ve, ella necesita saberlo, sea lo que sea que haya pasado.- 

-De acuerdo... ¿Neta tengo que hacerlo, wey?.- pregunté en voz baja al levantarme.-

-Si, claro que si.- 

Solo suspiré mientras comenzaba a caminar. Crucé el largo pasillo, llegué a dos puertas, una estaba entreabierta, la otra completamente cerrada. Me acerqué a la primera toqué tres veces, esperando una respuesta, pero no la obtuve. Me acerqué a la segunda toqué dos veces, esta vez, si obtuve una respuesta, un simple "pase" pero podía sentir la tristeza en la voz de Nuvia.

-Hola... .- hablé mientras entraba.- ¿Te encuentras bien?.- pregunté.- 

-Oh, creí... Creí que era Vicky.- se acercó a mí con una mueca.-

-Si, lo sé... Pero ella, ella no va a... Venir.- dije con dificultad, ¿Qué se supone que debía decirle ahora? ¿Cómo le explicaba lo qué había sucedido?.- 

-¿Cómo qué no va a venir? ¿De qué hablas, Sam?.- 

-Nuvia, ella... Ella se fue... Sé que, es difícil de escuchar, pero... Ella creyó que sería lo mejor.-

-¿Lo mejor? ¿Para quién? .- su voz ahora se escuchaba molesta.- 

-Vicky se transformó en algo que no podemos controlar, Nuvia. No quiere lastimarlos, la mejor opción para ella fue irse.- 

-¿Se transformó? ¿De qué chingados hablas? ¿La mordieron?.- 

-Cuando la salvé, la tuve que morder y yo... Yo ya no soy como tú, soy más como ellos y al parecer, ella lo es aún más.- sus ojos se abrieron en grande.- 

-¿La mordiste?.- corrigió su pregunta.-

-Si hubiera tenido otra opción, te juro que la hubiera tomado, pero, no la había... Y tuve que hacerlo, no quería, pero tenía que.- 

-¡La mordiste y ni siquiera está aquí contigo!.- me empujó enojada, solo la deje.- 

-Ella quiso irse, ¡Me rompió las costillas con tal de no volver!.- contesté.- ¡Me mordió y eso la orillo a esto!.-

-¿Te mordió?.- ¿Acaso estaba sorda?.- ¿Eso te lo hizo ella?.- señaló mi cuello, asentí lentamente.- 

-No lo hizo porque quiso.- respondí.- Haré que vuelva, Nuvia, ella va a volver y podrán, podrán hacer esas cosas de pareja que hacen normalmente, pero, con una siendo un zombie posiblemente mutado y bueno, rodeadas de zombies.- una risa se escapó de sus labios.- Dame tiempo, ¿Bueno? Haré lo que pueda.- 

-¿Qué fue lo último que te dijo?.- preguntó al abrazarme.-

-Me pidió que te dijera que te amaba, que lo hacía y mucho, Vicky siempre te amará, este aquí o este al otro lado del mundo... Así que tranquila, que haré que vuelva, quiera o no.- 

-Eso espero, Sam... Eso espero.- 

¿Tenía que dejar de prometer tanto? Sí, tenía que hacerlo, pero no podía evitarlo, complejo de heroína, supongo. 

Streamers In The ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora