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Habían pasado ya tres días desde que vimos a Vicky.

Las calles seguían desiertas, era muy preocupante, seguía sin entender qué estaba pasando.

¿Acaso todo había acabado? ¿Era eso posible?.

El sol todavía no se asomaba, el reloj en la pared marcaba las 05:12 am. Era momento de irme. En la sala de la casa, Guada y Sofía dormían apoyadas contra el sofá, las miré un segundo antes de acercarme y taparlas con la manta que durante la noche les había dado para que se taparan, pues estaban en huelga por no dejarlas ir conmigo. 

-¿Ya te vas?.- una voz detrás de mí me hizo saltar del susto, giré con los ojos abiertos. Abril.- Lo siento, pensé que habías escuchado mis pasos.-

-Estaba concentrada en otra cosa.- señalé a las chicas.- ¿Qué haces despierta tan temprano? Ni siquiera amaneció.- dije mientras me alejaba de mis amigas para que no me escucharán y no se despertarán.-

-No puedo dormir... ¿Te vas sin nada?.- señaló mi cuerpo y asentí.-

-No tengo nada para llevarme, aparte de la ropa que deje anoche en el auto.- me encogí de hombros.- Deberías irte a acostar.- murmuré mientras me acercaba a la puerta.- 

-No deberías dejar a Guada aquí, no será bueno para ella.- me giré confundida.-

-¿Por qué no sería bueno?.- alcé una ceja.-

-Porque Inés es capaz de muchas cosas solo para volver a tenerla, Sam y nosotros solo estamos siendo un "estorbo".- fruncí el ceño.- Ella mató a su equipo a propósito para quedarse con nosotros, nadie les hizo nada.- 

-¿Y tú cómo chingados sabes eso?.- me acerqué a ella con molestia.- ¿Cómo lo sabes, Abril?.-

-Yo... La escuché, esta mal de la cabeza, hablaba sola, decía lo que haría, estaba armando un plan, uno que solo puede llevarse a cabo si tú no estás cerca de Guada.-

-¿Qué verga te dijo esa pendeja?.- pregunté, después de lo que le dijo a los niños hace unos días, de lo que les dijo a los chicos, sabía que algo completamente estúpido había dicho.-

-Dijo... Dijo que iba a matar a Ama, Sam, yo no... Yo no quería decirte todo eso... Pero era la única forma de alejarla de Ama.- su voz se entrecortaba, sus ojos estaban llorosos, mierda, no ahora Ari, no.- 

-La voy a matar.- fue lo primero que salió de mi boca, comencé a caminar por el pasillo, llegando a la primera puerta, ni siquiera toqué, solo entré y me acerqué a la única cama ahí. Inés dormía tapada hasta la cabeza, la destapé y levanté.- ¿Eres pendeja de nacimiento o prácticas?.- pregunté una vez que abrió los ojos, la empuje contra una de las paredes poniendo una de mis manos en su cuello.-

-¡¿Qué mierda te pasa, idiota?!.- 

-¿Crees que puedes venir de la nada a chingarnos? ¿Crees que puedes intimidar a mis amigos como si fueras intocable? ¿Crees que puedes jugar a ser Dios?.- la presión sobre su cuello se hacía más fuerte a cada segundo.- Tienes dos opciones Inés o te vas o te mato.- su ojos se abrieron, su corazón se aceleró, se le dificultaba tragar.-

-¡Sam! ¿Qué haces?.- escuché a Guada, no me giré, solo seguí mirando fijamente a Inés.- Sam.- volvió a llamar.-

-Esta imbécil está tratando de jugar a ser Dios y no puedo permitir eso, Guada.- hablé.- Solo ha dicho y hecho estupideces desde que llegó. Se cree mucho y no es nada.-

-Tú también estás jugando ese juego ahora.- Tú eres igual a ella. Eres un monstruo al igual que ellos.- Sam.-

La presión de mi mano en el cuello de Inés se debilitó, me aleje de ella, haciendo que cayera de rodillas, sus manos fueron a su cuello y comenzó a tomar grandes respiraciones, di varios pasos hacia atrás asustada. ¿En qué me estaba convirtiendo? Yo no era quien para elegir quien vivía y quien no.

-Lo siento, yo... En serio lo siento... Es solo que tú, a-amenazaste a Ari, yo no puedo permitir eso y... .- solo recibí una mirada mezclada de odio y miedo.- Lo siento, pero en serio, debes irte, no quiero que sigas aquí.- con eso, salí de la habitación, empujando levemente a Guada para que me dejara pasar. Llegué a la sala, Sofía y Abril me miraron, solo les dediqué una mirada antes de caminar hacia la puerta y salir apresurada. Tengo que irme ya, necesito irme ya. Pensaba mientras me acercaba al auto.-

Una mano sobre mi muñeca impidió que me subiera al auto. Ari me miraba con las mejillas empapadas, sus lindas pestañas tenían rastros de lágrimas. 

-Yo no quise decirte todo eso, Samy, pero... Es Ama y no puedo poner a una amiga sobre mi hermana, yo sé que no es excusa y que todo lo que dije estuvo mal, que no tuve que decirlo, pero temía por la vida de a quien más quiero en esta vida. Lo siento tanto.- mencionó, no tuve que pensarlo dos veces que me lancé a abrazarla, mis brazos pasaron por su torso, los suyos por mis hombros y la abracé con suavidad, controlando mi fuerza.-

-Te entiendo Ari, tranquila, no hay rencor, te perdonó.- murmuré contra su hombro.- Yo... Yo tengo que irme ahora.- me alejé un poco mientras evitaba su mirada.-

-¿Volverás pronto? Dime que si, tenemos que resolver muchas cosas.- 

-Haré lo posible para que no pasen más de cinco días.- abrí la puerta del auto y antes de entrar la miré.- Si Inés no se va, tienen todo el derecho de matarla. Siento que Sofía será de ayuda.- hablé mientras entraba y cerraba la puerta.- Atenla a una cama o algo.- murmuré, sacando una risa de ella antes de arrancar.- 

Sofía tiene algo... Algo que me hace creer que está ocultando algo, pero es solo una niña, ¿Qué podría ocultar aparte del cierto crush que tiene en casi todas?.

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⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

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Streamers In The ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora