-¿Qué chingados hace ahí?.- fue lo primero que dije una vez estuvimos afuera, la cosa de unos dos metros de la otra vez, estaba parado al final de la calle, inmóvil, como si nada pudiera molestarlo.-
-No sé, salí a buscar algo en el auto porque me lo olvidé y cuando giré estaba ahí, creí que correría hacia mí, pero solo se quedó ahí.- Guada contestó.-
-Que raro, mejor entremos, no creo que al pendejo le agradé que lo veamos tanto.- dije, dándome la vuelta para comenzar a caminar hacia adentro, cuando estaba por entrar, me giré al no sentir a Guada detrás de mí, la idiota seguía parada en el mismo lugar, sin mover un musculo, la miré con los ojos entrecerrados.- ¿Por qué sigues ahí, wey?.- pregunté desde mi lugar, se giró un poco, sus ojos estaban algo abiertos.- ¿Qué?.- pregunté acercándome.-
No estaba solo, no lo estaba, había demasiados zombies detrás de él, eran demasiados en serio, estaban quietos igual que él, alguna que otra extremidad se movía, pero ellos no daban pasos.
-Vámonos para dentro, ya Guada.- agarré su mano para hacerla entrar, por mi repentino movimiento, todos comenzaron a correr hacia nosotras.- ¡Ya wey, ya!.- la tiré hacia la puerta de la casa, rápidamente entramos.- Ve a la cocina, Guada.-
-¿Pasa algo?.- Sofia preguntó al verme contra la puerta.- ¿Sam?.-
-¿Qué? Ah, no, nada, solo... Solo fui a correr y estoy descansando.- contesté con media sonrisa, me miró con los ojos entrecerrados, como si supiera que le estaba mintiendo.-
-No eres alguien que haga ejercicio y dudo que tu repentina condición haya ayudado a que hagas algo.- respondió mientras se acercaba.- ¿Qué pasa?.-
-Nos rodearon.- señalé el pequeño agujero de la puerta, para que viera, se acercó y su expresión seria cambio rápidamente a una asustada.-
-¿Por qué demonios están tan quietos? Saben que estamos aquí, ¿Por qué no se lanzan contra las ventanas y puertas?.- preguntó alejándose unos pasos de la puerta.-
-Creo que se debe a que Sam está aquí.- Guada contestó asomándose por la cocina.- Los chicos están arriba y en patio, no hay nadie en la cocina.-
-Debemos sacarlos de aquí... Debes sacarlos de aquí, una vez estén listo, sé que harán algo.- dije caminando hacia ella.-
-Se movieron.- Sofia dijo, la miré.- Te alejaste dos pasos y ellos se acercaron dos.-
-Bien, oye, debes sacarlos en chinga de aquí, Guada, salgan por el patio y tengan cuidado, mientras más me alejé, más se acercaran.- ella solo asintió antes de subir.- Debes ir al patio, Sofia, quédate ahí y espéralos.- hablé tomándola por los hombros.-
-No voy a dejarte otra vez, recién llegaste.- contestó.-
-Eso no importa, yo los voy a alcanzar, pero solo lo haré si se van todos juntos.- dije, Guada y los demás bajaron apresurados.- Deben irse ya, tomen todo lo que puedan y no se alejen de Guada, se los pido por favor.- fue lo último que dije antes de salir, puede escucharlos gritar, Guada seguramente cerró con llave ya que no abrían la puerta.-
Los miré, ellos estaban quietos, pero más cerca, como había dicho Sofi, me causo cierto escalofrió verlos tan quietos y siendo tantos. Solo suspiré antes de comenzar a caminar hacia ellos mientras subía las mangas de mi hoodie hasta los codos.
-Bien pendejos, hasta aquí llegaron.- y como si fuera alguna especie de magia, se abalanzaron contra mí, como si ahora si fuera una humana completamente.-
Trataron de morderme, al menos dos lo lograron, podían sentir sus dientes en mis extremidades mientras trataban de despedazarme.
Los golpeaba como podía, algunos volaban directo a la calle y volvían, pero mientras lo hacían, me daban el tiempo de encargarme de otros. Partí la cabeza de al menos dos, a uno se la arranqué, Ama tendría que disculparme por este desastre en su entrada.
Y aunque todos esos me atacaban, el alto permanecía en su lugar, observando.
Podía jurar que habían pasado al menos veinte minutos y más y más seguían llegando, las cosas se me estaban complicando, ya me estaba cansando un poco.
Cuando sentía que ya no podía más, mandé a volar a uno y le arranqué el único brazo que le quedaba a otro. El alto, comenzó a caminar, alejándose, en dirección opuesta a la que había llegado, lo miré confundida. Mientras él se iba, ellos lo seguían, solo unos cuantos se quedaron, pero eran cinco y de los treinta que habían llegado, con él se fueron unos cuatro.
-¡¿Por qué te vas, wey?! ¡¿Por qué ellos se van contigo?!.- grité mandando a volar a uno contra la pared de Ama, solo me ignoró, pero no podía esperar mucho, era un zombie después de todo, ¿No?.-
-¡Tú deja de morderme, chingada madre!.- grité pisando la cabeza de uno que me había estado mordiendo la pierna por un rato. Mis ojos se abrieron con sorpresa al ver el color de mi sangre, era un rojo muy oscuro, casi, casi negro.-
Esto tenía que terminar rápido.
O volvía a ser yo o...
Me convertía en uno de ellos.
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Streamers In The Apocalypse
FanficHace una semana estaban haciendo streams y riendo. Ahora, sobreviven a esas horribles criaturas hambrientas de carne humana que solo existían en los juegos que jugaban y las películas que veían.