Streamers In The Apocalypse

20

Miguel estaba moribundo frente a mí. Tenía hambre, Vicky también tendría. 

Miguel era una escoria, nadie lo extrañaría. 

Lo tomé, lo puse sobre mi hombro y salí del baño. Todos dormían, excepto Vicky, quien no podía, otra cosa rara, no podemos dormir, pero no nos cansamos.

-¿Qué haces con él?.- preguntó saliendo de detrás de una estantería.-

-¿Tienes hambre?.- pregunté.-

-Sí, nada aquí llama mi atención, sentí ganas de vomitar cuando comí una oreo.- contestó con una mueca, le sonreí, a mí también me había pasado con un pan.-

-Ven conmigo.- ambas salimos de la tienda y nos dirigimos a una casa a dos cuadras.- Esto puedo ser difícil, Vic, va a ser difícil para las dos, es la primera vez que haremos esto, pero... Supongo que lo encontraremos rico.- murmuré.- ¿Das el primer mordisco?.- pregunté tirando a Miguel contra el piso, le pateé la cabeza unas dos veces, de la fuerza, se ahueco, sabía que ese golpe lo había terminado de matar, pues, el golpe en la cabeza fue fuerte.-

-No, no... Dalo tu.- contestó alejándose unos pasos, suspiré antes de acercar mi boca a la pierna del imbécil, el olor de su sangre seca despertó algo en mí y antes de poder darme una, ya estaba mordiéndola con fuerza, sacándole un pedazo.-

Vicky rápidamente se unió a mí, ambas destrozamos el cuerpo en minutos, el hambre nos podía. Cuando terminamos, ambas respirábamos agitadas, nuestras bocas y manos estaban manchadas de sangre, parecíamos... Parecíamos uno de ellos, finalmente éramos como ellos. 

-¿Cuánto crees que duraremos hasta que tengamos hambre otra vez?.- preguntó acostándose de espalda.-

-Un mes o un mes y medio... Lo solucionaremos, tranquila.-

-¿Qué diremos cuando pregunten por él?.- 

-Diremos que lo alejamos pues su olor era bastante fuerte.-

-Lo comimos... .-

-No debes sentirte mal, wey... Él no lo hubiera hecho.-

-Pero nosotras no somos él.-

-Está bien si te sientes algo mal, pero... Era él o eran ellos.- 

-¿Podemos ir a limpiarnos? Comienza a darme asco.- asentí ante eso.-

-Iré a fijarme arriba si hay agua, tú fíjate en la cocina.-

Ambas nos separamos y me dirigí hacia arriba, abrí puerta por puerta hasta encontrar el baño, abrí los ojos cuando algo saltó contra mí, pero rápidamente me tranquilicé cuando comenzó a lamer mi cara, era un lindo perrito marrón.

-Hola, me asustaste, culo.- murmuré mientras lo acariciaba.- ¿Cómo te llamas?.- pregunté en voz baja mientras giraba su collar.- ¿Golfo?. ¿Cómo el de "La dama y el vagabundo"? Lindo nombre.- me levanté después de hacerlo a un lado para entrar al baño y ver si había agua, gracias a la Virgen que había aun.- ¡Vicky! ¡Ven aquí hay agua!.- minutos después ella estaba en el marco de la puerta.-

-Hola bonito, hola.- se agachó al ver a Golfo, sonreí mientras este lamía sus manos.- Oye, no, están sucias.- 

-Ven, lávate... Ven Golfo, acompáñame, iré a ver si puedo encontrar ropa para los chicos.- hablé y me alejé, solo escuchando el sonido del agua chocar contra el lavamanos.- Dime Golfo, ¿Tienes dueños pequeños?.- pareció entenderme y corrió hacia una puerta de color diferente a las demás, esta era celeste.- Oh, gracias wey.- lo acaricié un poco y entré.-

Entré y era un cuarto ordenado, había tres camas y dos armarios, empecé a buscar en ellos, sacaba lo que me gustaba o creí le podría gustar a los chicos y los metía en una mochila que había ahí.

Un golpe se escuchó, giré ante eso, corrí hacia el baño encontrándome a Vicky en el suelo, junto a ella había una chica de casi mi edad.

-¡Alejate!.- gritó cuando di un paso hacia adelante en su mano tenía un bate, wow.-

-Oye, relájate, ¿Sí? Solo quiero agarrar a mi amiga.-

-Agárrala y vete... Ven aquí, Golfo.- llamó al animal, pero este se quedó junto a mí.- Golfo.- volvió a llamarlo, pero este parecía ignorarla.-

Tomé a Vicky en brazos y me dirigí a la habitación donde había dejado la mochila, la puse sobre Vicky y bajé las escaleras con Golfo detrás de mí.

-¡Oye! Espera.- me llamó y giré.- ¿Hacia dónde van?.-

-Una tienda, a dos cuadras, ¿Quieres venir?.- tardo unos minutos en asentir, pero cuando lo hizo me acerqué a la puerta.- Samantha.- me presenté.-

-Lucia.- 

-Bien, Lucia, ven conmigo... No debes preocuparte, no te haremos nada.-

[]

¡Holap!

Adivinen quien intento otra vez mandar el link del canal, pero no le resulto. Si, yo, trate de mandarlo por otra cuenta, al principio funciono, pero después se borró automáticamente, así que, no le presten atención si les llegó un mensaje de un link, porque no se envió.

No sé bien porque no se puede, pero voy a ver si en otro momento puedo volver a intentarlo. Y si no se puede, bueno, hice el intento.