18- Caminando en el bosque

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Leth y su grupo tras recorrer la ciudad que Mikael y los suyos habían dejado y cuando casi lo habían atrapado a la salida una de las cuevas junto al río, se dividirían. De esto ya habían pasado varios días

El grupo, algunos a pie y otros a caballo se detuvieron en un páramo.
Lía con la bebé en brazos y montada en su yegua se acercó a Leth. Este hizo girar el caballo hacia ella para quedar de frente ambos.

-te reunirás con Shamir en el pueblo de Heno -dijo Lía.

-Así es, de ahí pasaremos por  Sila y ya nos encaminaremos al Éste. - declaro él.

-hace ocho años que no vez a  Dael, verdad?-indagó la loba.

Leth pareció incómodo.

-se que dejó las tierras del Este para investigar algo, lo hicieron salir de ahí y antes de eso fue herido en la aldea de Heno.

Lía le tomó la mano.

-nos vemos en Sila. Dejaré todo listo para que cuando llegue partamos juntos al Éste.

Dijo ella contenta.
Leth se inclinó hasta ella, ambos a caballo y la beso en los labios un segundo y luego a la niña en la cabeza.

-nos vemos, Lía.

Ella sonrió y con otros 10 se marchó.
Leth y los otros casi 150 se encaminaron a Heno. El mensajero le había dicho que Kalya y su grupo estuvieron ahí, que habían matado a todos los aldeanos y luego mataron a los Likans que fueron a cerrar el trato y entregar a dos niños que habían atrapado.

Quería verlo con sus propios ojos. Sabía lo salvajes que eran los hijos de la luna...le parecía algo exagerado que los hombres de Kalya hayan matado a los aldeanos.

                                 🗡

Mientras que Solayra, Axia y los demás llegaron a las tierras junto al mar, Mikael los vio volver y notó que Kalya no estaba entre ellos ni el hechicero. 
El príncipe Mikael apoyo la cara entre las manos frustrado y dolido consigo mismo.

Aunque el colaboró con otros para la creación de los Hijos de la Sangre, los métodos que usaron era magia antigua. Su consorte lo abandonó por eso, sabía que era algo que tenía que hacerse...pero pensaba que había otras formas.
Ella se marchó, tenía la esperanza de verla al final..aunque dudaba que saliera de su tierra, si salía de sus Tierras una cuarta vez no podría volver a ellas.

Mikael observó a su guardiana, Axia que al pasar debajo del balcón lo saludó respetuosamente.
Que pensaría esa chica y qué pensaría su consorte de saber qué fue él quién envió el sueño al hechicero? El sueño dónde alguien pedía ayuda, del centro mágico, para hacerle salir...pero tenía que irse de las tierras del éste, tenía que sobrevivir y si se quedaba ahí moriría.

Estaba seguro que si le hubiera dicho de frente, que si no se marchaba iba a morir, no le hubiera creído y  habría afirmado estar a salvo con Kalya, además no la abandonaría a ella.

Pero el sueño y visiones en el mismo era diferente.. Resopló molesto. Su consorte le habría dado un golpe por no ser sincero...pero es que no se podía ser sincero con todo, a veces se tenía que engañar para lograr que sucedieran las cosas.
Axia llegaba a su lado y Mikael abandonó sus pensamientos.

                                  🗡

Los dos dragones que habían acompañado a Solayra se mantenían cerca, más que nada observando, el más joven nunca había visto a los hijos de la sangre y sentía curiosidad, el otro sólo buscaba algun motivo por el que Solayra quisiera ayudar a esas personas.

Creía que tenía algun trato con ellos y no podía faltar a su promesa, quizá por eso lo había rechazado cuando le pidió ser su pareja...quizá la tenían esclavizada con magia, pensaba que si descubría sus verdaderos motivos para apoyar a esa gente por fin aceptaría ser su pareja...

                                 🗡

Pasaron un par de días de que Kalya dejó al grupo de elfos.
Dael y éstos caminaron por el bosques sin demasiada prisa, Kalya debía estar por llegar al reino junto al mar. El grupo estaba cerca de las fronteras con la raza de los Cruzados y los dragones. Sus caminos se entrecruzaban con el de los elfos.

Dael no se había alimentado como le dijo Kalya que lo hiciera, diario y se sentía cansado. Los elfos no le ofrecieron nada, pero sabía que podría cazar algo en el bosque mientras, no quiso hacerlo, en cierta forma quería ver que tanto control tenía sobre ello, sobre la necesidad de beber.
Sentía que una vez que lo hiciera por voluntad propia ya no habría marcha atrás y tendría que aceptarlo definitivamente.  Seguía molesto consigo mismo por haber sido tan débil, cómo se le ocurría dejarse matar por unas malditas alimañas...en el camino no pudieron evitar ver alguna serpiente y él se alejó deliberadamente de ella, con una mezcla de horror.

Annel caminó para llegar a su lado y le puso una mano en el hombro.

-que tal?- saludó.

Todos iban a pie, no les preocupaba caminar y el caballo que Kalya se había llevado, era algo que ellos previeron, seguro alguien necesitara un caballo en el camino.

Dael lo miró molesto un momento. Y Annel le sonrió.

-no me siento bien Annel. Porqué ella no me dejó morir? Hubiera preferido  estar muerto.

Annel le apretó el hombro y bajó la mano soltándolo.

-creo que ella no estaba lista para verte morir Dael, eres su primer y único amor. Qué esperabas?- le respondió el elfo.

- pero ella podría haber encontrado otro consorte sin problema...de todas maneras yo iba a morir de viejo ¿no?

Annel se río.

-crees que ella hubiera esperado a verte envejecer? Ella cuando mucho te iba a convertir en dos o tres años...

Dael lo miró extrañado y Annel se encogió de hombros sin prestarle interés...

-cómo sabes eso?- preguntó Dael.

-es lo que hacen los vampiros, si la persona a la que aman se niega a convertirse, llega un momento que ya no soportan y es tanto su obsesión por tal persona, que prefieren verlo convertido a verlo envejecer y morir.

Aunque esa persona lo termine odiando.-dijo Annel con tono triste. Tras un momento agregó.- creo que ella te convirtió, porque confiaba en ti y en tu amor por ella y su hijo; confiaba en que la perdonarías por no dejarte ir. Dime, la amas?

Dael se detuvo y lo miró con seriedad.

- con todo mi ser.- respondió.

-la respetas?

-por supuesto, ella es mi reina.

Annel lo observó un segundo.

-ya la perdonaste por haberte convertido? Sinceramente?

Dael bajó la mirada. No tuvo necesidad de responder, Annel lo sabía, el lo sabía..probablemente Kalya lo sabía.

La respuesta era "No, no la había perdonado por convertirlo..."

El Principe  2-  DaevalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora