Killer Bunny... Is back.

Capítulo 3.

[FLASHBACK]

Apenas llevaba 3 días en ese lugar y sentía que se encontraba en el mismísimo infierno.

No podía creer que el resto de los amigos de Jay la hubiesen abandonado apenas tuvieron oportunidad y peor aún no entendía como habían dejado los cuerpos inertes de Jay y de Niki en aquel lugar. ¿No se suponía que los amigos se apoyaban? Vaya bola de hipócritas. Incluso podía habérselo esperado de cualquiera de ellos pero de Sunoo, lo había sentido como una apuñalada en el corazón.

Ella tiembla pues se encuentra desnuda en mitad de la madrugada, Al aire libre y atada a uno de los pilares de la cabaña por una cuerda vieja que iba desde el pilar hasta su cuello y que estaba tan apretado que la lastimaba, otro poco y seguro que no podría respirar.

Era una puta mascota ahora...

La pobre tiembla haciéndose bolita para poder hacerse bolita en ese espacio e intenta quedarse dormida aunque el hambre no la deja. Quien la tenía ahí apenas y dejaba un cuenco con agua y casi nada de comida.

Como sí alguien hubiese escuchado sus movimientos o los ruidos en su estómago. La puerta cruge, indicio de que alguién la habia abierto.

Jiyu no se mueve pensando que quizás este la pasaría de largo. Sin embargo, pronto ve un par de pies descalzos frentes a ella.

Él se coloca de cuclillas con la máscara aún puesta en inclina su cabeza de Lado, hace un sonido gutural casi como un animal con la intención de despertarla pero al no conseguirlo la remueve con tremenda brusquedad.

Ahí es donde ella no puede ignorarlo. — Ay...

Al notar que finalmente muestra señales de vida este comienza a desatarle él cuello. Sin esfuerzo alguno la carga para meterla adentro de la Cabaña donde pese a sentirse menos frío, no representa para nada un alivio.

Su cuello ardía puesto que con el forcejeo había terminado raspando su piel. Estaba sucia, con sed, con hambre y con frio, Jamás había tenido que padecer de alguna necesidad; Mucho menos llegar a verse tan miserable como ahora.

Sí no fuera tan cobarde se hubiera ahorcado con la soga de una buena vez.

El mayor la deja sobre el colchón como sí fuera un costal de papas. Apenas queda libre la pobre se aleja hasta la esquina del colchón, haciéndose bolita nuevamente.

Esto parece no gustarle al enmascarado quien apenas y tiene que estirar un brazo para alcanzar un tobillo y jalarla.

Jiyu queda extendida sobre la cama y es entonces que comienza a lloriquear. — P-por favor... No me lastimes... — Suplica.

Seguramente patético. En las películas de terror el asesino nunca se detenía por un simple favor o suplica de cualquier chica que pidiese piedad. De ser así, no existirian las "Final Girl".

Sin embargo, en este caso. Él solo se quita su máscara, revelando nuevamente su rostro ante ella. A simple vista parecía un hombre común y corriente, uno muy apuesto pero a su vez bastante intimidante. Cargaba con una mirada profunda capaz de atravesarte él pecho con solo voltear en tu dirección. Y un semblante sepulcral.

Este toma de las mejillas a la chica con una sola mano como advertencia de que dejase de llorar. Después se inclinina para besarla contra su voluntad y finalmente se tumba a su lado para simplemente dormir.

[FIN DEL FLASHBACK]

Limpiar la casa había ayudado un poco, por lo menos le había distraído para no sentirse tan triste y de esa manera no deprimirse más.

Jamás creyó que podría sentirse tan afortunada de hacer cosas tan sencillas y que antes veía como actividades "Sin Chiste" Como barrer o simplemente sentarse en un sofá.

Casi casi había olvidado lo que se sentía ser un ser humano y no solo una mascota.

Jiyu saca la basura con algo de trabajo debido a su Estado. Ningún vecino había venido a verla o a tocar su puerta, Tampoco había tenido la oportunidad de salir de su casa ya que había Estado subsistiendo de lo poco que había quedado en la alacena. Sin embargo, era muy probable que tuviese que salir por víveres esa misma tarde ya que se estaba quedando sin nada y en su Estado no podía permitirse simplemente no comer.

Quería que el bebé viniera a este mundo en las mejores condiciones posibles.

Jiyu suspira y se estira un poco hasta que algunos de sus huesos truenan para después volver a casa. Comienza a anotar en una lista lo que tendría que comprar en el súper mercado. Y, mientras lo hace no puede evitar pensar en lo sucedido.

¿Donde estaría él? ¿Por qué la policía no había podido capturarlo? ¿Estaria muy lejos?

¿Estaria bien?

Detiene sus acciones con un suspiro y niega con la cabeza. — Jungkook... — Dice de pronto y se siente tan mal en ese momento por el simple hecho de estar pensando en él. De repetir su nombre.

Ella no debería haber sido empática con él jamás y es más, debería odiarlo. Era un degradó asesino y un psicópata que la había abusado hasta dejarla embarazada. Sí no la hubiesen rescatado ella habria Estado pérdida y habria condenado al bebé a una vida llena de deshumanización.

Lo mejor era cooperar con la policía y dejar que ese tipo pagará por todos sus crímenes. Mientras ella debía hacer un esfuerzo por retomar su vida. Era muy joven con una vida por delante y un motivo: Hacer que su hijo y ella puedan tener una vida digna, tranquila.

Ahora estaba a salvo.

Jiyu toma su carrera y sus llaves para cerrar muy bien todas las puertas. El viejo Mercedes de su abuelo seguía en la cochera así que lo usaría para ir al supermercado más cercano y hacer la despensa. Mantendría su perfil lo más bajo posible.

Se coloca su abrigo cuando alguien toca al timbre de su puerta principal.

Frente el entre cejó ya que por obvias razones no esperaba visita aunque muy seguramente sería ese policía prejuicioso de nuevo. Camina con cuidado y precaución.

Justo cuando toma el pomo de la puerta, Ella siente un escalofrío. No teniendo un buen  presentimiento pero aún así gira la perilla para abrir y justo cuando puede ver quien era al otro lado de la puerta. Sus ojos se abren al tope sintiendo aquello como un balde de agua helada...