Killer Bunny... Is back.

Capítulo 14.

Flashback.

Jiyu sabía lo mucho que Jungkook había querido un bebé y formar una familia... Y ahora finalmente lo harían.

Honestamente, Al principio se mostraba renuente a eso. Incluso el saber que tenía un dispositivo anticonceptivo le había salvado durante los primeros meses cuando aún no desarrollaba los sentimientos tan intensos que tenía por el mayor pero ¿ahora?

Ahora estaba contenta de finalmente darse cuenta... Las últimas semanas habían sido demasiado dificiles para ella y para Jungkook. Habían dejado de estar juntos ya que últimamente ella no se sentía bien.

Los encuentros sexuales se habían vuelto dolorosos a un nivel insoportable, la última vez tuvo que suplicarle entre lágrimas a su amado que no siguiera... Al principio este parecía un poco frustrado pero igual le dejó descansar.

Los siguientes días, los Dolores en el vientre junto con las náuseas matutinas no hicieron más que persistir... Jungkook se asustó ante la idea de que haya contraído alguna enfermedad. Temía que algún producto de los que solía guardar estuviera vencido o la carne de los animales que cazaba no estuviera bien cocina y por ende la pobre se hubiese intoxicado.

Pero no... La verdad fue muy diferente a la que el chico tenía en la mente. Y lo supieron después de mes y medio de concebida la criatura, cuando estando en uno de sus días normales en la cafetería del campamento, Jungkook estaba buscando dulces y Snaks con sabor a fresa ya que ella se lo había pedido. Entre tantas cosas que el mayor había acumulado salió una vieja prueba de embarazo aún en su caja ¿Por qué? Ni idea pero al verla, Jiyu no pudo evitar conectar los puntos y verlo como una posibilidad. Ya para la tarde y después de beber mucha agua, pidieron hacer la prueba que salió indudablemente positiva. Sobra decir que Jeon parecía más que contento con la noticia: La había alzado y girando con ella sobre su lomo de manera eufórica.

Se encargó de ponerla en las mejores condiciones posibles, había acomodado mejor la cama donde dormían y había cuidado más lo que le daba para comer así como le había cumplido cada uno de sus antojos.

Jiyu jadeó en búsqueda de aire antes de nuevamente expulsar lo último que le quedaba en el estómago detrás de un arbusto. La pobre estaba pálida y sudando.

Pronto una enorme mano se posa sobre su espalda, acariciando su columna vertebral que ya sobresalía un poco de su piel. Jiyu sigue algo mareada pero puede notar como es alzada sin esfuerzo cual muñeca de trapo para ser llevada al lago una vez más.

Jungkook le trata con una dulzura que jamás había sido presenciada nunca por otro ser humano. Le despoja de la vieja camiseta que ella llevaba puesta y con ayuda del cuenco que dejaba cerca, comienza a mojarla para hacerla sentir mejor y para quitarle los restos de vomito que le habían quedado en algunos mechones de cabello.

Una vez limpia y más tranquila, ella solo atinó a acurrucarse sobre los brotados pectorales de su amado cerrando los ojos y dejándose llevar tanto por los latidos de su corazón como por el cantar de las aves cercanas.

- Esto va a ser muy difícil... - Susurra de pronto mientras lo mira, Jungkook como siempre no dice mucho... Mejor dicho, nada pero al menor le cuida.

Siente pequeñas palmaditas en su cabeza que la hacen sonreír levemente. - Al menos... Me alegra saber que estas conmigo.

Este asiente y baja la mano hasta tocar su vientre que ya se sentía un poco hinchado aunque no llegaba a arruinar la figura de su amada compañera.

Esperan un momento más antes de que él la lleve dentro donde busca algo que ponerle... Dando con un camiso desgastado. Aunque al pasar tanto tiempo aquí su desnudez había dejado de ser un Taboo para ella. Pasaba mas tiempo desnuda y montando la polla de su marido que vestida y haciendo cualquier otra cosa.

Ese campamento era como el Edén y ellos una tétrica versión de Adán y Eva...

Jiyu queda cómodamente recostada mientras Jungkook le sigue haciendo cariños, sumergiéndose en una paz conciliadora. No es hasta que el sonido de una escopeta retumba por todo el bosque, provocando que ambos se sobresalten de pronto.

Ambos se miran y entonces un segundo detonante se escucha un poco más cerca. Entonces ahí Jungkook decide levantarse y toma la cuerda que solía usar de Correa para Jiyu.

Ella se sienta. - ¿Q-qué vas a hacer?

Pregunta pero no obtiene respuesta. Solo lo observa tomar su machete y colocarse la máscara de conejo.

- Jungkook... No...

Suplica pero no está segura de sí lo hace por miedo a lo que les pueda pasar a esas personas o por miedo a lo que le pueda pasar a él... Incluso miedo a lo que le podría pasar a ella.

Jeon se acerca y acaricia su mejilla en un inútil esfuerzo por tranquilizarla. Aunque al ver que su idea de no dejarlo salir solo persiste, se fuerza a sí mismo a amarrarla a la cama.

Jiyu no puede poner mucha resistencia por lo que cede pero aún así lo mira desaparecer.

Se escuchan dos tiros más y de pronto silencio. Las horas pasan hasta que el ambiente se oscurece y el sueño la vence.

No es hasta que escucha el crujir de la madera y el rechinar de la puerta abrirse que abre los ojos viendo a su hombre entrar. Afortunadamente esta bien... Algo sucio pero no estaba herido.

Ella intenta sentarse, aun atontada por el suelo y con dolor en sus muñecas por lo apretado de la cuerda. Ella suspira y le sonrie pero entonces nota como es que este no ha cerrado la puerta. Lleva un extremo de la cuerda con su mano.

No es hasta que tira con fuerza de ella el la hace aparecer. Era otra mujer... Estaba atada de manos, amordaza y parecía aterrada y muy confundida.

Esta se remueve pero la tela que cubre su boca le dificultad hacer cualquiler sonido.

Jungkook sonrie mientras se descubre el rostro y acerca a tirones a su nueva mascota para que Jiyu la conozca. Eran similares... Así que ahora que su mujer estaba esperando un hijo suyo sería bueno tener a alguien que le haga compañia y que le asista en cosas que él no podía terminar de entender.

Solo por eso la había dejado con vida en lugar de destrozar su carne como lo hizo con el resto de su grupo por intentar meterse en su territorio.