A Sky Full of Stars ; Pedri & Gavi

17. Eres mi cielo estrellado

—Tío, Pedri. Es todo muy bonito pero, ¿no te da miedo que te pillen? Es muy arriesgado. –me dijo Ferran mientras me ayudaba a poner la manta en el suelo.

—A ver, sí. Pero tampoco vamos a hacer nada muy loco. Solo vamos a cenar aquí fuera y...no sé a ver las estrellas. Si nos pillan diremos que estamos pasando el rato y ya está.

—Bua tío, nunca te había visto tan pillado. –comentó mirándome mientras ponía todo en su sitio.

Estábamos en una esquina escondida del patio, ya que hacía una noche magnífica. Había planeado hacer un picnic nocturno. La mayoría de nuestros compañeros se habían ido a cenar fuera y la residencia se había quedado casi vacia. Además, los pocos que se quedaban, estarían dentro.

Había conseguido unas luces que colgué de un pequeño árbol, creando un espacio íntimo y cercano. Había bajado unas almohadas para estar lo más cómodos posibles y también había bajado mantas por si después nos apetecía quedarnos un rato y no pasar frío.

—¡Ya estoy aquí! –dijo Ansu llegando con una cesta con la cena.

Me acerqué corriendo a él que me dio la cesta y la dejé en la manta tendida en el cesped. Luego lo abracé.

—Gracias, ¡gracias! –le dije apretándolo fuerte haciendo que soltase un quejido.

—Oye, ¿cómo has conseguido la comida? –le preguntó Ferran.

—Tengo mis contactos, chaval. –respondió haciéndose el interesante.

—Se la has pedido a mi hermano, ¿verdad? –le pregunté.

Ansu asintió con la cabeza. —Pues sip. No podía dar muchos detalles así que era mi única opción.

Todos nos reímos y yo me alejé un momento para mirar el escenario. Había quedado muy bonito y tenía muchas ganas de que Pablo lo viese, aunque estaba nervioso por si no le gustaba.

—¿Os parece muy cursi? –les pregunté.

—Sí. –respondió Ferran.

—Un montón. –reafirmó Ansu.

Los miré serios cruzándome de brazos y luego les saqué el dedo haciendo que se riesen. Se acercaron a mi para mirar lo que habíamos montado.

—A Pablo le va a encantar, Perry. –dijo Ansu pasando sus brazos por mis hombros para abrazarme. —Esta noche follas.

—¡Joder, Ansu! –me quejé dándole una colleja.

—Seguro que sí. –respondió Ferran entre risas. —Debería hacerle algo así a Sira.

—Ya ves, bro. Ponte las pilas. –le contestó Ansu.

Agarré mi móvil para mirar la hora y vi que tenía algunos mensajes de Pablo diciendo que por qué tardaba tanto y que se aburría. Sonreí al leerlos.

—Mira que cara de enamorao' pone. –le dijo Ferran a Ansu para molestarme.

Bloquee el móvil y los agarré a los dos del brazo, sacándolos de allí.

—Gracias por la ayuda, pero ahora necesito que se vayan.

—¡Que sí, que sí! Que ya nos vamos.

—Nos debes una cena, campeón. –dijo Ferran.

—Sí, sí. Dónde quieran. –les dije.

Ansu y Ferran se fueron riéndose y por fin me quedé solo. Fui hacia la cesta para preparar la manta. En ella había una botella de champán y dos copas, una tabla con embutidos y quesos, pan, una bandeja de sushi, y dos trozos de tarta de chocolate.