Gavi
—Oye. –lo llamé. No me hizo caso. —¡Pedri!
—¿Eh? –levantó la cabeza del teléfono confuso.
—¿Estás bien? Estás distraído.
—Sí, sí. Perdona. Estoy cansado, nada más.
Los gritos de nuestros amigos y compañeros nos rodeaban. Lo que había empezado como
una reunión tranquila se había transformado en una fiesta sin alcohol pero con musica mas alta de lo que debería. La gente se perseguía y se empujaba a la piscina. Había muy buen ambiente y todos parecían pasárselo bien. Todos menos Pedri. Desde que habíamos llegado no dejaba de mirar el móvil y se notaba que su mente estaba en otra parte.—¿Quieres que nos vayamos ya? –le pregunté buscando su mano para darle un apretón. Pedri se levantó repentinamente sin darme tiempo a tocarlo.
—No hace falta. Voy al agua. ¿Te vienes? – preguntó.
Su actitud me estaba confundiendo y mi cabeza empezó a montarse mil películas. Tenía un nudo en la garganta y la realidad era que las ganas de llorar no se iban. ¿Qué es lo que había cambiado?
—No me apetece. Ve tú. Me quedo aquí –le respondí intentando evitar su mirada.
—Vale. –respondió. Dejó el móvil encima de la tumbona en la que estaba y se dio la vuelta.
—¡A por Pedri! –gritó Unai antes de lanzarse hacia él y tirarlo a la piscina. Al salir a la superficie empezaron una guerra de aguadillas.
Parecía que empezaba a divertirse. Igual me había preocupado yo por nada y simplemente estaba cansado de verdad. Intenté no darle vueltas al asunto, pero justo unos segundos después, su móvil se encendió por una notificación de mensaje. Tuve el peor de los pensamientos. Odiaba pensar que había algo que yo no sabía. Mis ojos miraban el dispositivo pensando en si hacerlo o no. Pero no podía. Pedri confiaba tanto en mi que me había dado la contraseña de su móvil. Y yo no podía traicionar esa confianza haciendo eso.
De repente un grito y un golpe me sacaron de mis pensamientos.
—¡Pedri, cuidado! –gritó Alejandro acercándose a su amigo.
—¡Ainhs! ¡Hostias! –se quejó.
La imagen de Pedri en el suelo tocándose el tobillo hizo que me levantara a la velocidad de un rayo y me acerqué corriendo apartando a todos los que estaban rodeándolo. Pedri se tocaba el pie derecho con muecas de dolor.
—¡¿Qué ha pasado?! –pregunté preocupado.
—Que el tonto este se ha puesto a correr, se ha resbalado y se ha dado un buen golpe. –dijo Unai que había visto lo que había pasado.
—¿Estás bien? –le pregunté.
Pedri arrugó su nariz. —Me duele el tobillo.
—¡Joder, Pedri! –dije en mi desesperación. —A ver, déjame verlo.
Pedri apartó su mano y examiné el tobillo. Estaba hinchado y nada más tocarlo, Pedri soltó un quejido de dolor y se retorció.
—Tenemos que llevarte ya a la enfermería.
—¿Qué? ¡No, no! No hace falta, no es tan grabe. Además nos van a pillar, mejor no. Ya iré mañana si eso.
—Tú, no seas tonto. –habló Ferran. —Mañana tenemos partido y tienen que mirarte eso si o si. Da igual que nos pillen, eso es lo de menos.
—Tiene razón. –dijo Ansu.
La puerta de la piscina se abrió haciendo que todos nos girásemos a mirar. Luis entraba con su pijama y su bata. Estaba despeinado y parecía medio dormido. Se formó un silencio en la piscina.
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A Sky Full of Stars ; Pedri & Gavi
FanfictionA raíz de un viaje, Pedri y Gavi se dan cuenta de que sienten algo más que amistad por el otro. Las dos jóvenes promesas del Fútbol Club Barcelona descubrirán lo que es el amor y el deseo, encontrándose algún que otro bache en su camino porque por m...