—Buenos días. –me dijo Pablo dándome suaves caricias en la cara. Me apartó un mechón rebelde que caía sobre mi frente. Estaba sentado con la espalda en el cabezal de la cama.
Solté un quejido mientras me desperezaba lentamente. Pablo me sonrió. —¿Cuánto llevas despierto?
—Un ratito.
—¿Y por qué no me has despertado? –le pregunté mientras pasaba mi brazo por sus piernas para rodearlo. Me acerqué a su regazo y apoyé mi cabeza en él. Pablo ahora me acariciaba el pelo.
—Porque quería ver como dormías.
Sonreí inconscientemente. —Rarito.
Pablo soltó una pequeña risa y sentí su cuerpo vibrar. Las caricias que me estaba dando eran tan placenteras que mis ojos volvieron a cerrarse casi sin darme cuenta.
—Cinco minutos más. –alcancé a decir arrastrando las palabras.
Pablo besó mi cabeza. —Los que quiera el cumpleañero.
La verdad es que estaba tan cansado por la sesión de sexo que había tenido con Pablo la noche anterior que no me costó nada volverme a dormir tan profundamente que cuando me volví a despertar desorientado, Pablo ya no estaba debajo de mi cuerpo. Me reincorporé de la cama y fui al baño a ver si estaba allí pero estaba yo solo en la habitación. Era la primera vez desde que estaba con Pablo en la que me levantaba y él no estaba dormido a mi lado. Algo aturdido, me volví a sentar en el filo de la cama y agarré mi móvil para ver si tenía algún mensaje suyo, pero no tenía ninguna notificación.
Justo después, la puerta de la habitación se abría.
—¿Pab–
—¡Sorpresa! –gritaron algunos de mis compañeros que se adentraron corriendo a la habitación. Se escuchó una especie de cañonazo y después, mi habitación se había llenado de confeti.
Mi primera reacción fue llevarme la sábana a la cintura porque sí, estaba completamente desnudo. Me quedé inmóvil al igual que mis compañeros hasta que Nico y Dani empezaron a reírse a carcajadas y contagiaron a todos los demás. Claro, no había caído en que si Pablo había salido de la habitación, la puerta estaba abierta.
—¡Que duerme en bolas el Pedrito! –gritó Nico.
—¡Joder, hermano! ¡Que puto susto! –me quejé. Me puse de pie con cuidado para que la sábana no se cayera y los empecé a sacar de la habitación.
—¡Felicidades niño! –gritó Jordi. Todos se pusieron a gritarme felicidades. La situación estaba siendo de película.
—Gracias, gracias. Venga, ahora nos vemos. –terminé de decir cerrando la puerta y dejándolos detrás de esta. Me apoyé y cerré los ojos soltando un suspiro de alivio al encontrarme de nuevo solo en la tranquilidad de mi habitación.
Escuché como mis compañeros despejaban el pasillo y bajaban entre risas. Cerré con pestillo y me di la vuelta para adentrarme de nuevo en la habitación, pero vi que alguien intentaba abrir la puerta y al ver que estaba cerrada, dio dos golpecitos en esta.
—¿Quién es? –pregunté pensando que sería alguno de mis compañeros.
—¿Tenemos una noche de pasión y ya me olvidas? ¡Joder, no me esperaba esto de ti! –escuché la voz de Pablo al otro lado de la puerta. Me reí tras sus palabras y me acerqué de nuevo para abrirle.
—Calla, bobo. –dije al verlo. Pablo entró con una bolsa y cuando cerré me dio un corto beso. —Pensaba que eras uno de estos. Han venido a felicitarme y me han pillado en pelotas.
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A Sky Full of Stars ; Pedri & Gavi
FanfictionA raíz de un viaje, Pedri y Gavi se dan cuenta de que sienten algo más que amistad por el otro. Las dos jóvenes promesas del Fútbol Club Barcelona descubrirán lo que es el amor y el deseo, encontrándose algún que otro bache en su camino porque por m...