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El tiempo así cómo la muerte además de estar ligados, compartían una cosa muy en común...

Qué nunca sabes cuándo llegará tú final.

Siempre existen dos extremos en la grande balanza de la vida de todo ser humano. Un lado positivo cómo uno negativo, nunca se puede tener uno, siempre un equilibrio.

Desgraciadamente para una persona desde hace mucho tiempo su balanza solamente había una muy enorme negatividad qué poco a poco comenzaba a hundirlo para así qué el ciclo de su vida llegue a su final.

En el hospital más importante de Nueva Jersey se encontraba un grupo familiar y de amigos sufriendo desde hace 2 meses sin parar, y parecía no terminar nunca ese sufrimiento horrible.

La familia Addams suspiraba agotada de seguir visitando esa sala de espera dónde hace ya dos meses siempre visitaban. Era un dolor horrible todos los días llegar y ver a su hijo mayor, Hades seguía dormido y sin dar una señal de vida.

Era increíble cómo hace más de dos meses desde aquél trágico accidente, Hades no se haya logrado despertar o dar señal de qué aún se encontraba con ellos.

Sus padres, su hermana, su mejor amigo y la mujer qué amaba nunca dejarón de ir a visitarlo todos con la esperanza de qué despierte, pero no era el caso. Desde hace tiempo lo era.

La mañana comenzó con una fuerte nevada qué se sentía cómo sí fueran los mismos brazos de la muerte. Por los pasillos iba caminando su madre para visitarlo mientras esperaba qué sus demás familiares lleguen.

Morticia ingresó en su habitación para así cambiar las flores qué le dejó hace una semana en el florero. Ver las hojas marchitas y apagadas le hacían recordar el estado de salud de Hades.

Cuándo llegó se acercó para acariciar con delicadeza el rostro de su querido hijo, el peor dolor de una madre era ver cómo su hijo se hallaba entre la vida y la muerte. Y lo qué más le dolía era qué no podía hacer nada para así ayudarlo. Solamente esperar y ver su desenlace.

El mayor miedo existía en todos sus corazones, el simple hecho de pensar qué Hades podría morir en cualquier segundo lentamente estába matando a todos el miedo y ansiedad, en especial a ellá.

— Hola mí niño, Mamá está aquí, otra vez... Sinceramente, ya no sé qué más puedo decir o suplicar para qué me escuches o me des una señal de qué sigues con nosotros. Tú padre está demasiado preocupado, al igual
qué tú hermana y sobre todo ellá. No creo qué pueda continuar mucho más así la pobre.

La mujer pelinegra había tomando una muy corta pausa para seguir hablándole su hijo. Iba a hacerlo pero se detuvo y se asustó al ver cómo la maquina qué monitoreaba los latidos del corazón de Hades comenzarón a bajar y de pronto...

Solamente oyó un pitido indicando qué su corazón se había detenido por completo.

Morticia rápido salió corriendo de la habitación y comenzó a gritarles desesperada a todos los doctores qué fuerón corriendo al cuarto y se llevarón a Hades a urgencias mientras intentaban reanimarlo con bastante desesperación.

Enid junto con Qin llegarón corriendo a la habitación al oír tanto alboroto y cuándo el dúo observó a los médicos llevándose al peliblanco mientras intentaban reanimarlo les hizo imaginarse lo peor.

— ¡Señora Morticia! ¿Qué sucedió? ¡Vamos no se quede callada! — Dijo desesperada y muy asustada Enid.

— S-Su corazón... Yo... S-Se detuvo. Hades... Mí niño... — El miedo había escalado a un nivel demasiado alto al punto qué le impedía poder modular correctamente las palabras.

ℕ𝕦𝕖𝕤𝕥𝕣𝕠 𝔻𝕖𝕤𝕥𝕚𝕟𝕠 | 𝔼𝕟𝕚𝕕 𝕊𝕚𝕟𝕔𝕝𝕒𝕚𝕣 𝕩 𝕋𝕟 𝔸𝕕𝕕𝕒𝕞𝕤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora