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#22

Hades después de haber despertado tras mucho tiempo no podía pedir nada más y estar tan feliz de tener en sus brazos a su mayor amor y lo más importante en toda su vida, su hija.

— Papi, ¿Acaso tenías mucho sueño? Hace muchísimo tiempo qué estás durmiendo — Le preguntó con inocencia la niña qué jugaba con las manos de su papá.

— Así es, cariño. Pero ya estoy mejor y no volveré a dormir tanto tiempo. Y dime. ¿Cómo estás Rose? Te extrañe demasiado.

— Yo también te extrañé, Papi. ¡Debo contarte las cosas increíbles qué hice en la casa de los abuelos!

Padre e hija durante unos minutos tuvieron una conversación, aunque más era disfruta y hacer reír a su hija qué estába demasiado feliz al reunirse con su padre de nuevo.

La puerta de su habitación fue abierta para ver cómo Enid preocupada entró para ver a Rose, hace un rato la estába buscando. No notó a Hades porqué Rose lo cubría.

— ¡Aquí estás, pequeña! No vuelvas a escaparte así...

Las palabras quedarón en su garganta al ver a Hades despierto otra vez, su emoción fue demasiada qué corrió para abrazarlo y esconder su cara en su pecho mientras todas las lágrimas qué tanto tiempo guardaba salierón.

Después de tanto tiempo, su amado había regresado con ella. No podía estar más agradecida, su llanto tuvo qué detenerse para al fin hablarle.

— Hades... ¡Perdóname! ¡Por favor! ¡Nunca fue mí intención...! Te extrañe demasiado mí... mí amor... Te amo Hades... — Todos ésos sentimientos y emociones qué hace tiempo estában lastimandola finalmente fuerón liberados y dichos.

Aunque las cosas no salierón para nada cómo lo esperaba.

— ¿Quién eres y porqué buscas a mí hija? Te pido por favor qué te alejes de mí — Dijo con seriedad poniendo a Rose contra el — Aléjate de mí.

Enid quedó totalmente desconcertada al oír éso y sintió un enorme dolor en su corazón tras oír sus palabras.

— ¿Qué estás diciendo Hades? Soy Enid... Enid Sinclair, tú... ¿Acaso es una broma? Te advierto qué no es nada divertida.

— No tengo ni idea quién eres Enid Sinclair y tampoco me interesa, no se porqué estás con mí hija, pero aléjate de ella ahora mismo. Igual qué aléjate de mí.

Los miedos y el dolor en su pecho eran ya más fuertes. Ahora no podía pasarle estó, ¿Acaso tanto la odiaba el destino? Le dolía demasiado oír toda sus palabras y eran bastante ciertas, la
seriedad en su voz lo respaldaba.

Enid limpiando sus lágrimas salió de ahí y dar aviso a todos sobre Hades. Al quedarse solos miró cómo su hija lo veía bastante molesta.

— ¿Porqué me miras así, cariño? — Preguntó extraño por la actitud de su hija.

— Fuiste muy malo con Niddie, discúlpate con ella — Le reprochó molesta cruzada de brazos dándole una orden — Hazlo ahora mismo.

— ¿Niddie? Rose Addams no me hables así soy tú padre. No puedo disculparme por el simple hecho de qué no la conozco, no sé quién es... Aunque... ¿Porqué me duele verla llorar? — Se cuestionó mentalmente esa última incógnita.

— Niddie me cuidó todo este tiempo en el qué estábas durmiendo. Siempre lloraba mucho porqué te quería ver despertar, al igual qué mís abuelitos y los tío Qin y Lina.

Más cuestiones y dudas comenzarón a llenar la mente de Hades sobre todos estos extraños sucesos. Sobre todo oír esos nombres tan extraños de gente a la qué no conocía.