Aunque julio es uno de los meses más calurosos de Japón, también es uno de los más lluviosos, sin embargo, hoy hace un tiempo precioso. El cielo está despejado y el sol resplandece con fuerza, haciendo que sea un día bastante cálido. Por ese mismo motivo hemos decidido ir a la playa para poder disfrutar al máximo nuestras vacaciones de verano.
-Estoy muy emocionada, aunque me da un poco de vergüenza ir con todos los chicos a la playa- dice Yachi sonrojándose.
-No seas tonta, vamos a pasárnoslo genial- digo sonriéndole.
-¡Por aquí!- grita Hinata guiándonos hasta la arena.
-Aquí está bien- menciona Tanaka.
Dejamos las cosas en la arena a pocos pasos de la orilla. La playa está prácticamente vacía, al ser día de semana y puesto que aún no es temporada alta de verano no hay muchas personas.
-¡Vamos a meternos ya!- exclama Nishinoya corriendo seguido de Tanaka.
Mientras Yachi y yo sacamos nuestras toallas para colocarlas en la arena, los demás se meten al agua.
-¿Vamos?- le pregunto mirándola. Ella asiente timidamente, por lo que tomo la iniciativa de abanzar hasta la orilla.
El agua está a la temperatura perfecta, fresquita pero no mucho; y además se puede ver una cantidad enorme de peces nadando por el fondo. Después de adentrarnos cuidadosamente nos reunimos con los chicos y pasamos el rato charlando y haciendo tonterías.
-¡AHHHH, HE TOCADO ALGO, AHHH!- grito mientras busco a la persona más cercana a mí para subirme a su espalda y evitar que me toque el bicho marino- ¡ES-ESSS UNA MEDUSAAA!- digo agarrándome con fuerza a su cuello para no caerme.
- Esas no pican- dice Tsukishima con calma mientras empuja a la medusa hacia otra parte.
-Oye, me estas ahogando-
-Lo siento Kageyama- digo mientras descruzo mis brazos para poder bajarme.
-Y me has arañado toda la espalda- dice mirándome de forma seria mientras se toca una de las heridas que se encuentra en la parte trasera del hombro.
-Lo..., lo siento- menciono bajando la mirada avergonzada por la escenita que acabo de montar sin querer.
-Bueno, yo me voy a salir un rato que tengo hambre- comenta Nishinoya cortando el mal rollo que se había ocasionado a mi parecer.
-Espera, voy contigo- comienzo a andar tras él.
Cuando estamos ya casi en la orilla del mar Nishinoya se para en frente de mí para esperarme, pero una piedra hace que me tropieza y me caiga, y con la fuerza de las olas hace que acabemos los dos tirados en la orilla. He acabado encima de él y con nuestras caras a tan solo unos centímetros. Durante unos segundos los dos permanecemos en silencio mirándonos fijamente a los ojos.
-¿Estás bien?- me pregunta sacándome de mis pensamientos.
-Sí, me he tropezado con una piedra- digo apartándome de él rápidamente y levantándome. Una vez levantada le tiendo mi mano en forma de ayuda para que él también se ponga en pie.
Nos sentamos en nuestras correspondientes toallas y nos ponemos a comer patatas mientras bromeamos. Nishinoya siempre me trata como si fuera su hermana pequeña y siempre me hace reir, la verdad que es muy tierno por su parte que se preocupe tanto por mi.
Poco después los demás salen del agua para comer algo.
-Voy a comprar algo en el Kiosko, ¿me acompañas Akira?- dice Yachi levantándose, sin decir nada me levanto y comenzamos a andar camino al Kiosko.
-¿Qué ha pasado entre Nishinoya y tú?- pregunta mirándome emocionada.
-Solo ha sido un accidente, me he tropezado con una piedra- digo señalando mi dedo gordo del pie que aún sigue rojo.
-Ya veo, pues Kageyama no os quitaba el ojo de encima- comenta alzando ligeramente sus hombros.
No digo nada al respecto y seguimos andando hasta llegar al Kiosko. ¿Será eso verdad o serán imaginaciones de ella?, quizás estaba mirando otra cosa, o simplemente se ha quedado embobado mirando en esa dirección y ha sido pura casualidad.
-¡Hemos comprado helados para todos!- exclama Yachi levantando ligeramente los helados.
-Como no sabíamos que sabor os gustaba más hemos comprado de dos clases- completo yo.
-¡Sois las mejores!- grita Tanaka a todo pulmón.
Pasamos lo que queda de tarde charlando, jugando y riéndonos como si fuesemos niños pequeños. Con este día quedan oficialmente inauguradas mis vacaciones de verano.
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El Rey de la Pista
FanfictionKageyama, el habilidoso y reservado colocador del equipo Karasuno, vive enfocado únicamente en su desempeño en la cancha. Sin embargo, su mundo da un giro inesperado al cruzarse con la hermana de una de las administradoras del equipo. A medida que s...