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Estudio moda en París y la verdad es que a veces estaba un poco agobiada con todas las cosas que tenía que hacer. No me daba mucho tiempo de ir a ver a Pierre a alguna carrera.
Agobiada por todo las cosas que tenía que entregar y parecía que tenía muy poco tiempo para poder disfrutar de Pierre cuando estaba libre. Estaba preparando uno de mis últimos proyectos cuando tocaron la puerta. Me levanté de mi escritorio y al abrir la puerta estaba Pierre esperándome con un ramo de flores amarillas y con mis chocolates favoritos.
- Creo que me acabo de enamorar - dije mientras que sostenía el ramo.
- Pensaba que ya lo estabas - dijo Pierre sonriendo.
- Claro que sí, pero con esto... - dije y me abalancé sobre él para darle un beso.
- Quería poder darte una sorpresa después de todas estas semanas sin poder vernos - dijo Pierre.
- Lo siento muchísimo por ello - dije.
- No me tienes que pedirme perdón. ¿Vamos a comer? - preguntó Pierre mientras se sentaba en la silla de mi escritorio.
- Me parece una buena idea - dije mientras que me acercaba a él y le di un beso en los labios.
- Venga que te espero - dijo poniéndome el pelo detrás de la oreja.
Al salir de cambiarme, Pierre estaba muy concentrado mirando el móvil.
- Preces un modelo - dije y me apoyé por detrás para darle un beso en la mejilla.
