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Mi hermana pequeña estaba obsesionada por conocer a Ricciardo después de todos los domingos que lo habíamos visto en pantalla los fines de semana de carrera. Hacía un tiempo que había empezado a conocer a Ricciardo, habíamos quedado algunas veces pero por tema de mi trabajo y claramente el suyo, pero cada vez que nos veíamos disfrutábamos del poco tiempo que teníamos. - Hola, hay carrera en Mónaco y me gustaría que trajeras a tu hermana - dijo Ricc cuando le cogí la llamada. - Hola, me gusta la idea - dije y sonreí. - Vale, pues lo pido todo y nos vemos el finde - dijo Ricc. -Vale. Tras hablarlo con mis padres, y preparar las cosas de mi hermana para poder darle una sorpresa. Al llegar el jueves, la recogí junto con mis padres en el colegio para poder coger un vuelo para llegar a Mónaco. - Carlota, te tengo una sorpresa - dije cuando recogía a mi hermana. - ¿A dónde vamos? - preguntó muy emocionada subiendo al coche. - No te lo podemos decir - dijo mi padre que junto a mi madre también me acompañaba a Mónaco ya que Ricciardo los quería conocer. - Oh - dijo mi hermana mientras me cogía la mano y se apoyaba mi brazo. Tras unas horas de vuelo y unas horas de coche, llegamos a Mónaco. Los cuatros estábamos alucinados con todo lo que veíamos a nuestro alrededor. Llamé a Dani cuando estaba instalada en el hotel para poder verlo. - Menos mal que ya has llegado - dijo Dan dándome un beso. La verdad es que todavía se me hacía raro pero me encantaba poder estar con él. - Tenía muchísimas ganas de verte - dije dándole un abrazo. - Yo también - dijo abrazándome y dándome un beso en la cabeza. - ¿Qué tal tu familia? ¿Todo bien? - Sí, están descansando. Gracias por todo - dije mientras que lo miraba y Ricciardo no paraba de darme besos. - Por ti lo que sea. Ricciardo me dio todas las cosas tras terminar de cenar. Estaba muy a gusto y a la vez feliz de poder pasar tiempo con él y mi familia. A la mañana siguiente me desperté muy ilusionada y despertando a mi hermana. Tenía muchas ganas de que viese realmente a dónde íbamos. Tras desayunar, salimos hacia el circuito caminando. Estábamos muy cerca del circuito y me hacía muy feliz estar con ella allí. En cuanto Carlota vio dónde estábamos no paraba de dar saltitos con su pase vip en las manos. - Carlota, mira - dije mientras que entrábamos en el motorhome de McLaren. - DANIEL RICCIARDO - gritó mi hermano cuando vio a Dan. - Hola - dijo Ricc. Dani se agachó para darle un abrazo y yo no pude evitar captar ese momento.
