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Estaba cansada de todo lo que había pasado en la oficina y solo me apetecía estar en la cama metida hecha un bollo.
- ¿Estás haciendo algo? - preguntó George cuando estaba en la cama llorando mientras veía una película.
- Estoy llorando viendo una peli - dije mientras que la paraba.
- ¿Y por qué has llorado? - preguntó preocupado.
- Muchas cosas en el trabajo - dije mientras me secaba las lágrimas.
- Vístete que te recojo, algo informal y no me vale un no por respuesta- dijo George.
- Vale.
Me puse lo más cómoda y más abrigada posible porque hacia bastante frío por las calles de Londres.
Bajé al portal y estaba George esperándome. Me dio un abrazo, y acto seguido se agachó un poco para darme un beso. Me encantaba con la suavidad y la dulzura con la que lo hacía y la suavidad de como cogía mi cara entre sus manos.
Fuimos caminando hasta nuestro sitio favorito de pizza, donde George disfruta de su pizza favorita y siempre quedaba bien posando.
