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Parón de verano y nos fuimos a pasar unos días a Ibiza con unos amigos. Charles me había invitado o mejor dicho insistido que fuese con él después de no poder hacer muchas cosas juntos durante los casi los 8 primeros meses del año.
- ¿Te vas a meter al agua? - preguntó Charles cuando se acercó a mi.
Estaba metida dentro del barco leyendo un poco. Necesita evadirme de todo lo que estaba a mi alrededor.
No estaba acostumbrada a las fiestas y me costaba mucho relacionarme con la gente. Con el trabajo acababa tan cansada que a veces salía del trabajo y me iba directa a casa.
Y ese había sido uno de los motivos por los que no iba a los grandes premios. Acaba tan cansada que sólo quería estar en casa acostada.
- Voy - dije con la vista en el libro.
- ¿Qué lees? - preguntó sentándose a mi lado.
- En la tienda del hotel me ha llamado la atención este libro - dije cerrándose y enseñandole la portada.
- El día que dejó de nevar en Alaska - dijo leyendo el título mientras que le daba la vuelta para leer la sinopsis. - Tiene muy buena pinta.
- Por ahora me está gustando. Oye - dije y lo miré.
Charles cogió la mano que tenía apoyada en mi muslo y me miró.
- Dime - dijo. Sonrió y apoyó la cabeza en el respaldar.
- Siento no estar fuera. Me he agobiado con tanta gente - dije y él sonrió.
- No tienes que pedirme perdón. Te estoy agradecido por que vinieses.
- Hubiese estado bien poder estar un pocos solos - dije. Al principio no sabía sin decirselo, pero en ese momento salió solo.
Me miró y pensaba que le había caído mal las palabras que le dije. Me sentí culpable.
- No había caído en eso. Soy un co.pmeto idiota - dijo Charles.
- ¿Idiota? ¿Por?
- Porque no había pensado que estas vacaciones necesitábamos estar solos.
- Pues...sí. Al final con nuestros trabajos ha sido complicado. Pero no quería decirte nada porque también quieres pasar tiempo con tus amigos.
- Lo siento. Te juro que te compensaré.
- No te preocupes.
Me acerqué a él. Me encantaba poder mirarlo de cerca y me gustaba en la forma en la que me miraba. Nadie lo había hecho de esa forma. Nadie.
- Claro que sí me preocupo. Al final no tenemos tiempo.
- No pasa nasa - dije. Me acerqué a él y nos dimos un beso.
- Vamos a darnos un baño - dijo al secarse y acariciarme la mejilla con la mano que estaba sujetadome tras el beso.
Salimos de allí, mientras que dejaba algunas cosas el se dió una pequeña ducha antes de tirarse al agua. Madre mía que guapo es.
Me tiré al agua junto a él. Mientras que estábamos nadando un poco, Charles se acercó a mí. Comenzó a acaricairme poco a poco mientras que intentábamos flotar. Rodea su cuello y él me agarró de la cintura. Aunque lleváramos tiempo juntos, a veces me costaba no ponerme nerviosa ante su mirada.
