Sé mi sugar baby... recuerdos oscuros y un aliento frío se abanicaba frente al omega.
¿Quién eres? ¡No! Intentó alejarse del fuerte olor a alfa.
El alfa simplemente sonrió Le dices no a tu príncipe. Veamos cómo termina
El príncipe alfa pervertido, a...
Jihyun tomó la mano de Jimin entre las suyas. La vida era tan injusta para ellos. Eran una familia tan hermosa hasta que les arrebataron a sus padres cuando eran solo bebés, lo que los hizo terminar en el peor orfanato de Busan. Más tarde, el adolescente Jimin que pierde la vista es otra historia terrible. Nacer ciego fue malo, volverse ciego con el tiempo cuando más necesitas ser fuerte es peor. Lo atravesaron. Jimin presentándose como un omega hizo que todo fuera peor. Dejó de matricular a sus hermanos en la universidad y hoy trabaja para ganar algo y ganar dinero, dejando el infierno de Busan a Seúl poco después de cumplir 20 años, con Jihyun y Jiwon después de registrarse como su tutor legal. Si algo sucedió en sus vidas por lo que pueden estar felices es por haber conocido a Taehyung.
"Tae... ¿encontraste... podrías... encontrar un trabajo para mí?" Jimin estaba nervioso. Tenía todas sus esperanzas en lo que el alfa dijo hace tres días de que tenía un amigo que es dueño de un estudio y un negocio. Estaba buscando nuevos trabajadores ya que se mudaron de lugar recientemente. Si fuera un amigo de Taehyung podría hacer algo ¿verdad? Jimin no podía permitir que el alfa les comprara esto y aquello todo el tiempo. Tiene que haber un final.
"Hablé con él, Jiminie... Yo... um... También les conté sobre tu discapacidad..."
"y..?"
"Y dijo que en realidad no es un problema para ellos. Vine con la noticia hoy..." Jihyun y Taehyung vieron como los hombros de Jimin comenzaron a temblar y se sacudieron, sus ojos en blanco se llenaron de lágrimas. Lágrimas de incredulidad. Lagrimas de felicidad.
"Ellos... ¿me aceptaron?" Los hermosos ojos de Jimin... Taehyung tomó sus dos pequeñas manos y las tocó cálidamente con sus pulgares. Quería contarle a Jimin todos los detalles sobre el trabajo. Pero él no sabía cómo. Taehyung sabe cuanto le encantaba bailar a Jimin. Cuanto deseaba ser profesor de baile. Aún después de todo, cuanto intentó seguir bailando en cada tiempo libre que tenía hasta que todo fue más cuesta abajo con cada gasto que necesitaba haciendo que el omega renunciara al último sueño que tenía.
Jimin parpadeó. "¿Tae...?
"Oh... sí, en realidad... Minie..." Taehyung miró a Jihyun. El más joven entendió lo que decía el alfa en sus ojos, así que comenzó a liberar feromonas calmantes.
"Es un estudio de baile Minie..." el alfa miró a Jimin y lo vió respirando profundamente moviendo su cabeza bajo el calor que estaba recibiendo de sus dos alfas.
"..tú...sólo tienes que limpiar el área, espejos y demás cosas... Cuida los artículos que hay allí, haz una lista de todo cuando termine el día. ¿Puedes? ¿Podrás... con eso Jiminie? Jihyun ayudó a Tae acariciando la espalda de su hermano.
Jimin respiró hondo. Se sintió bien. Sintió felicidad correr por sus venas al escuchar que aceptaron a un ciego omega como trabajador. Entonces deben ser muy cercanos a Taehyung.
"Puedo Tae... Siempre me encanta el olor a sudor y a mi cuerpo, la música proviene de estudios de baile. Estoy muy feliz de trabajar allí. Gracias", ambos alfa se sintieron aliviados al escuchar a Jimin decir eso. Lo que esperaban era un omega triste y estresado que comenzara a llorar pensando en su amor por el baile. Quizás las feromonas de Jihyun ayudaron. Además, Jimin se ha vuelto más fuerte, es lo que querían aceptar.
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Dobló las piernas del chico por la mitad que estaba debajo de él respirando ruidosamente. No fue muy flexible haciendo que el alfa gruñera en tono insatisfecho pero luego tomando las piernas del otro las puso sobre su hombro obteniendo más acceso y comodidad. Empujó más hacia él. El beta gimió fuerte agarrando la almohada debajo de su cabeza.
Fue demasiado. Un tipo desconocido lo arrastró a una habitación desconocida que olía a vino tinto, lo cual era muy adictivo. Por el fuerte olor y el agarre, el beta supuso que era un alfa antes de ser empujado contra la incómoda cama y el alfa se puso encima de él. Ni siquiera tuvo tiempo de procesar lo que estaba sucediendo cuando sintió que el hombre encima de él comenzó a molerlo haciéndolo perder la cabeza. El tipo fuerte ya lo está haciendo sentir mareado por la lujuria que se apodera de él.
"Quiero f.o.l.l.a.r.t.e beta", el gemido en su oído y la voz de autoridad le hizo asentir en un segundo. Fue rápido pero ya se sentía bien haciendo que la beta se volviera loca.
En el siguiente segundo, una seda espesa pero suave estaba sobre sus ojos vendándole los ojos. La beta quería protestar y al menos ver quién ya se estaba apoderando de él. Pero el alfa era tan fuerte que le agarraba las muñecas y las cubría, inmovilizándolo en la cama para ir a su trabajo.
Se sintió bien. La cama era muy incómoda, pero el alfa hizo que todo se olvidara golpeándose en su agujero con empujones muy fuertes. No pudo ver nada pero lo disfrutó. Quería tocar al chico que estaba encima de él, pero el alfa nunca soltó sus muñecas.
"Toma lo que tengas beta... joder... que bueno..." gimió el alfa inmovilizando sus manos que intentaban tocarlo con más fuerza en la cama.
"Hmm alfa... quiero... quiero-" quería más. Cuanto más duro, mejor.
"¡No! Yo dije que tendrás... lo que obtienes" fue cruel. El beta se sintió así. Simplemente lo arrastraron hasta aquí como un muñeco de trapo, no podía ver al tipo, no podía tocarlo y ahora ni siquiera podía preguntarle qué quería. ¡Eso es demasiado cruel pero joder! Al menos se sintió bien.
"Tócame por favor..." intentó suplicar esta vez. Duele mucho. Su descuidada p.o.l.l.a golpeaba su estómago con cada embestida. Esta vez el alfa lo escuchó empujar más fuerte y más fuerte tirando de su p.o.l.l.a al mismo tiempo. Ahora parece justo.
La versión beta tardó solo unos minutos en llegar a las manos del alfa. Se estaba volviendo difícil soportar los embates del alfa con tanta sensibilidad, haciéndolo gritar. El alfa entró dentro del condón y ni siquiera supo cuándo lo usó. Después de algunos empujones más y más. Bajando de lo alto, el alfa sacó su p.o.l.l.a blanda del beta haciéndolo gemir y llorar, soltando sus muñecas que pronto quedarán magulladas en azul. El beta se quedó allí jadeando ruidosamente, ni siquiera tenía fuerzas para quitarse la venda de los ojos. Escuchó al alfa alejarse y regresar, se sobresaltó.
"¿Ya... te vas?" Susurró lentamente en voz baja. Escuchó claramente al alfa subiéndose los pantalones y gritando incluso al abrocharse el cinturón. Pero el beta no tenía fuerzas para levantarse o detenerlo.
En un segundo se quedó solo.
El alfa entró al siguiente baño que encontró lavándose las manos y cara poniéndose presentable. Después de todo, estaba en un grupo real. Nadie necesita saber lo que estaba haciendo en el área de las salas de trabajadores al salir de la fiesta en el salón de baile, el rey, la reina, dos príncipes y otros visitantes lo abandonaron.
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