Déjame ir (Kookmin)

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"¡Lo dijiste, Jeon Jungkook, no lo puedo creer!" Hoseok tenía a Jungkook con una llave de cabeza en la sala de espera afuera del teatro. Nadie dijo nada de volver porque ninguno lo quería. Yoongi compró algunos bocadillos con bebidas y se sentaron en el gran y cómodo sofá y luego Hoseok atacó al príncipe. Él era feliz. Estaba asustado, sí, pero más que eso, estaba muy feliz por su hermano y el príncipe.

"Nuestro maknae finalmente está enamorado..." Yoongi sonrió revolviendo el cabello del alfa más joven que estaba escondido en el pecho del beta. Después de dejar que el beta se burlara de él durante unos segundos, Jungkook se liberó de él. Cara sonrojada y una gran, muy amplia sonrisa en sus labios. Sus dientes lucen como los del mismo conejito que conocieron años antes.

Se lo perdieron.

Jungkook no estaba sonriendo hasta ahora.

No había estado sonriendo así durante los últimos años después de que lo atacaron. No sabían el motivo pero ahora sí lo saben. Ahora, viendo lo feliz que parece, ambos mayores no querían nada más. El príncipe sufrió mucho y merecía la felicidad.

"Finalmente no... Estuve enamorado de él por un tiempo... simplemente no podía decirlo todavía". Dijo el príncipe a través de su sonrisa. Él no estaba planeando esto. La gente suele planear mucho cuando se confiesa, ¿verdad? Era el príncipe heredero de Corea del Sur y el dinero no era nada para él. Tal vez debería haber planeado una gran noche con algunas flores, pastel, vino y luego confesarse con su omega arrodillado frente a él. Pero ahora, para el príncipe adulto, el amor no era sólo eso. El amor era consuelo y su omega lo necesitaba tanto. Así que no se arrepintió de su momento al recordar cómo el amargo olor a vainilla de Jimin se estaba desvaneciendo con una pequeña sonrisa.

"Él estará bien, ¿verdad hyung? Mi omega... él podrá verme bien... dijo que era su deseo... quiero cumplirlo..." la sonrisa del príncipe se desvaneció y sus ojos se dirigieron a la entrada cerrada del área del teatro. La sonrisa de Jimin apareció en su mente. Miró al beta cuando lo sintió tocar su hombro suavemente.

"Jiminie estará bien. Más del setenta por ciento es una probabilidad mayor, Jungkook... No te preocupes..." Para ser honesto, Hoseok también estaba asustado. Su hermano sufrió todo este tiempo igual que el príncipe, tal vez más que él y le quitaron la visión. Ni siquiera fue un accidente así que se lo merecía. Para ver la luz.

"Hyung... yo... quiero la ayuda de ambos ahora. Joon hyung y el mío también. Todo tuyo..." Jungkook levantó la cabeza mirando tanto al alfa como al beta de un lado a otro. La sonrisa que tenía se desvaneció por completo, solo quedó la seriedad. Parecía que estaba listo para luchar contra el mundo entero con solo esa mirada sentada allí. Cuando Yoongi dijo que continuara, Jungkook comenzó a hablar juntando sus manos.

Tomó un respiro profundo.

"No daré un paso atrás ahora. Como ya le dije a Jimin cómo siento que ya no quiero ser un cobarde. Hubo días que pensé: 'Está bien, simplemente me casaré con Han, ese es mi deber', pero cuando Jimin dijo que quería quedarse... que también me quería en su vida... Siento este hyung. Amar." Hoseok se lamió los labios. Sabía hacia dónde iba esto.

"Quiero reclamarlo. Quiero hacerlo mío y hacerme suyo. Tampoco quiero lastimar a Han. Ella nunca fue una chica mala o una prometida para mí, así que sin lastimarla, ayúdame a cancelar este matrimonio y obtener la aprobación de madre, padre y del consejo para Jimin... como el futuro jefe omega de la nación. Como mi marido"

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Era mucho para el alfa. Las noticias que escuchó temprano en la mañana tampoco ayudaron. Luego, por la tarde, lo visitó un extraño, Gu. Lo que el otro alfa, el investigador privado Gu, le dijo y le mostró fue demasiado para asimilarlo. Cuando el príncipe heredero lo llamó, estaba sentado en la silla de su oficina pensando qué debía hacer. Aún no se le había dicho nada al príncipe, por lo que aún no sabía cómo hablar de nada. Fue frustrante. Tal vez sería genial si pudiera hablar con la beta, pero nuevamente, Jimin estaba en cirugía. Entonces sintió que no era el momento perfecto.