Déjame ir (Kookmin)

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La habitación del capitán estaba en el primer piso al lado de la sala de control. No era tan grande como la habitación del segundo piso, pero estaba bien, tenía una cómoda cama individual, un baño conectado y también cortinas. Así que Hoseok podía dormir incluso por la mañana sin que la luz lo molestara. Esto fue bueno, puede asegurarse de que Jimin esté bien y servir al príncipe mientras también toma un descanso del palacio.

Todo el segundo piso era totalmente una casa, una sala más grande, solo un dormitorio grande, un baño, una despensa y en ese momento, en el sofá que estaba en la sala, Jungkook estaba enjaulando a Jimin y besándolo. El calor ardiente que sintió con el celo, lo hizo tirar su costosa chaqueta y la camisa blanca, dejando la parte superior de su cuerpo desnuda. La primera ola de calor estaba tan cerca y él la sintió e incluso el omega la sintió. Cuando levantó a Jimin después de que Hoseok los dejara con algo de comida y otras cosas en la mesa de la sala de estar, el príncipe lo recostó en el sofá. Luego fue por lo que primero quería, besar al omega, agradecerle adecuadamente por ayudarlo. Jungkook no sabía si podría conseguir ayuda de otro lobo si Jimin decía que no. Su corazón estaba a punto de romperse.

Jungkook estaba sudando y las pequeñas palmas de Jimin que intentaban abrazar fuerte al alfa, se deslizaban hacia la parte posterior de su cuerpo debido a la humedad producida por el sudor. Eso fue muy frustrante. El omega quería al alfa tan cerca como de su cuerpo. Incluso la camisa que llevaba parecía demasiado. Pero soportó la necesidad del príncipe.

Jungkook levantó su cuerpo de Jimin por un segundo y lo miró. Con los ojos cerrados y sin brillo de labios, parecía etéreo. Tan hermoso. Jungkook sonrió y se besó los labios una vez.

"Jimin..." susurró suavemente enviando sus brazos debajo del cuerpo de Jimin.

"Hmm..." con la suave respuesta, Jungkook tragó saliva. Tiene que ser bueno, no estaba seguro de poder controlar su mente, pero tenía que hacerlo. El omega debajo de él merece el mundo, no ningún dolor.

"Yo... nunca tuve una buena conexión con mi alfa..." Hasta ese momento en que coincidimos en lo mucho que te queremos, esa fue la primera.

"...y hago todo lo posible por ser bueno contigo. Si... si fui malo, rudo o... o cualquier cosa que no te gustara... Déjame, cierra la puerta desde afuera y ve con Hoseok, ¿vale? dijo finalmente. El príncipe estaba algo feliz de que Hoseok se quedara y quería que Jimin también estuviera a salvo.

Jimin tragó saliva mordiéndose el labio inferior. Las manos todavía alrededor del cuello del príncipe.

"No te dejaré." Mierda. Eso no era lo que Jungkook quería oír. No. Quería un sí, un "ok", no esto. Jimin tuvo que irse. O el alfa se arrepentirá toda su vida.

"No, escúchame mi belleza... te prometí que lo sé... pero no sé cómo se comportará mi alfa, así que tienes que hacerlo. ¿Mmm? Por favor..." dijo Jungkook apretando los dientes, su cuerpo temblando con la señal de su rutina golpeando. Con el tono sincero y encantador, Jimin no pudo decir que no, así que dijo que sí. Él aceptó.

Con esa palabra el príncipe levantó al omega llevándolo dentro de la habitación y lo puso lentamente sobre la cama. En su último momento de cordura se recordó a sí mismo comprobar todo por última vez. Había pañuelos, toallas mojadas, agua, frutas sobre la mesa, pastillas anticonceptivas; Jimin ya tragó saliva y condones. De acuerdo.

"¿Recuerdas dónde están las cosas?" Jimin asintió escuchando la voz del alfa. Jungkook asintió y se quitó la ropa dejando su cuerpo desnudo. Los surcos y los calores eran los momentos en los que los olores del lobo se volvían más fuertes y el vino tinto ya estaba nublando toda la habitación. Jimin tragó saliva cuando el olor llegó a su nariz con más fuerza que nunca. Pero sus piernas no estaban entumecidas, se le hacía la boca agua, sí pero no se enfermaba como la primera vez. Jimin se estaba acostumbrando al olor de su alfa.